El ministro argentino de Economía, Martín Guzmán, y una misión del Fondo Monetario Internacional (FMI), encabezada por Julie Kozack, avanzaron esta semana en sus discusiones para lograr un nuevo programa crediticio, en encuentros al margen de la reunión del G20 en Venecia, según fuentes de las dos partes.
"Las reuniones de los equipos técnicos arrojaron avances y entendimientos en temas clave del programa económico del gobierno. (...) En particular, se lograron avances concretos en entendimientos en cuanto a políticas para el desarrollo del mercado de capitales doméstico, la administración tributaria y el desarrollo de sectores generadores de divisas", indicó este martes el Ministerio de Economía de Argentina en un comunicado.
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El FMI, en tanto, calificó como "productivas" las reuniones llevadas a cabo entre el 8 y el 12 de julio y señaló que "las discusiones se centraron en políticas para fortalecer la recuperación, la estabilidad económica y la creación de empleo".
"Nuestro objetivo es apoyar a Argentina a abordar de manera duradera sus desafíos económicos y de balanza de pagos", reiteró el organismo multilateral en un comunicado.
Argentina busca con el FMI un nuevo programa crediticio que reemplace el suscrito en 2018 por el entonces presidente Mauricio Macri (liberal) y a cuyo tramo final renunció su sucesor Alberto Fernández (centro-izquierda) al asumir en diciembre de 2019. El acuerdo fue de un total de $57.000 millones, pero el país recibió unos $44.000 millones finalmente.
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Este año, Argentina ha cancelado al FMI $300 millones en intereses de su deuda en febrero y otros $300 millones en mayo. Aún quedan pendientes intereses por $350 millones en agosto y $400 millones en noviembre. También hay vencimientos de capital por $1.900 millones en septiembre y $1.900 millones más en diciembre.
Además de esos montos, Argentina enfrenta vencimientos con el FMI por casi $40.000 millones entre 2022 y 2023, una cifra inabordable para este país que atraviesa su tercer año de recesión y se encuentra excluido del mercado de capitales en plena pandemia de coronavirus.