La tendencia de casi dos años a la baja en el tipo de cambio del dólar respecto al colón obstaculiza una mayor recuperación de los fondos de pensiones, lo cual es más evidente en los rendimientos de corto plazo de los portafolios de inversiones administrados por las operadoras de pensiones complementarias (OPC).
Los resultados de la rentabilidad real del Régimen Obligatorio de Pensiones (ROP) y los fondos voluntarios experimentaron un freno desde abril pasado, en el ritmo de crecimiento mostrado a partir de mediados del año pasado, cuando los resultados de las inversiones salieron de números negativos, según las estadísticas publicadas por la Superintendencia de Pensiones (Supén).
El rendimiento real anual del ROP tuvo una rentabilidad del 13,97%, lo que significó un cambio en el proceso de crecimiento porcentual registrado a partir de junio del 2023. En marzo pasado alcanzó un 17,27%.
La volatilidad ejercida por el tipo de cambio influye en los rendimientos a tres años, que muestran una tendencia de desaceleración desde julio del año pasado. Aunque a cinco y 10 años, el resultado es más estable.
Los fondos de pensiones son productos financieros diseñados para pagar jubilaciones en el futuro por lo que los rendimientos también deben analizarse desde una perspectiva de mediano y largo plazo.
¿Por qué el tipo de cambio es relevante en los fondos de pensiones? La razón principal es que el 38% de los recursos de los afiliados del ROP, es decir, ¢4,2 billones, están invertidos en instrumentos en dólares y el movimiento de la divisa influye en su valoración, según la información publicada por la Supén, a mayo pasado.
“La apreciación del colón con respecto al dólar fue de un 12,6% para el 2023, lo que afecta los títulos en dólares estadounidenses, ya que el ROP debe expresar el valor de sus inversiones en colones”, explicó la entidad en el Informe de Coyuntura y Supervisión del Sistema de Pensiones, al último trimestre del 2023, publicado a inicios de mayo.
De hecho, en el documento se menciona el tipo de cambio como uno de los efectos negativos en la valoración de las inversiones. Sin embargo, el resultado general de la rentabilidad del ROP se compensa por el incremento del valor de los títulos de deuda local en colones.
Las operadoras de pensiones administraban ¢11 billones en inversiones del ROP, para tres millones de trabajadores asalariados, a abril anterior según el dato más reciente. En los fondos voluntarios, las OPC gestionan inversiones por ¢561.000 millones a 186.000 personas y, en el Fondo de Capitalización Laboral (FCL), ¢637.000 millones de 2,8 millones de trabajadores, según la Supén.
Influencia cambiaria
Las OPC también llevan varios meses informando a sus afiliados que el tipo de cambio afectó significativamente a la baja el valor de los activos en dólares de las carteras en colones.
“Los activos de mercado internacional se denominan en dólares, por lo que los porcentajes de dolarización de las carteras del ROP son relativamente altos. Esta particularidad hace que, ciertamente, el tipo de cambio tenga impacto en el régimen”, destacó Róger Porras, gerente general de Popular Pensiones.
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Marco Vargas, gerente general interino de BN Vital, reconoció que desde el máximo del tipo de cambio en 2022, los fondos denominados en colones con posiciones en dólares, como en el régimen obligatorio, registran minusvalías. Sin embargo, destacó que los rendimientos reales interanuales aumentan debido a un periodo de inflación negativa y a las plusvalías generales de los portafolios.
La influencia cambiaria ha tenido un efecto adverso en la porción del portafolio en dólares precisamente por la variación en el precio de la moneda, durante la tendencia a la baja de la divisa, pero puede favorecer cuando haya un ascenso en el valor del dólar.
“Al mantener inversiones denominadas en dólares, a medida que se presentan variaciones del tipo de cambio, la porción del portafolio que está invertida en dólares representa más colones cuando el tipo de cambio sube o menos colones cuando el tipo de cambio baja”, explicó Laura Moreno, vicepresidenta de Relaciones Corporativas de BAC Credomatic.
Más factores en juego
La pérdida de valor de las inversiones en dólares no es el único elemento que influye en los rendimientos de las inversiones de los fondos de pensiones. Los otros elementos clave, según operadoras consultadas por La Nación, son la inflación negativa y la tendencia a la baja en las tasas de interés de las emisiones de deuda del Ministerio de Hacienda, principal emisor del mercado local costarricense.
El Gerente de Popular Pensiones explicó que la caída en tasas y la disminución de la inflación aumenta el precio de los activos de deuda y favorece el resultado de las inversiones. “Los registros interanuales de rentabilidad real no han parado de aumentar, alcanzando su punto máximo durante marzo recién pasado”, dijo Porras.
Por su parte, Héctor Maggi, gerente general de la OPC de la Caja Costarricense de Seguro Social, destacó que tras el periodo de mayores minusvalías en las inversiones, entre el 2022 y la mitad del 2023, los impactos negativos en los fondos de pensiones empezaron a reducirse durante este año.
“Debemos tener presente que en el mundo existen posibles riesgos que se podrían materializar y volver a afectar el valor de las inversiones. Importante después de la experiencia del 2022, los mercados se recuperan y las inversiones recobran y superan su valor inicial, de ahí la importancia de ver estas inversiones en el largo plazo, a pesar de que en el corto plazo podrían tener resultados negativos”, explicó Maggi.
El vocero destacó que, en el análisis de corto plazo, la influencia de factores económicos externos y locales hacen más volátil la rentabilidad de los fondos.