El premio negativo por ahorrar en colones respecto a los dólares, a raíz de los menores rendimientos que se obtienen en el sistema financiero, motiva el reciente aumento de la dolarización de los depósitos a plazo, según el más reciente Informe de Política Monetaria de abril de 2024 (IPM), publicado por el Banco Central de Costa Rica (BCCR).
La caída en el premio por invertir en moneda nacional obedece a la disminución de las tasas de interés pasivas en colones (las de los ahorros), así como a la relativa estabilidad en las tasas pasivas en dólares y al comportamiento de las expectativas de variación en el tipo de cambio que mantiene el mercado, explicó la autoridad monetaria.
De acuerdo con el informe del ente emisor, estos valores negativos del premio en colones han incidido en la dolarización de los depósitos a plazo, cuya participación relativa aumentó en 2,3 puntos porcentuales (p. p.) desde el tercer trimestre del 2023.
Óscar Prado, director de Análisis Económico del Banco Nacional (BN), explicó, con base en datos calculados por la entidad, que el premio en colones para la mayoría de plazos está prácticamente en cero o es negativo, lo que podría incidir en esta dolarización para buscar mejores opciones en instrumentos financieros en la divisa.
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Sin embargo, Prado opinó que esto podría ser un fenómeno de corto plazo pues en el mediano plazo el mercado llega a ajustarse. Añadió que ve poco probable que los inversores de largo plazo conviertan sus portafolios, ya que las tasas internacionales empezarán a caer al tiempo que las locales tocan su piso.
El cálculo del incentivo por ahorrar en moneda nacional involucra los rendimientos ofrecidos por ambas opciones (colones y dólares), y las expectativas de depreciación o apreciación del tipo de cambio.
Para abril de este año, el saldo total de los depósitos a plazo en dólares en el sistema financiero nacional ascendió a $7.773 millones, por encima de los $7.019 millones del mismo mes del 2023, con lo cual se registró un aumento interanual del 10,7%. Además, ya suma seis meses creciendo en más de dos dígitos.
En este mismo lapso, el saldo total de los depósitos a plazo en colones en el sistema financiero nacional registró una caída del 1,62% para abril, en comparación con el mismo mes del año pasado, al pasar de ¢9,19 billones a ¢9,04 billones, según cifras del BCCR.
“La riqueza financiera no pareciera que se esté dolarizando, está muy estable. En depósitos a plazo sí se ve una dolarización (...) A los indicadores sobre dolarización le damos mucha relevancia porque nos indica qué desequilibrios podríamos tener en la economía y para actuar desde el punto de vista del BCCR”, afirmó Róger Madrigal, presidente del ente emisor, en la presentación del IPM de abril.
Lariza Martínez, gerente de productos de Depósito e Inversión de Scotiabank, explicó que en esta entidad han observado una ligera dolarización de los depósitos a plazo dadas las condiciones de política monetaria de la Reserva Federal de los Estados Unidos (FED) y el BCCR. Afirmó que los plazos favoritos son, principalmente, de seis a 12 meses.
Por su parte, Laura Moreno, vicepresidenta de Relaciones Corporativas, Mercadeo y Sostenibilidad del BAC, también confirmó que en este banco han notado un crecimiento en los depósitos a plazo en dólares desde hace varios meses debido a que los intereses resultan atractivos. Típicamente negocian certificados máximos de un año, y un plazo de vencimiento promedio de seis meses.
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Brecha entre tasas
En los últimos meses, la brecha entre el promedio de las tasas pasivas negociadas en colones y en dólares en las entidades financieras se ha reducido. Esto se debe a que los rendimientos en moneda nacional han comenzado a disminuir, mientras que los de la divisa mantienen una relativa estabilidad.
Estos últimos son influenciados por la tasa de interés de la FED, que mantiene su indicador de referencia sin cambios, en un rango de 5,25%-5,50% desde mediados de 2023. Para los colones, tiene influencia la tasa de política monetaria del Banco Central, que viene a la baja y actualmente se encuentra en 4,75%.
El promedio ponderado de la tasa pasiva negociada neta en colones descendió de 7,28% en abril del año pasado a 4,71% para el mismo mes de 2024. Por otro lado, en ese mismo lapso, este mismo indicador en moneda extranjera pasó de 3,27% a 3,49%.
El promedio ponderado de la tasa pasiva negociada neta en colones descendió de 7,28% en abril del año pasado a 4,71% para el mismo mes de 2024. Por otro lado, en ese mismo lapso, este mismo indicador en moneda extranjera pasó de 3,27% a 3,49%.
Para calcular el premio por invertir en colones, se deben tomar las tasas en dólares y sumar las expectativas de variación del tipo de cambio. A eso se le restan los rendimientos en colones y se obtiene un resultado. Los instrumentos deben compartir características similares de riesgo y plazo.
Si el resultado es negativo, el incentivo por invertir en moneda nacional es menos atractivo que hacerlo en la divisa, dado que al final se recibirán más colones por cada dólar si se cumple la expectativa. En contraste, si el resultado es positivo, la elección más prudente serían los colones.
Consecuencias
Este comportamiento relacionado con el aumento de la dolarización de ahorros para obtener mejores rendimientos respecto a los colones podría impactar en otros indicadores como las expectativas cambiarias y de inflación, ambas publicadas por el Banco Central.
El economista Daniel Ortiz, director ejecutivo de Consejeros Económicos y Financieros (Cefsa), consideró que el fenómeno podría ser el mecanismo de ajuste para que la inflación alcance la meta del 3% establecida por el Banco Central. El IPC ya suma un año por debajo del 2%, que es el punto inferior del rango de tolerancia del ente emisor.
“¿Es un problema? No, para mí es simplemente seguir las condiciones del mercado. Si el premio es negativo, el consumidor está siendo racional y se está dolarizando. Hay buenas razones para hacerlo, la preocupación del BCCR es que esto sea una dolarización desordenada, pero no me parece que estemos en esas condiciones”, comentó Ortiz.
Según Ortiz, la principal incidencia de una dolarización de los ahorros es que se aceleren las expectativas cambiarias y, por ende, las de inflación. Considera que si esto sucede, la inflación convergería en el rango meta de la autoridad monetaria, de entre 2% y 4%.
Juan Pablo Arias, economista de la Bolsa Nacional de Valores (BNV), comentó que las expectativas cambiarias, sobre todo las de corto plazo, suelen sobrerreaccionar por factores emocionales más que técnicos.
“Cuando el mercado empieza a ver ya hay varios días en que subió, todos creen que va a seguir la tendencia, y va a sobrerreaccionar. Hasta que el mercado no deje de sobre reaccionar así, es complicado modelar un comportamiento del tipo de cambio en el corto plazo”, comentó Arias.
En las últimas semanas, el tipo de cambio experimentó un episodio de nueve aumentos consecutivos, las cuales llevaron su precio desde ¢503,10 el 25 de abril, hasta los ¢512,90 en los que se situó el jueves 9 de mayo. Para el viernes 10, su valor fue de ¢512,52 en el Mercado de Monedas Extranjeras (Monex).