El Banco Central de Costa Rica (BCCR) apunta a alcanzar una “posición neutral” con su tasa de política monetaria, por medio de una reducción “gradual, ordenada y prudente” de este indicador, que tiene como propósito influir en el resto de tasas de interés, tanto de préstamos como de ahorros.
El miércoles 25 de octubre, la Junta Directiva del BCCR acordó reducir la TPM al 6,25%, disminuyendo 25 puntos base desde el 6,50% que se mantenía desde finales de julio pasado. Esta medida marcó el quinto descenso desde marzo, cuando empezó a retroceder el indicador desde el 9,00% que alcanzó en octubre del 2022.
En el comunicado oficial del BCCR explicó que esta decisión se basó en varios factores, incluyendo el comportamiento de la inflación y las expectativas inflacionarias, así como la apreciación del colón respecto del dólar, lo que reduce las presiones alcistas sobre los precios de bienes importados.
El Banco Central enfatizó en que el proceso de reducción gradual del indicador continuará en procura de alcanzar una posición neutral; sin embargo, recalcaron que lo harán de esta forma siempre y cuando las condiciones económicas lo permitan.
“Dada la valoración del comportamiento reciente y esperado de la inflación (...), la Junta Directiva estima que existe espacio para continuar con la reducción gradual, ordenada y prudente de la TPM, en procura de alcanzar una posición neutral. Este proceso continuará, siempre y cuando las condiciones lo permitan”, indicó la entidad en el comunicado de prensa.
José Luis Arce, director de la firma FCS Capital, explicó que el Banco Central fue claro en su justificación para reducir la TPM en 25 puntos, pues consideran que los riesgos inflacionarios que resurgieron en 2021 y exacerbaron en el primer semestre del 2022 han sido conjurados, por lo que hay espacio para bajar la TPM hasta una postura neutral, de manera paulatina.
Para Félix Delgado, exgerente del BCCR y economista de Consejeros Económicos y Financieros (Cefsa), esta posición de la autoridad monetaria es una señal de que las tasas de interés no regresarán a los niveles de antes y durante la pandemia de la covid-19.
“Estos niveles bajos lo son así desde hace varios años, concretamente desde la recesión del 2009-2010. Y todo parece indicar que la época de intereses bajos en el mundo ha llegado a su final. Entonces yo de plano descarto una baja de las tasas de interés a los niveles de los últimos 10 años incluida la pandemia”, manifestó Delgado.
Sin embargo, este economista consideró que para alcanzar una postura neutral en este indicador de referencia, es necesario hacer algunos ajustes adicionales a la baja. Para el exgerente del BCCR, las condiciones estarían para una TPM incluso inferior al 5%.
Por su parte, para el director de la firma FCS Capital, una postura neutral es probable que implique un tasa de política monetaria entre 4,5% y 5,0% en el largo plazo. El economista agregó que esto significa que la política monetaria no estimula la demanda ni la restringe.
Según Delgado, el BCCR todavía está temeroso de lo que haga la Reserva Federal, así como de las presiones geopolíticas sobre los precios del petróleo. No obstante, agregó que, si los riesgos se materializaran, habría que medir el impacto posible en la inflación local.
“Si se empezaran a percibir efectos en la inflación con una TPM por debajo de 5%, siempre tiene la posibilidad de ajustarla al alza. Para eso es su manejo discrecional de la TPM. Pero mantener la economía atada a tasas de interés altas por temor a lo que pudiera ocurrir, no me parece que sea una buena forma”, aseguró Delgado.
La tasa de política monetaria es una de las herramientas que tiene el Banco Central para influir sobre la economía y, por lo tanto, también influye sobre sus ahorros, las cuotas de sus créditos y hasta lo que usted consume. Se le denomina también “tasa de referencia”.
Daniel Ortiz, economista y director de Cefsa, explicó que una tasa neutral es consistente con un nivel de empleo pleno e inflación estable. El BCCR estableció su meta inflacionaria en 3%, con una desviación de un punto porcentual (p .p.) hacia arriba o hacia abajo.
Riesgos inflacionarios
A pesar de que el Banco Central señaló que procurará alcanzar una posición neutral ante el comportamiento actual de los indicadores de inflación y sus expectativas, también reconoció que la valoración de los riesgos para la proyección de la inflación general se inclinan al alza.
Entre las eventuales presiones al alza de la inflación, el BCCR destacó el precio de las materias primas importadas, en particular los hidrocarburos, debido a la intensificación de los conflictos geopolíticos en el Oriente Medio o por acuerdos de restricción de oferta.
También pusieron énfasis en los posibles choques de oferta vinculados a eventos de naturaleza climática. Otro riesgo al alza que está presente es la potencial recomposición del portafolio de instrumentos financieros, que de llegar a ocurrir, podría incrementar las expectativas de variación cambiaria.
Pablo González, analista económico de Mercado de Valores, afirmó que es importante prestar atención a la evolución de estos riesgos, tanto al petróleo como los instrumentos financieros, por su eventual impacto en el comportamiento de la inflación local.
Por su parte, Arce afirmó que estos factores de riesgo que señala el Banco Central explican que el proceso de baja en las tasas sea pausado, debido a que pueden generar presiones sobre los precios en el futuro y un posible impacto cambiario si se da una recomposición de los portafolios de inversión (por tipo de moneda, por ejemplo).
Según la autoridad monetaria, sus modelos de proyección indican que la inflación general mostrará, en lo que resta del 2023, variaciones interanuales cada vez menos negativas y que retornará al rango meta establecido por la entidad, de entre el 2% y el 4%, en el primer semestre del 2024.