El Banco Central de Costa Rica (BCCR) cumple dos meses consecutivos sin comprar dólares en el Mercado de Monedas Extranjeras (Monex) para incrementar, de forma directa, el saldo de sus reservas monetarias internacionales (RIN). Este comportamiento se presenta luego de un periodo de 12 meses consecutivos de registrar fuertes adquisiciones con este mismo objetivo.
La última ocasión en que el Banco Central intervino en el mercado para alimentar sus reservas por medio de operaciones propia fue el pasado 15 de mayo, cuando adquirió $3,75 millones. El día previo, el ente emisor demandó $4,4 millones.
Estas dos compras, que sumaron $8,15 millones, fueron las únicas operaciones registradas en mayo y las últimas que hizo el Banco Central para este fin, en los últimos dos meses, según datos suministrados por la la autoridad monetaria por medio de su página web.
A pesar de la reciente pausa, la entidad adquirió $1.393,2 millones en los primeros seis meses de 2024, muy por encima de los $475,1 millones comprados con este mismo objetivo, en el mismo lapso de 2023. En esta fracción de 2024, la cifra equivale al 73,4% de los $1.899 millones demandados durante todo el año pasado.
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Esto sucede, en parte, porque el Banco Central reactivó las adquisiciones de este tipo en mayo del año pasado, luego de que no interviniera en el mercado de esta manera desde mediados de 2020, en gran medida debido a una menor abundancia de divisas que marcó este periodo.
Por otro lado, la autoridad monetaria mantiene constante su intervención para satisfacer la demanda del sector público no bancario (SPNB). El BCCR es el encargado de comprar las divisas a las instituciones públicas que utilizan dólares para sus transacciones y lo hace mediante la intervención en Monex. También puede participar en el mercado para evitar variaciones abruptas del tipo de cambio, con operaciones de estabilización cambiaria.
Durante los primeros seis meses de 2024, el Banco Central compró $1.649 millones para el SPNB, de los cuales $760,28 millones, es decir, el 46% del monto total, los adquirió en mayo y junio, según los datos del emisor.
En su más reciente Informe Mensual de Coyuntura Económica, publicado el pasado 27 de junio, el BCCR destacó que para mayo pasado el resultado superavitario del mercado, que fue menor al de 2023, les permitió adquirir divisas para cubrir parcialmente los requerimientos del sector público y alimentar sus reservas por $8,15 millones.
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El ente emisor no logró cubrir por completo los requerimientos de las instituciones públicas, debido a que demandaron $376,2 millones en ese mes, es decir, $112,5 millones más de lo que el Banco Central pudo adquirir por medio del mercado. Ante esto, debieron echar mano del saldo de las reservas monetarias para saldar esa diferencia.
Pablo González, analista económico de Mercado de Valores, manifestó que durante algunas sesiones de negociación en mayo el BCCR ni siquiera adquiría la totalidad que le vendía al sector público, debido a la escasez de divisas y también a que la demanda y oferta entre los participantes del Monex no generaban faltantes o excedentes.
“Si tomamos en consideración todo el 2023, en realidad se han vendido más divisas de las que se han recuperado de Monex; si vamos más atrás en el tiempo, podemos ver que era un problema que se arrastraba desde la pandemia y que se empezó a nivelar cuando empezaron los excedentes de oferta en el mercado a partir de la segunda mitad del 2022″, afirmó González.
La Nación consultó al Banco Central el pasado jueves 11 de julio a las 10:30 a. m. sobre los factores que han influido en esta pausa en las compras directas para sus reservas, si planean seguir comprando dólares para este fin si el mercado lo permite y en qué porcentaje se encuentra el indicador de seguimiento del saldo de reservas. Ese mismo día en horas de la mañana confirmaron el recibido de las consultas, pero al cierre de edición no se obtuvo una respuesta.
Saldo de reservas estable
A pesar de la pausa en las compras para alimentar las reservas monetarias, el saldo se ha mantenido relativamente estable, oscilando entre los $13.000 millones y $14.000 millones. Con corte al 16 de julio (último dato disponible), el monto asciende a $13.928,5 millones, superando en $2.607,7 millones al mismo día del año pasado.
Vidal Villalobos, analista de Grupo Prival, explicó que esta estabilidad responde a que las reservas no solamente se nutren de las compras propias que haga el Banco Central, sino también de rubros como las captaciones del Ministerio de Hacienda, tales como los recursos del Fondo Monetario Internacional (FMI), por mencionar un ejemplo.
A principios de año, este monto llegó a superar los $14.000 millones, pero hacia finales de febrero se redujo por el pago adelantado de $825 millones de un préstamo con el Fondo Latinoamericano de Reservas (FLAR). Desde entonces, el saldo no ha vuelto a superar esa barrera histórica.
Luis Alvarado, analista económico y bursátil de Acobo Puesto de Bolsa, comentó que la acumulación de reservas permite hacerle frente a posibles choques externos que producen volatilidad, así como satisfacer la demanda de divisas del sector público.
A inicios de 2024, las mayores compras provocaron un incremento en la colocación de bonos de estabilización monetaria (BEM) por parte del Banco Central, ya que cada vez que adquiere dólares debe liberar colones en la economía. Esta mayor liquidez debe ser controlada para evitar presiones inflacionarias utilizando herramientas como los BEM.
Sin embargo, para el segundo trimestre del año se redujo considerablemente esta colocación ante la menor demanda de dólares del ente emisor. En los primeros tres meses de 2024 se colocaron ¢795.808 millones en BEM, muy por encima de los ¢301.454 millones captados de abril a junio.
¿Afecta el tipo de cambio?
La compra de dólares por parte del Banco Central, tanto para el sector público como para las reservas, actúan como una fuerza de demanda en el mercado, con la cual se mitigan las presiones a la baja sobre el tipo de cambio del dólar respecto al colón. En los últimos meses, la divisa ha oscilado entre ¢520 y ¢530.
Para González, los ajustes en estas transacciones no deberían afectar la tendencia del tipo de cambio, ya que el Banco Central entra a jugar como un participante más del mercado. Añadió que el ente emisor tiene espacio para participar en Monex cuando las condiciones de oferta y demanda lo permitan.
Alvarado coincidió en que las compras del Banco Central para el sector público se programan con anticipación, lo que evita su influencia o impacto directo en el mercado cambiario. Agregó que el objetivo es mitigar la volatilidad que se puede presentar en el mercado por necesidades puntuales en fechas particulares.