El Banco Central de Costa Rica (BCCR) aceleró el ritmo de la compra de dólares para alimentar sus reservas internacionales durante los primeros cuatro meses del 2024, en medio de la mayor abundancia de divisas que persiste en el mercado cambiario.
Según datos de la autoridad macroeconómica, desde enero y hasta el 23 de abril pasados, se habían adquirido $1.379 millones en el Mercado de Monedas Extranjeras (Monex), con el objetivo de aumentar el saldo de reservas. En esta fracción del año calendario la cifra equivale al 72,6% de los $1.899 millones comprados con ese fin durante todo el 2023.
Además, estos $1.379 millones representan 41,3% del total negociado en el Monex en lo que va de 2024 ($3.336 millones), lo que ratifica el peso de la participación de la autoridad monetaria en el mercado.
El mes de mayor actividad fue, por mucho, marzo, ya que la autoridad monetaria adquirió $736,1 millones durante las sesiones en el Monex. Le sigue abril, con la compra de $250,5 millones, a falta de pocos días para concluir el mes.
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El economista Vidal Villalobos, analista de Grupo Prival, explicó que la mayor intervención del Banco Central responde al incremento en la oferta de dólares en el país, debido a factores como la inversión extranjera directa, el turismo y las exportaciones.
Villalobos también señaló que hay cierta reticencia por parte del Banco Central para reducir la tasa de política monetaria a un nivel acorde con la inflación del país, lo que impacta en las expectativas cambiarias y provoca que el mercado evite acumular dólares en sus carteras.
Actualmente, el saldo de reservas monetarias asciende a $13.468,8 millones, superando en $2.473,8 millones la cifra del 21 de abril del 2023. Incluso, a principios de año, llegó a superar los $14.000 millones, pero hacia finales de febrero se redujo por el pago de $825 millones de un préstamo con el Fondo Latinoamericano de Reservas (FLAR).
Las reservas actúan como un blindaje para enfrentar adversidades externas. El Banco Central señaló, a principios de año, que este fondo es un seguro que permite a Costa Rica afrontar y mitigar los impactos de choques adversos, manteniendo así la estabilidad de la economía.
Este considerable aumento experimentado en las reservas, ante una mayor abundancia de divisas en la economía, hizo que el Banco Central diversificara la inversión de esos recursos, manteniendo un perfil altamente conservador, según reconoció a La Nación a principios de abril.
El ente emisor optó por diversificar la inversión de esos recursos mediante una reducción en las colocaciones a corto plazo con el objetivo de aumentar las de plazos más largos. Asimismo, aumentó la tenencia de activos financieros emitidos por agencias gubernamentales, así como por otros gobiernos soberanos distintos al de Estados Unidos, tales como Japón, Canadá, Australia y Noruega.
Las mayores compras también provocaron un incremento en la colocación de bonos de estabilización monetaria (BEM) por parte del Banco Central, ya que cada vez que adquiere dólares debe liberar colones en la economía. Esta mayor liquidez debe ser controlada para evitar presiones inflacionarias utilizando herramientas como los BEM.
“Esa factura hay que pagarla y el Banco Central la paga retirando colones, con la finalidad de que esa liquidez no le pase la factura en materia inflacionaria. Basta ver los saldos en bonos de estabilización monetaria, que en el último año han crecido de manera sostenida”, afirmó Villalobos.
Según los últimos datos disponibles en el sitio web del Banco Central, en lo que va del 2024 se colocaron ¢845.917,95 millones en bonos de estabilización. Esta cifra representa el 65,3% del total asignado en BEM para todo 2023, que fue de ¢1.294.749,1 millones.
Fuerzas alrededor del precio
La compra de dólares para recargar las reservas es una de las intervenciones recurrentes por parte del Banco Central ante la mayor oferta de divisas. Este tipo de operaciones actúa como una fuerza de demanda en el mercado, con la cual se mitigan las presiones a la baja sobre el tipo de cambio.
La autoridad monetaria mantiene una participación constante en el Monex, ya sea comprando para sus reservas o por requerimiento del sector público no bancario (SPNB); sin embargo, el precio de la divisa ha venido a la baja, alcanzando valores que no se veían hace una década.
Carlos Fernández, exgerente del Banco de Costa Rica (BCR), afirmó que el Banco Central continúa reforzando sus reservas monetarias con el propósito de sostener el precio del dólar ya que, de no adquirir el sobrante de divisas, el tipo de cambio del dólar respecto al colón sería aún menor.
Para Fernández, entre los factores que influyen en ese sobrante de dólares se encuentra el diferencial de tasas de interés entre colones y dólares, la necesidad del sector empresarial de vender una mayor cantidad de divisas para cubrir el pago de los gastos en moneda nacional, y que el Gobierno redujo su demanda para el pago de deuda en la divisa.
En su última revisión, el Fondo Monetario Internacional (FMI) enfatizó que debe permitirse que el tipo de cambio se mueva con flexibilidad en respuesta a las condiciones del mercado y, con las reservas internacionales en niveles adecuados, la intervención del Banco Central debería limitarse a responder a las condiciones desordenadas del mercado.
El pasado viernes 19 de abril, el tipo de cambio del dólar cerró en ¢501,95 en el Monex. Durante la semana, la moneda estadounidense alcanzó su precio más bajo del 2024, cuando llegó a ¢501,89, el 18 de abril. Este 24 de abril el promedio ponderado finalizó en ¢503,30.