El Banco Central de Costa Rica (BCCR) aumentó, desde mediados del 2023, el uso de las captaciones mediante sus bonos de estabilización monetaria (BEM) y subastas de contracción en el Mercado Integrado de Liquidez (MIL) con el objetivo de recoger parte de los colones que ha tenido que emitir debido a la abundante compra de dólares de los últimos meses.
Según la entidad, la emisión de estos bonos y subastas en moneda local tiene como objetivo absorber excedentes de liquidez, es decir, dinero, que podría generar presiones inflacionarias en la economía. El BCCR los coloca a plazos y ofrece un rendimiento a los inversionistas a cambio de retener su dinero.
De acuerdo con las cifras del propio Banco Central, en el mes de febrero pasado captó, con el uso de los BEM, ¢319.477,7 millones, en comparación con los ¢45.504,4 millones del mismo mes del 2023. En un año, se registró un incremento de casi 600%.
Esto también se reflejó en el saldo de los BEM en colones, que registró un aumento del 94,2% de un año a otro. Este monto pasó de ¢1,25 billones en febrero del 2023, a ¢2,43 billones para el mismo mes del 2024. El saldo se refleja en el valor nominal de los bonos.
Bernardita Redondo, directora de la División de Activos y Pasivos del Banco Central, aseguró durante la presentación del Plan de Financiamiento de 2024 del Ministerio de Hacienda y el BCCR, que el 19% de las colocaciones en 2023 fueron a corto plazo, el 62% a dos años y el restante 19% a cinco años.
La cruzada del BCCR para recoger liquidez debido a la importante compra de dólares hecha en el 2023 y lo que va del 2024 también se evidencia en las subastas de contracción de liquidez efectuadas por el BCCR en el Mercado Integrado de Liquidez (MIL).
Estas operaciones del MIL, un mercado que permite la administración de posiciones de liquidez de corto plazo a entidades financieras y al BCCR, son diarias. El saldo al 29 de febrero es de ¢1,08 billones, el 54% más que el 1.º de marzo del año anterior, cuando era de ¢706.855 millones.
Redondo añadió que uno de los propósitos para este año es trasladar estas subastas del MIL, que son de un día, a plazos más largos. Agregó que al comprar dólares, hay dinero que debe esterilizarse. La meta de captación neta total para el 2024 es de ¢1.3 billones, de los cuales ya han colocado una buena parte.
La autoridad monetaria explicó que estos aumentos se deben a la necesidad de absorber los excesos de liquidez generados, en gran medida, por las compras de dólares realizadas por el Banco Central en el mercado cambiario.
Esto ocurre porque cada vez que el Banco Central adquiere dólares en el mercado cambiario, debe emitir colones que ingresan a la economía, lo que podría generar presiones inflacionarias si la liquidez en colones es excesiva.
En total, durante el 2023, el Banco Central adquirió $6.800 millones en el Mercado de Monedas Extranjeras (Monex), la cifra más alta en al menos los últimos 10 años, superando la suma combinada de todo lo comprado en el 2021 y 2022.
Este monto se distribuyó en $4.901 millones para satisfacer las necesidades del sector público no bancario (SPNB) y $1.899 millones para fortalecer las reservas monetarias internacionales, que ahora superan los $13.700 millones. La tendencia de compras continúa en este 2024.
Róger Madrigal, presidente del Banco Central, explicó que a diario el ente emisor adquiere dólares, lo que implica la emisión de colones, que deben esterilizarse hacia el final del día. Aunque agregó que esto es una labor que se realiza todo el año, esta se intensificó a mediados del 2023.
Presiones inflacionarias
Freddy Quesada, gerente general de INS Valores, explicó que el Banco Central identificó un exceso de liquidez en el mercado y que estos bonos buscan retirarla para prevenir posibles presiones inflacionarias.
El ente emisor confirmó a La Nación que al reducir esos excesos de dinero presentes en la economía, se mitigan el riesgos inflacionarios.
Daniel Ortiz, director de Consejeros Económicos y Financieros (Cefsa), explicó que la circulación de más dinero podría traducirse en inflación en el tanto la población gaste esos excesos de colones y demande más bienes y servicios.
Sin embargo, el economista consideró que este es un riesgo bajo ante el crecimiento moderado de las empresas del régimen definitivo, es decir, fuera de zonas francas (que son la mayoría) y la situación económica de las familias.
El saldo de BEM inició su crecimiento a inicios del 2023, acelerándose especialmente hacia la mitad del año. Un comportamiento muy similar sucedió con las subastas en el MIL. Ambos registraron fuertes incrementos interanuales.
Adriana Rodríguez, gerente general de Acobo Puesto de Bolsa, indicó que esta dinámica también está alineada con la política monetaria restrictiva adoptada por el Banco Central para dirigir la inflación hacia su objetivo del 3%, con una desviación de un punto porcentual hacia arriba o abajo.
Rodríguez añadió que, junto con las tasas de interés, la política monetaria restrictiva se complementa con acciones para limitar o encarecer la liquidez, logradas mediante herramientas como la emisión de bonos de estabilización.
La gerente general de Acobo añadió que, ante el incremento en la liquidez provocado por la compra de dólares, el BCCR prácticamente está obligado a absorber esos colones, ya que el superávit del Gobierno y el poco apetito por créditos en moneda local hacen que otros canales de demanda de recursos estén cerrados.
La inflación interanual en Costa Rica medida con el índice de precios al consumidor (IPC) cerró en -1.87% en enero del 2024. Este fue el octavo mes seguido en el que se registraron valores negativos, y el noveno por debajo del rango de tolerancia del BCCR (entre 2% y 4%). El indicador viene en desaceleración desde finales del 2022.
Costo financiero
Las captaciones realizadas por el Banco Central tienen un costo que impacta en los resultados financieros del ente emisor, quien debe pagar una tasa de interés por la colocación de estos instrumentos. Además, el aumento se enmarca en un contexto de tipos de interés altos.
Según el ente emisor, el costo promedio de los BEM fue del 6,29% en el 2022 y del 7,40% el año pasado, lo que representa un incremento en el costo financiero de estos instrumentos de 111 puntos básicos de un año a otro (100 puntos base equivalen a un punto porcentual).
Las tasas de interés de las subastas del MIL también experimentaron un aumento en ese mismo lapso, debido a los ajustes realizados en la tasa de política monetaria (TPM), los cuales inciden en el mercado en colones.
Esta mayor colocación de bonos implicó un aumento en los costos financieros del BCCR; sin embargo, el incremento en el nivel de reservas monetarias y las tasas prevalecientes en los mercados internacionales también permitieron incrementar los ingresos, lo que compensó el aumento en los costos.
Como resultado de esto, la autoridad monetaria aseguró que su déficit financiero, bajo la metodología de cuentas monetarias, se redujo de un año a otro. El monto pasó de ¢31.483,3 millones, en el 2022, a ¢3.765 millones, en el 2023.
Más espacio
Aunque el aumento en el uso de operaciones de esterilización de liquidez fue sustancial en el 2023, el Banco Central estima que aún tiene espacio para colocar BEM sin que ello genere un déficit financiero que influya en el control de la inflación más allá de la meta pactada por el ente emisor.
“Dicho espacio se justifica porque existe demanda por los títulos del Banco Central y porque el nivel actual del déficit del Banco Central, como proporción del PIB es reducido, de 0,01% en el 2023, lo cual es muy inferior a la tasa de incremento de la demanda por dinero”, indicó la autoridad monetaria.
Según Freddy Quesada, este tipo de bonos son atractivos para una amplia gama de inversionistas, tales como asociaciones solidaristas, inversionistas de corto y mediano plazo, así como para entidades financieras como bancos o cooperativas.
Bernardita Redondo comentó que, en relación con los BEM, el propósito es continuar con las colocaciones a corto plazo con tasas congruentes con el mercado, así como con las captaciones a tasas fijas a dos y cinco años, es decir, un plan similar al ejecutado desde mediados del 2023.
Quesada añadió que, dado el escenario de inflación negativa y la favorable captación del Banco Central, estos instrumentos mantienen su atractivo para los inversionistas, aunque se espera una reducción en los rendimientos a lo largo del año.
Colaboró el periodista Óscar Rodríguez