Los resultados financieros del Gobierno Central para el primer trimestre de este año indican un retroceso en la mejora observada desde 2020, cuando comenzaron a manifestarse los efectos de la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas, conocida como reforma fiscal. Durante los primeros tres meses de 2024, el superávit primario disminuyó en comparación con el mismo periodo de 2023, mientras que el déficit fiscal se incrementó. Además, la recaudación tributaria experimentó una desaceleración.
El resultado primario en las finanzas públicas es la diferencia entre los ingresos totales del gobierno y sus gastos totales, excluyendo los pagos por intereses de la deuda pública. En el primer trimestre de 2024, este indicador bajó al 0,7% del PIB, en comparación con el 1% del mismo periodo en 2023. Por otro lado, el déficit fiscal (que incluye el gasto por intereses) aumentó de -0,5% a -0,7%.
Así, el balance primario se ubicó por debajo del valor del 2022 y el déficit fiscal igualó el de ese mismo año.
Nogui Acosta Jaén, ministro de Hacienda, aseguró que los resultados retrocedieron debido al mayor gasto por el pago de aumentos salariales retroactivos a un grupo de empleados públicos. En total, el gasto corriente del gobierno aumentó en ¢31.031 millones, impulsado únicamente por el crecimiento en remuneraciones y transferencias. En cifras absolutas, el pago de intereses y de bienes y servicios fue menor al del mismo periodo del año anterior.
El balance primario del primer trimestre de 2024 disminuyó en ¢114.645 millones en comparación con el mismo periodo de 2023. De ese monto, ¢72.713 millones se deben a menores ingresos y ¢41.932 millones a mayores gastos, según el Ministerio de Hacienda.
Acosta admitió que “el panorama fiscal al primer trimestre es retador” debido a la disminución en los ingresos, pero aseguró que el Ministerio de Hacienda mantiene el objetivo de reducir la relación deuda-PIB (producto interno bruto) por debajo del 60% para 2025. Para ello, será necesario mejorar la recaudación tributaria, mantener el control del gasto y gestionar la deuda de manera estratégica, aseveró.
Daniela Córdoba Solano, investigadora del Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas de la Universidad de Costa Rica (IICE-UCR), señaló que desde finales de 2023 los resultados fiscales muestran una disminución tanto en los ingresos como en los gastos. Sin embargo, destacó que la caída en los ingresos ha sido más pronunciada que la reducción en los gastos como porcentaje del PIB, lo que ha afectado los resultados del Ministerio de Hacienda.
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El gasto total fue de 4,7% del PIB en el primer trimestre de 2024, en comparación con el 4,8% del mismo periodo de 2023.
Mauricio Castro, analista económico de la Bolsa Nacional de Valores, explicó que, aunque el reporte fiscal a marzo difiere de la tendencia de mejora observada tras la reforma fiscal, es necesario contrastar estos resultados con el Marco Fiscal de Mediano y Largo Plazo 2024-2029. En este documento, Hacienda define los objetivos a largo plazo, así como los retos y riesgos potenciales.
En dicho marco, el Ministerio de Hacienda establece un balance primario de 1,9% del PIB para 2024. Córdoba explicó que los resultados del primer trimestre pueden ser menores debido a su carácter parcial y coyuntural, siendo susceptibles de cambiar con el endeudamiento, así como con los ingresos y gastos de los meses restantes.
Ingresos del Gobierno disminuyeron
Mauricio Castro confirmó que los menores ingresos del Gobierno son la principal razón de la moderación en los resultados fiscales del primer trimestre. Esto se debe a una menor recaudación tributaria y a leyes que redujeron la base impositiva.
Por su parte, el ministro Acosta explicó que la baja en la recaudación impacta negativamente en los objetivos del Ministerio de Hacienda. En concreto, el ministro atribuye este comportamiento a la rebaja del marchamo, que significó ¢68.000 millones menos, así como a la reforma a las rentas extraterritoriales, que redujo ingresos en ¢9.000 millones.
En setiembre de 2023, la Asamblea Legislativa aprobó la rebaja del impuesto sobre la propiedad de los vehículos, el principal componente del marchamo. Esta medida provocó que los permisos de circulación, que se comenzaron a cobrar desde noviembre de 2023, se calcularan sobre una base imponible diferente, lo que resultó en un impuesto más bajo. Además, durante la misma semana, el plenario ratificó la ley destinada a sacar a Costa Rica de la lista negra de países no colaboradores en temas fiscales de la Unión Europea. Esta ley incluyó una reforma a la legislación del impuesto sobre la renta para evitar la doble no imposición.
En total, los ingresos tributarios del Gobierno disminuyeron en ¢92.685 millones en los primeros tres meses de este año, principalmente debido a una menor recaudación del impuesto sobre la renta a personas jurídicas, del impuesto a la propiedad (marchamo) y, en menor medida, del IVA.
Castro señaló que los ingresos totales también se vieron afectados por el tipo de cambio, ya que la devaluación del dólar impacta la recaudación de impuestos aduaneros, IVA y renta para empresas generadoras de dólares.
En el 2023, la caída en el precio del dólar en Costa Rica tuvo un costo de ¢99.828 millones en las finanzas del Gobierno, lo que equivale al 0,21% del producto interno bruto de ese período, incluso considerando el beneficio por el menor gasto en deuda que se paga en dólares.
Por otra parte, el marco fiscal de mediano plazo indica que ya se han alcanzado los rendimientos previstos por la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas, por lo que Hacienda no prevé ingresos adicionales por ese concepto, como ocurría en años anteriores.
“Es importante tener bajo observación la posición oficial sobre propuestas destinadas a reducir tasas impositivas o incorporar exoneraciones que puedan minar el nivel de ingresos tributarios”, comentó Castro.
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Córdoba coincidió en que es necesario esperar algunos meses para analizar el desempeño fiscal anual, teniendo en cuenta el ingreso de $1.000 millones por eurobonos y otros préstamos con organismos multilaterales.
Al consultar a Acosta sobre las proyecciones para el cierre del año, el jerarca citó las estimaciones del Marco Fiscal de Mediano Plazo 2024. Según este marco, se espera un balance primario del 1,85% y un déficit fiscal del -3,1%, mejorando así las cifras del cierre del 2023. Al mismo tiempo, se prevé que los ingresos totales representen el 15,1% del PIB, mientras que los ingresos tributarios alcancen el 13,6% de la producción.
Cifras fiscales tardan más de 40 días en llegar
Este año, el Ministerio de Hacienda ha presentado los informes de cifras fiscales con un rezago promedio de 43 días. Esto implica que una vez finalizado un mes, la cartera tarda 43 días, en promedio, en presentar el reporte. En comparación, el promedio para los informes de diciembre de 2022 a marzo de 2023 fue de 26,5 días.
Tras la consulta de La Nación sobre por qué el plazo ahora es mayor, Luis Antonio Molina, viceministro de Egresos de Hacienda, indicó que la preparación de esta información implica un procedimiento interno por parte de las direcciones encargadas de generar los datos que sirven de base para el boletín.
Según mencionó, una vez cerrado el mes, la Contabilidad Nacional tiene un plazo para presentar la liquidación presupuestaria. Luego, la Secretaría Técnica de la Autoridad Presupuestaria y las Direcciones de Crédito Público, General de Hacienda y Presupuesto Nacional deben elaborar las estadísticas e información para el documento, lo que implica un trabajo meticuloso de varios días. Una vez entregada, la información es revisada por asesores del Despacho del ministro, quienes elaboran el texto final para su revisión por parte del jerarca.
“Para la elaboración del informe de fin de año, los plazos de cierre son más extensos, como consecuencia del periodo de vacaciones colectivas. De igual forma, algunos informes se ven afectados en virtud de celebraciones como la Semana Santa 2024, que este año retrasó la salida del informe de cierre a marzo”, señaló el viceministro.
“Es importante tener bajo observación la posición oficial sobre propuestas destinadas a reducir tasas impositivas o incorporar exoneraciones que puedan minar el nivel de ingresos tributarios”
— Mauricio Castro, analista económico