La drástica reducción en los ingresos del régimen de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM), durante el 2020 y este año, obligaron a la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) a usar, en promedio, ¢25.000 millones mensuales de la reserva del fondo para hacerle frente a los gastos en pago de pensiones.
Jaime Barrrantes, gerente de Pensiones de la CCSS, confirmó que el nivel de ingresos por cuotas obrero-patronales y la contribución estatal se redujo de manera significativa, desde abril del 2020, y el nivel sigue sin recuperarse.
“Los ingresos mensuales por cuotas particulares eran, en promedio, de ¢80.000 millones, más ¢15.000 millones de la cuota del Estado. Eso cayó en promedio a ¢75.000 millones, e incluso a ¢65.000 millones, en algunos meses muy críticos”, reconoció el jerarca.
En tanto, los egresos mensuales del sistema son de ¢100.000 millones, en promedio. Un total de ¢80.000 millones en pago de pensiones, a lo cual debe sumarse ¢20.000 millones por aporte del IVM al seguro de salud, por la atención médica de los jubilados, y el gasto administrativo de la Gerencia de Pensiones.
“Las brechas entre los ingresos y egresos han tenido que ser cubiertas con intereses (de las inversiones de la reserva)”, reconoció Barrantes.
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La baja en los ingresos se genera a raíz de la pandemia sanitaria, el incremento del desempleo y el menor traslado de recursos del Gobierno al régimen, según la CCSS.
La Dirección Actuarial de la institución reveló, en el oficio PE-DAE-0100-2021, del 28 de enero anterior, que desde el año pasado se usó la reserva del sistema a raíz del descalce en el flujo de efectivo del IVM.
“En el flujo de efectivo proyectado, por el Área de Tesorería General para el 2021, se realizó el calce de las obligaciones corrientes con los ingresos ordinarios estimados. Esto con el objetivo de determinar las necesidades de liquidez del fondo y disminuir los recursos provenientes de vencimientos de principales e intereses de la reserva mantenidos a la vista”, señaló el informe.
Barrantes dijo que, el año pasado, utilizaron la totalidad de los intereses de la reserva de las inversiones, monto que ascendió a ¢200.000 millones.
Para el 2021, prevé una utilización similar de recursos, pero la baja o aumento dependerá del flujo de ingresos.
Está previsto el vencimiento de ¢100.700 millones de inversiones del régimen para este año. Además, de que por intereses se prevé el ingreso de ¢159.697 millones.
Por otra parte, el Comité de Riesgos para los Fondos Institucionales de la Caja alertó a la Junta Directiva, el pasado 11 de marzo, sobre los desequilibrios financieros que enfrenta el sistema.
Asimismo, urgió a los directores a aprobar la reforma al IVM, para darle sostenibilidad al régimen, y tomar en cuenta el contexto provocado por la pandemia de la covid-19, según el acta 9163, de la cual tiene copia La Nación.
Finanzas del IVM bajo estrés
La pandemia, el desempleo y los atrasos del Ministerio de Hacienda para girar cuotas estatales afectan las finanzas del principal régimen de pensiones de Costa Rica.
FUENTE: Gerencia de Pensiones, CCSS || Infografía / LA NACIÓN.
La Directiva de la Caja aprobó, el 10 de agosto, los tres planes de reformas al sistema de pensiones.
Los cambios propuestos van desde elevar la cotización tripartita al fondo desde el 10,66% actual hasta 15,16% o unificar el monto de la jubilación para que sea equivalente al 45% del salario para todos los nuevos pensionados. Actualmente, es del 52%.
Además, plantea establecer la edad de jubilación en 65 años para todos los trabajadores, es decir, eliminar la pensión anticipada que permite a las mujeres retirarse a los 59 años y 11 meses, con 462 cuotas; y a los hombres a los 61 años y 11 meses, con 462 cuotas.
Finanzas al límite
El IVM es el principal fondo de pensiones de Costa Rica en el cual cotizan 1,5 millones de trabajadores, 80.000 patronos y el Estado.
A febrero anterior, contaba con 305.835 beneficiarios de una pensión.
La crisis económica del país hizo que el sistema reportara, en el 2020, el nivel más bajo de crecimiento de la reserva de los últimos nueve años.
A diciembre anterior, el saldo ascendió a ¢2,38 billones, es decir, tuvo un incremento del 3,83%, comparado con el mismo periodo del 2019, cuando ascendió a ¢2,29 billones, según la Dirección Actuarial de la CCSS.
El informe resalta que, a partir del 2013, se inicia el proceso de desaceleración en el crecimiento de la reserva, pese a que, en el 2018 y 2019, se dio un incremento en la contribución obrera, de los patronos y el Estado.
Barrantes comentó que el fenómeno se acrecentó, el año anterior, a raíz de la crisis de la covid-19.
Pero también porque la cantidad de nuevos jubilados sigue en aumento, pues cada mes al sistema se le agregan más de 2.000 nuevos beneficiarios.
Por ejemplo, los estados financieros del IVM, a febrero pasado, detallan que en ese mes se agregaron 2.407 nuevos jubilados al régimen.
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En el menor incremento de la reserva influyó, precisamente, la reducción en los ingresos por contribuciones.
El análisis hecho por la Dirección Actuarial muestra que el régimen tuvo, el año pasado, cuatro meses en que los ingresos estuvieron por debajo del gasto.
El flujo de efectivo se vio drenado tanto por el alza del desempleo, que llegó al 24% entre los meses de abril, mayo y junio del 2020, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
También porque el Congreso permitió, a raíz de la pandemia, reducir hasta la mitad el sueldo de los empleados y suspender los contratos de trabajo.
Debido a dicha situación, la CCSS elevó los recursos administrados a corto plazo, principalmente depositados en cuentas corrientes.
Por ejemplo, en enero y febrero del año pasado, el monto mensual a la vista fue de ¢12.876 millones y ¢10.693 millones, respectivamente.
Sin embargo, a partir de marzo, la liquidez se disparó y llegó, en abril del 2020, a un nivel más alto con casi ¢140.000 millones.
A partir de junio comenzó a reducirse, pero aún se mantiene por encima del nivel histórico de ¢10.000 millones.
Barrantes explicó que dicha medida se tomó a raíz del descalce entre ingresos y gastos.