La edad de retiro, el porcentaje de aporte y el monto de las pensiones futuras de 1,5 millones de trabajadores se definirán, a finales de marzo próximo, en el régimen de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM).
Jaime Barrantes, gerente de Pensiones de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), confirmó que la Junta Directiva de la institución tomará una decisión sobre los tres planes de reforma al principal sistema de jubilaciones de Costa Rica al finalizar el primer trimestre del 2021.
“Llevaremos (en marzo) los elementos suficientes para que la Junta pueda definirse por una propuesta y el camino para aprobarla, lógicamente lo más pronto posible”, confirmó Barrantes a La Nación.
El funcionario agregó que, durante las próximas semanas, recibirán las observaciones del sector privado, sindicatos y el Gobierno a las modificaciones presentadas desde agosto anterior.
Los ajustes comenzarán a regir 18 meses después de que sean aprobados en firme por los directivos de la Caja.
Una vez tomado el acuerdo, se comenzará el proceso para la conformación de una mesa de diálogo social para un “acuerdo país“ que genere ingresos frescos al régimen de pensiones, destacó Barrantes.
Entre setiembre y diciembre anterior, la Gerencia de Pensiones expuso a los diferentes sectores sociales las iniciativas para fortalecer el IVM y alargar la vida de la reserva del fondo de jubilaciones a una fecha entre el 2050 y 2053.
El último estudio actuarial del IVM, de julio del 2019, prevé que la reserva del fondo se agote en el 2037.
La Directiva de la Caja aprobó, el pasado 10 de agosto, los tres planes de reformas al sistema de pensiones.
Los cambios propuestos van desde elevar la cotización tripartita al fondo desde el 10,66% actual hasta 15,16%; unificar el monto de la jubilación para que sea equivalente al 45% del salario para todos los nuevos pensionados, actualmente es del 52%.
Además de establecer la edad de jubilación en 65 años a todos los trabajadores, es decir eliminar la pensión anticipada que permite a las mujeres retirarse a los 59 años y 11 meses, con 462 cuotas; y a los hombres a los 61 años y 11 meses, con 462 cuotas.
“En el escenario donde se elimina el retiro anticipado no se toca ni la cotización, ni beneficios. En los otros dos, sí hay aumento en la edad anticipada, en una es de dos años y en otra de tres años, y se combina con otros ajustes como la fórmula de cálculo y se prevé un aumento de cotizaciones de forma gradual y más allá del 2029”, resumió Barrantes.
El sistema contaba con 299.354 beneficiarios y una reserva de ¢2,96 billones, según los estados financieros de octubre pasado.
Efectos de pandemia
El Gerente de Pensiones destacó que, por el momento, no tienen claridad del efecto a futuro generado por la pandemia de la covid-19 en la caída en la recaudación y por el uso de las ganancias de las reservas del IVM para pagar a los actuales jubilados.
Barrantes destacó que, posiblemente, la reducción en los ingresos y cotizantes tendrá repercusiones, pero será necesario un nuevo estudio actuarial para determinar el impacto.
“Lógicamente algún impacto tendrá, pero dependiendo de la duración de la crisis en sí, así será el impacto. Eso es lo que no tenemos claro. En un sistema de pensiones de aquí al 2040, uno o dos de esos años no se comportó como lo previsto, a la larga el impacto no será significativo”, dijo el jerarca.
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A setiembre anterior, el IVM registró la pérdida de 90.000 aportantes, de los cuales el 95% eran trabajadores del sector privado.
Entre enero y setiembre del 2020, la CCSS registró ingresos por ¢679.803 millones por aportes obrero-patronales, es decir una reducción del 1,2% comparado con los ¢688.210 millones del mismo periodo del 2019.
La baja en cargas sociales es muy relevante para el régimen, pues representan el 70% de los ingresos totales del fondo de jubilaciones.
Los atrasos en las transferencias del Gobierno es otro golpe para el IVM. El Poder Ejecutivo debe efectuar la contribución al sistema de la contribución estatal y de impuestos específicos.
Sin embargo, la crisis fiscal ha impedido efectuar el traslado de dichos recursos. Hasta setiembre, el Gobierno había aportado ¢87.514 millones de cuota estatal, ¢11.427 millones de cuota de trabajadores independientes y ¢134 millones de impuestos, según datos de la Caja.
La institución logró compensar las finanzas del IVM del lado de los ingresos financieros, conformado por las ganancias de las inversiones de intereses de la reserva y el vencimiento de títulos valores invertidos en el Ministerio de Hacienda.
Dicha situación provocó que los ingresos totales ascendieran a ¢1,42 billones, de enero a setiembre anterior, un alza del 26% frente a los ¢1,12 billones al mismo periodo del 2019.
Del lado de los egresos, el principal gasto se concentra en el pago de pensiones, pues ascendió a ¢839.814 millones hasta setiembre del 2020, frente a los ¢776.661 millones del 2019.
Los ingresos totales del sistema ascendieron a ¢1,12 billones, hasta setiembre del 2020, frente a los ¢882.377 millones al mismo periodo del 2019.
El incremento se debe a que, por normativa contable, la entidad empezó a registrar las inversiones en títulos valores como un gasto.
Fondo prevé tomar ¢200.000 millones de intereses de reserva para pagar pensiones
La Caja Costarricense de Seguro Social prevé utilizar, de nuevo, ¢200.000 millones de los intereses generados por la reserva del IVM para lograr completar el pago de pensiones durante el 2021, a raíz de la pandemia sanitaria.
Para este año, la previsión de la institución autónoma, administradora del IVM, es que el egreso en pago de jubilaciones ascenderá a ¢1,18 billones.
De dicho monto, ¢1,09 billones son de los beneficios otorgados al cierre del 2020.
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Pero debe agregarse casi ¢90.000 millones adicionales por 14.792 personas que se jubilarán del fondo de pensiones durante este año, según la previsión presupuestaria de la Caja.
“Tenemos una proyección importante de uso de intereses para el 2021. Se parte que se debe usar un monto similar (al 2020), porque no sabemos qué va a pasar”, destacó el gerente de Pensiones.
Para este año, la estimación de la Caja es que los intereses de la reserva generarán ingresos por ¢179.961 millones.
A dicho monto se añaden ¢251.037 millones del vencimiento de títulos valores y sus respectivos intereses, se destaca en el presupuesto 2021 aprobado por la Contraloría General de la República.
“Prevemos el uso de la totalidad de los intereses (de la reserva) si la economía no se recupera. Esperaría ser optimista, pero no se puede ser tan prudente en vista como está el panorama”, afirmó Barrantes.
El jerarca destacó que, en el 2020, tenían previsto el usar ¢200.000 millones de los intereses generados por las inversiones.
Sin embargo, estima que el monto fue menor, pues la reapertura de la actividad económica mejoró los ingresos del IVM en los últimos meses del 2020.
Barrantes confirmó que no fue necesario, durante el año pasado, liquidar de manera anticipada inversiones para pagar las jubilaciones de casi 300.000 personas, pues el IVM siempre mantuvo el flujo de caja necesario para enfrentar sus compromisos.