La Junta Directiva del Banco Central de Costa Rica tomó una decisión importante, este miércoles 16 de diciembre: aumentar su tasa de política monetaria de 0,75% a 1,25%, lo cual significa un quiebre en la posición que adoptó por casi tres años y que había llevado las tasas de interés a un mínimo histórico.
Además, acordó mantener una senda de aumentos graduales en esta tasa, y de ser necesario, intensificar el ritmo de aumentos con el fin de mantener la inflación dentro del rango de 2% a 4%.
Horas antes de ese mismo día, el Comité Federal de Mercado Abierto de la Reserva Federal de Estados Unidos (su banco central), decidió mantener el rango de la tasa de fondos federales entre 0 y 0,25%; pero indicó que esperan al menos tres aumentos en dicha tasa en el 2022.
Las políticas de ambos bancos buscan mantener la inflación futura bajo control, pero ambas tienen impactos en las finanzas de las personas. En seguida, un resumen de los posibles efectos.
- En las tasas de interés para ahorrantes y deudores. Se prevé un incremento gradual en las tasas de interés lo cual beneficia a los ahorrantes, pero implica que los deudores deberán desembolsar más dinero por las cuotas de sus créditos. Para quienes ahorran en depósitos electrónicos a plazo en colones que ofrece al público el Banco Central, las tasas ya subieron este 16 de diciembre. Por ejemplo, la tasa para depósitos a 56 días (casi dos meses) subió de 0,40% a 0,90%.
“La tasa de política monetaria es la referencia de las tasas de interés en colones, por lo que es de esperar que el aumento de 50 puntos base (medio punto porcentual) presione al alza los rendimientos de corto plazo de la curva soberana (de bonos del Gobierno y del Banco Central) en colones, mientras que las presiones para la parte media y larga se presentarían posteriormente”, consideró Melvin Garita, gerente de BN Valores.
- Menos presiones sobre el tipo de cambio. Las bajas tasas en colones eran un estímulo para que la gente demandara dólares y presionara por esta vía, el tipo de cambio. Ahora con rendimientos en colones al alza, las personas lo piensan más para trasladarse a la moneda extranjera.
Garita consideró que el aumento de la tasa de política monetaria debería ayudar a restaurar el premio por invertir en colones (la ganancia que se obtiene respecto a ahorrar en dólares), el cual estaba en niveles negativos o muy cercanos a cero por lo que este aumento debería ayudar a contener las presiones hacia la depreciación del colón que se han visto en los últimos meses.
“Me parece que el Banco Central está curándose en salud y está tratando de mandar una señal en el sentido de que también los rendimientos en colones no pueden disociarse tanto de los externos, incluyendo la expectativa de depreciación porque podríamos tener problemas de presión cambiaria”, opinó José Luis Arce, director de FCS Capital.
Con las mayores tasas en colones se reduce el gasto de las personas y con ello el gasto en bienes importados, por lo que habría menos demanda de dólares por esta vía, también.
- Inflación más estable. En su comunicado el Banco Central de nuestro país dejó claro que intensificará el ritmo de aumentos con el fin de mantener la inflación dentro del rango de tolerancia alrededor de la meta (entre 2% y 4%). Esto beneficia a las empresas porque ahora pueden hacer mejores proyecciones del flujo de caja que requerirán y de los aumentos salariales, por ejemplo. La inflación también se considera en los contratos, por ejemplo, de alquiler. Una inflación baja y estable beneficia a los grupos de menores ingresos porque son los que tienen menos posibilidades de defenderse ante ella.
- Más costo para el Gobierno. El aumento en las tasas de interés aumenta el costo de financiamiento para el Gobierno.
“Creo que el principal afectado va a ser el Gobierno. Una buena parte de la expansión monetaria del Banco Central y de las bajas tasas de interés, y del exceso de liquidez en el sistema financiero, el principal beneficiado fue el Ministerio de Hacienda (...) va a ser un elemento adicional que complica la financiación del Gobierno el año entrante, y que probablemente implique costos más altos y que por lo tanto, la urgencia de hacer el ajuste más rápidamente y sobre todo de forma consistente”, opinó Arce.
Por otro lado, el compromiso del Banco Central con una inflación baja y estable envía una señal positiva que da confianza a los inversionistas para ahorrar en el país.
- Efectos en planes de pensiones. Para quienes tienen fondos de pensiones esta medida puede tener varios efectos. El aumento en tasas puede provocar, a corto plazo, una caída en el precio de los bonos en los cuales están invertidos los recursos.
“Los precios de los bonos deberían tener presiones a la baja, por lo cual debe revisarse muy bien la estrategia de posicionamiento en la curva, con el objetivo de buscar aquellos plazos que generen la mejor protección ante los aumentos de rendimientos esperados”, indicó Garita.
No obstante, por otro lado, los nuevos activos que se adquieran van a tener mejor rendimiento. Además, una inflación baja y estable protege el poder adquisitivo de las pensiones futuras.
Para Danilo Ugalde, director ejecutivo de la Asociación Costarricense de Operadoras de Pensiones, el impacto en el corto plazo será bajo. “En este momento, el impacto para los fondos de pensiones es muy moderado, porque el porcentaje que incrementa el Banco es bajo, habrá que esperar el comportamiento de los índices para ver si habrá algún efecto mayor”, indicó.
- Efectos en el crecimiento de la producción. Ante un aumento de tasas se podría afectar el ritmo de crecimiento de la producción, lo cual tiene efectos en empleo y los ingresos de los hogares; no obstante, ni Arce, ni Garita prevén un impacto importante.
“No creo que vaya a haber un impacto importante sobre el ritmo de crecimiento económico, una vez pasado el efecto rebote, vamos a empezar a crecer ya a nuestras tasas tradicionales, que reflejan nuestros problemas estructurales, incluyendo el fiscal”, dijo Arce.
“La normalización de los niveles de tasas de interés no deberían tener un efecto significativo en la actividad económica, y deberían entenderse como parte de las acciones para asegurar la estabilidad monetaria que necesita toda economía para cimentar las bases de su competitividad”, opinó Garita.