La Caja Costarricense de Seguros Social (CCSS) contratará a 11.990 nuevos empleados, entre este año y el 2031, debido a la multimillonaria inversión en infraestructura hospitalaria y de atención médica que planea ejecutar en la próxima década.
La incorporación de estos nuevos trabajadores implicará un gasto en salarios de ¢601.134 millones en los próximos 10 años, según el informe Modelo de Proyecciones Financieras del Seguro de Salud 2022-2031, elaborado por la Gerencia Financiera de la CCSS según consta en el oficio GF- 4343- 2021, del cual tiene copia La Nación.
El documento, expuesto a la Junta Directiva de la entidad el 6 enero pasado, es el primer acercamiento sobre el impacto financiero que tendrá para el Seguro de Salud la construcción de cinco hospitales, 30 nuevas áreas de salud y 340 Equipos Básicos de Atención Integral de Salud (Ebáis).
La inversión total en infraestructura ascenderá a ¢2,2 billones (millones de millones) en la próxima década. Mientras que el costo de operación de esas obras se prevé que alcance los ¢3 billones durante ese periodo.
Las iniciativas están incorporadas en los programas del Portafolio institucional de inversiones, el Fideicomiso CCSS-BCR (Banco de Costa Rica) y el de Fortalecimiento del Primer nivel de Atención.
“Para poner a funcionar los proyectos, la Caja tiene una necesidad de generación mínima, en los siguientes años, de 12.000 plazas nuevas. Hay momentos, como en el 2026 y el 2027, que estaremos llegando casi a 2.000 plazas”, explicó Gustavo Picado, gerente Financiero de la CCSS.
El funcionario alegó que la variable crítica, en las proyecciones efectuadas, no fue la construcción y equipamiento de la nueva infraestructura, sino la operación de las nuevas obras de servicios médicos. Por ejemplo, actualmente el presupuesto anual del Hospital de Cartago es de ¢60.000 millones, pero cuando se edifique la nueva obra y se amplíen los servicios se elevará a ¢100.000 millones al año, destacó el jerarca.
El gerente aseguró que la inversión tendrá un impacto relevante en los servicios brindados a los asegurados porque los nuevos puestos serán, en su mayoría, para servicios médicos y atención médica primaria.
“Las plazas incluidas son asociadas al servicio directo al usuario y de salud incluidos en los proyectos de infraestructura. No hay ninguna planificación para crear plazas en el nivel central, que además es una regla establecida desde hace muchos años. Las plazas para el nivel central se crean solo si son de carácter excepcional”, subrayó el gerente.
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La última vez que la institución autónoma creó un número similar de plazas fue entre 2005 y 2010. En ese momento, se incorporaron 11.000 nuevos empleados, en su mayoría en el área administrativa de oficinas centrales, lo cual sumió a la Caja en una crisis financiera.
La ampliación de la planilla se impulsó cuando Eduardo Doryan era el presidente ejecutivo de la CCSS, durante el gobierno de Óscar Arias. Un informe de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) concluyó, en julio del 2011, que la ampliación de la plantilla de la institución y los aumentos salariales por encima de la inflación, ambas acciones parte del denominado Plan Escudo, detonaron la crisis.
¿Dónde se crearán?
Las previsiones de la Gerencia Financiera muestran que la nueva infraestructura de salud implicará una rápida expansión de plazas. Por ejemplo, en los últimos siete años, la entidad creó en promedio 575 nuevas plazas anuales. Sin embargo, para la próximo década, la necesidad se duplicará a 1.200, en promedio, cada año.
La información de la entidad autónoma muestra que las plazas catalogadas como ordinarias, es decir, de personas que se jubilan o salen de la institución serán 3.800, es decir, el 32% del total. El resto de nuevos trabajadores estarán distribuidos en las nuevas obras que se crearán entre este año y el 2031.
Por ejemplo, para el portafolio de proyectos institucionales y los que se desarrollarán con el fideicomiso del BCR, se requerirá la incorporación de 4.513 personas. Entre las obras están los nuevos hospitales de Puntarenas, Cartago y Turrialba; el Centro Conjunto de Radioterapia, del Hospital San Juan de Dios; y las 30 áreas de salud entre las que están las de Cartago Norte, Naranjo y San Rafael de Heredia.
En el caso del cierre de brechas del servicio básico, la proyección es la incorporación de 2.177 trabajadores para brindar servicios en 340 nuevos Ebáis. Por último, 1.500 plazas serán para contratar médicos especialistas.
Si las previsiones de la entidad se cumplen, este año finalizará con una planilla de 50.345 y, para el 2031, serán 61.129 funcionarios. Los datos son netos, es decir, toman en cuenta las nuevas contrataciones, así como la jubilación del personal por vejez o incapacidad.
Cronograma ajustable
El estudio de la Gerencia Financiera efectuó una simulación en la que proyecta nueve escenarios sobre la situación financiera del Seguro de Enfermedad y Maternidad (SEM) con la construcción del portafolio de infraestructura y la contratación de nuevo personal, frente a la evolución de los ingresos por cotizaciones, aportes estatales sobre deuda histórica y la transferencia del 10% de los créditos con organismos internacionales que suscriba el Gobierno.
El resultado de la simulación determinó que, en cinco de los nueve escenarios, el seguro de salud tendría insuficiencia para cubrir los gastos. El déficit del sistema médico público podría generarse entre el 2027 y el 2030.
Gustavo Picado, gerente Financiero, explicó que una de las ventajas del modelo es que permite tomar decisiones sobre la marcha y ajustar el cronograma de inversiones y, en un eventual caso, atrasar el inicio de algunos proyectos, pero sin tener que cancelar el desarrollo de obras.
El funcionario confirmó que en el actual portafolio de 227 obras, que fue aprobado por la Directiva de la Caja, el SEM mantiene un equilibrio financiero.
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Sin embargo, si el número se eleva a 337 proyectos en la próxima década, el sistema enfrentaría problemas de financiamiento. En especial, con la inclusión por ejemplo del nuevo hospital Tony Facio, el hospital Nacional de Geriatría y Gerontología; así como las nuevas torres del Hospital de Niños y del San Juan de Dios. Por lo cual se prevé que esas iniciativas se incorporen después del 2025.
La Junta Directiva de la CCSS utilizará el modelo de proyecciones financieras para tomar decisiones sobre el desarrollo de obras de infraestructura.
Marielos Alfaro, representante del sector privado en la Junta Directiva de la CCSS, fue una de las más críticas del plan de construcción presentado, el año pasado, por la Gerencia de Infraestructura. De hecho recordó que ella votó en contra de la propuesta porque se planteó edificar grandes desarrollos de obras en 10 años, cuando lo más idóneo serían entre 15 años o 20 años, por la magnitud de las obras.
“El impacto de las obras era muy alto porque se concentró en un periodo muy corto. La Caja no puede pretender toda la infraestructura que le hace falta a nivel primario, de clínicas y hospitales en 10 años. El plazo debe ampliarse. Al final se aprobó incluir el 60% de los proyectos (227 obras) y un tercio quedó por programar”, subrayó Alfaro.
Por su parte, Román Macaya, presidente ejecutivo de la CCSS, señaló que Costa Rica es uno de los países a nivel global donde la población envejece de manera más rápida, por lo cual hay una necesidad de atender a la población adulta mayor a futuro.
“Pese a toda la inversión que se planifica, nuestro porcentaje de la producción para inversión en salud, no está en el rango alto de países similares. Son inversiones que hay que hacer; la infraestructura en ciertos lugares realmente da vergüenza, hay que mejorarla.
“Pero con la nueva infraestructura debe haber capacidad humana y tecnológica para atender con mayor eficiencia a los usuarios”, argumentó Macaya según se reseña en el acta 9.231, del pasado 6 de enero.
El jerarca destacó que la infraestructura a desarrollarse es una actualización, pero no implicará aportar 1.000 camas nuevas de atención.