Muchos centros educativos privados bajaron el costo de las mensualidades en agosto para ajustarse a los efectos económicos de la pandemia, según lo muestran los resultados del índice de precios al consumidor de agosto, que publicó, este lunes 7 de setiembre, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
En agosto del 2020, el costo promedio de la educación primaria bajó 8,03% respecto a julio; el de la secundaria, 7,65% y el de la preescolar, 9,66%; según la información que divulgó INEC.
Como grupo, el costo de la educación bajó 3,92% en agosto respecto a julio y fue el grupo cuyo costo más disminuyó.
Una reducción de esta magnitud no se había registrado antes en el indicador.
Para realizar esta medición el INEC utiliza una muestra de 34 centros de educación preescolar, 35 de primaria y 34 de secundaria. En varios casos, en un mismo centro educativo se consultan los precios de los tres niveles.
Nelson Castillo, coordinador de la Unidad de Índices de Precios del INEC, explicó que antes de la pandemia, los cambios de precios se reflejaban en febrero, cuando iniciaba el curso lectivo para la mayoría de los centros educativos, y luego no habían variaciones porque cuando iniciaba el curso era cuando se fijaba la mensualidad para todo el año.
Por ello, antes recolectaban estos precios cuando iniciaba el curso lectivo a inicios de año, y a medio año para los centros que inician en ese periodo; no obstante, con la situación de la pandemia, al cambiar las condiciones en las que están prestando los servicios, de presencial a virtual, entonces hay inestabilidad en los precios.
Debido a lo anterior, ahora hacen la recopilación de precios mensual.
“Los colegios sí, en muchos casos, han estado ajustando, sobre todo el precio de la mensualidad, porque la matrícula los padres lo pagan a inicio del curso lectivo, pero en el componente de la mensualidad los colegios sí nos han reportado que han estado haciendo ajustes en los precios”, detalló Castillo.
El funcionario detalló, además, que solo consideran los cambios de precios que son generalizados para todos los consumidores (para todos padres), no consideran negociaciones directas de padres con la institución por afectaciones directas por la covid-19, las cuales también se realizan.
Se consultó a la Asociación de Centros Educativos Privados (ACEP), pero no fue posible que atendieran. Informaron de que emitirán información, posteriormente.
Lilliana Guzmán, miembro de la Junta Directiva de la Asociación Nacional de los Centros de Educación Infantil, que agrupa alternativas de educación privada y red de cuido, comentó que los centros privados han buscado formas de apoyar a los padres que han sufrido económicamente con la pandemia y, generalmente, utilizan las cartas laborales para hacer el análisis de cada situación.
Añadió que para los centros privados implica una reducción en los ingresos que afecta el flujo de caja para pagar los salarios de los docentes y, por lo tanto, también deben realizar ajustes para bajar sus costos internos. Ella refirió a la ACEP para más información.
Impacto en el indicador
La reducción en educación fue la que más influyó en la baja del Índice de Precios al Consumidor general, que cayó 0,07% en agosto, en comparación con el mes anterior.
También tuvieron un efecto negativo en el indicador (influyeron a la baja), pero en menos medida, la reducción en el costo de la papa, la gasolina y el tomate.
Por otra parte, el aumento en el costo del automóvil, la cebolla y la papaya figuraron entre los principales con mayor efecto positivo (lo presionaron al alza).
Para medir el índice de precios al consumidor el INEC da seguimiento a 315 bienes y servicios que integran la canasta de consumo. De ellos, 47% aumentaron de precio en agosto respecto a julio, 43% disminuyeron de precio y 10% no presentaron variación.
Este es el segundo mes en el cual el indicador general de precios retrocede. En el último año, el índice presentó una desaceleración hasta junio y a partir de ahí un decrecimiento.
Debido a la suspensión de algunas actividades y cierre de locales para afrontar la pandemia, el INEC no ha podido recoger todos los precios y entonces aplica un procedimiento llamado “imputación”, que consiste en estimar el precio de un bien o servicio cuando no se logra recolectar la información.
Lo anterior se puede realizar mediante el arrastre del último precio observado, es decir, repetir el último precio, o por medio de la estimación de un factor que muestre la variación en los precios recolectados del mismo bien o servicio en otros establecimientos.
La tasa de imputación mide la relación entre la cantidad de precios no recolectados respecto a la cantidad de precios que se deben recolectar para el cálculo mensual del IPC, y en el agosto fue de 18,59%, y para el caso del grupo de educación fue de 23,79%.
Los organismos internacionales han establecido que la tasa de imputación del IPC no supere el 50 %, para considerarlo como una medición estadística adecuada para el monitoreo de los precios al consumidor y el seguimiento de la inflación en el país, explicó el Instituto, en la nota técnica.