Costa Rica vive tiempos de alta inflación, la más elevada desde el 2009, así que para quienes ahorran o están empezando a hacerlo cuando los bienes y servicios aumentan de precio de manera generalizada y sostenida, este fenómeno termina por afectar el rendimiento final, o incluso puede reducir la capacidad de los hogares de destinar dinero hacia dicho objetivo.
Roy Chaves, director general de riesgo de la Mutual Cartago de Ahorro y Préstamo (Mucap), explica que en términos generales, tanto en moneda local como extranjera, los niveles de inflación afectan la capacidad adquisitiva (consumo presente) y el poder de ahorro de las personas, hogares y empresas (consumo futuro), “al restar valor a cada colón y a cada dólar”.
Un criterio similar expresó Jorge Corrales, gestor de portafolios de Acobo Vista SAFI, quien destacó que la inflación provoca una disminución en el poder adquisitivo de las personas y los ahorrantes hacia futuro, porque los precios de los bienes y servicios tienen una tendencia al alza en el tiempo.
“Para protegerse de la inflación, o por lo menos atenuar su impacto, es importante que el dinero también gane valor buscando compensar la inflación y de esta forma conservar el poder adquisitivo. De la inflación nadie escapa, sin embargo, no todos ahorran o invierten su efectivo disponible, lo cual les hace perder valor adquisitivo. Es por esto que en entornos de alta inflación es más importante poner los recursos a trabajar para generar un rendimiento que compense el alza en los precios de los bienes y servicios”, mencionó Corrales.
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Incluso, Chaves destacó que, especialmente en periodos de alta inflación, es recomendable no guardar dinero debajo del colchón –la manera más rápida en la que el dinero pierde valor en el tiempo–; sino más bien administrar el dinero en un portafolio de productos financieros que permitan tanto el cumplimiento de los objetivos de corto plazo (atención de gastos ordinarios prioritarios como alimentación y enfrentar erogaciones extraordinarias), como de largo plazo (vivienda, vehículo, estudios, viajes, entre otros).
Por su parte, Danilo Montero, director general de la Oficina del Consumidor Financiero (OCF), expresó que la inflación siempre le come capacidad de compra a las personas. Por ejemplo, si una persona ahorra ¢1.000 por un año al 6% anual, en 12 meses tendrá ¢1.060. Pero si la inflación es de 7,15% lo que costaba ¢1.000 hace un año, ahora cuesta ¢1.071,5. “Ya no alcanza el ahorro que hicimos”, dijo.
“Si el ahorro es por tres meses, el impacto es menos notorio. Pero si ahorramos por tres años con una inflación mayor que la tasa de interés, perdemos capacidad de compra”, aseguró el director general de la OCF.
Ante lo expuesto anteriormente, ¿cómo se puede ahorrar, o seguir ahorrando, en momentos en que la inflación es elevada en el país? ¿Qué alternativas existen en el mercado para rentabilizar los ahorros? A continuación se lo contamos.
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Ahorro en tiempos de alta inflación
El director general de riesgo de la Mucap consideró que, en general y especialmente en periodos de alta inflación, es recomendable buscar productos financieros que permitan cumplir los objetivos personales, familiares o empresariales que se tengan.
De tal forma que se cuente con la liquidez necesaria para hacer frente a los gastos del día a día y atender alguna emergencia que se presente, en forma de gastos extraordinarios (por ejemplo: cuentas de ahorro a la vista), y a la vez mantener el valor en el tiempo del dinero que se destinará a cumplir objetivos de más largo plazo (por ejemplo: ahorro programado y certificados de depósito a plazo).
Esta idea de Chaves es similar a la planteada por Corrales, quien agregó que en periodos de alta inflación es importante buscar rentabilizar los ahorros, evitando mantener simplemente efectivo.
“Existe una variedad de instrumentos financieros, tales como los fondos de inversión, para hacer crecer el valor de los ahorros y de esta forma buscar conservar el poder adquisitivo de las personas en un entorno de alta inflación”, manifestó Corrales.
Además, desde su perspectiva es importante buscar que, así como los precios suben, también lo haga el valor de los ahorros de las personas.
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Pero, ¿en qué moneda se recomienda que las personas mantengan sus ahorros? Los especialistas consultados por La Nación coinciden en que eso depende de los objetivos que tiene cada persona.
“El gran error que con frecuencia cometen las personas es imitar lo que hace otra persona, a pesar de que tienen objetivos y situaciones muy diferentes. O tomar decisiones al calor de lo que está pasando hoy, cuando mis objetivos son de mediano plazo”, destacó el director general de la Oficina del Consumidor Financiero.
En este sentido, Roy Chaves, de la Mucap, expuso que la moneda, además de otras condiciones como el tipo de producto financiero y el plazo a elegir, deben estar asociados a los objetivos de ahorro e inversión de la persona, hogar o empresa que se trate.
En términos generales, Chaves manifestó que es recomendable tener un portafolio de ahorro e inversión diversificado (no dejar todos los huevos en una sola canasta) y asociado a los objetivos financieros de corto y largo plazo que se tengan.
Dado lo anterior, en el criterio de este especialista es recomendable que una persona ahorre en colones tanto en el caso que tenga obligaciones ordinarias en colones (alimentación, cuota del crédito de vivienda, estudios, situaciones imprevistas) como en el caso que tenga objetivos de largo plazo que deberá hacer frente en esa moneda.
Por otro lado, consideró que es recomendable que una persona ahorre en dólares en virtud de las obligaciones (presentes o futuras) que deberá afrontar en moneda extranjera (turismo internacional, estudios en el extranjero o compra de bienes importados).
“Esta premisa, de mantener ahorros en diferentes monedas, es especialmente válida en el caso de una economía abierta como la de Costa Rica, en donde la canasta de bienes y servicios que consumimos la mayor parte de la población contiene un componente importado”, detalló Chaves.
Por su parte, Jorge Corrales comentó que, dada la tendencia de la depreciación del colón reflejado en un aumento del precio del dólar en los últimos meses y la ausencia de un premio por invertir en colones, hay un mayor atractivo para ahorrar en dólares que en colones.
Aunque si el ahorro o la inversión es de largo plazo, “siempre lo más conveniente es diversificar por moneda, y, en estos momentos, recomendaría una proporción dominante en dólares”, dijo Corrales.
Opciones para rentabilizar los ahorros
Según el gestor de portafolios de Acobo Vista SAFI, hay varias alternativas e instrumentos financieros para rentabilizar los ahorros. Varios de ellos como las acciones o los bonos históricamente generan una mayor rentabilidad, pero también tienen una mayor volatilidad.
Sin embargo, también existen otros instrumentos como los fondos de liquidez o los certificados de inversión a plazo que son mucho más estables, pero tienen una rentabilidad más moderada en el tiempo.
Eso sí, el director general de riesgo de la Mucap consideró que es recomendable valorar productos financieros que permiten ajustarse a los objetivos de corto y largo plazo de los ahorrantes.
Asimismo, el gestor de portafolios de Acobo Vista SAFI dijo que hay diversas opciones para distintos apetitos por riesgo y también para diferentes entornos económicos. Además, aclaró que no existe un producto financiero que sea adecuado para todos, sino que, precisamente, su atractivo varía en función del objetivo del ahorro o inversión y el perfil de riesgo de cada persona.
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Los instrumentos deben estar en función de los objetivos, no al revés.
— Danilo Montero, director general de la Oficina del Consumidor Financiero
“Una persona con una mayor aceptación al riesgo y objetivos de más de mediano y largo plazo puede encontrar más atractivo las inversiones en fondos de crecimiento, bonos o acciones. Esto debido a que son activos que si bien tienen una mayor volatilidad, su enfoque de largo plazo le permite al inversionista aceptar mejor esta volatilidad y obtener mejores rendimientos en el largo plazo.
”Por otro lado un inversionista o ahorrante con un objetivo conservador o de corto plazo buscaría más opciones de productos más estables o menos volátiles como los fondos líquidos o los certificados de inversión a plazo, aunque ofrezcan una menor rentabilidad dado que su prioridad es que su capital se mantenga y minimizar la volatilidad”, mencionó Corrales.
Sin embargo, la recomendación del experto es que si una persona quiere invertir en productos financieros, se asesore, pues al final una adecuada asesoría buscará brindarle al cliente un producto que se adapte a sus objetivos de riesgo y horizonte temporal, dejando claro que en el mundo financiero existe una relación entre riesgo y rendimiento donde para obtener un mayor rendimiento es necesario asumir un mayor riesgo y viceversa.