Conocer el historial crediticio de la persona es un trámite fundamental que realizan los bancos regulados por la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef) para evaluar una solicitud de préstamo. Por eso, mantenerlo sin manchas es muy importante.
Pero, ¿cómo se puede saber si tengo el historial crediticio manchado o cuál es mi calificación de riesgo ante la Sugef? En el siguiente artículo, La Nación Explica las dos maneras como puede conocer este indicador y las implicaciones que conlleva una calificación negativa.
Rocío Aguilar, jerarca de la Superintendencia, explicó que las personas interesadas en conocer su historial pueden solicitar el “Reporte de Información Crediticia” en cualquiera de las entidades financieras supervisadas por la Sugef, como bancos públicos y privados, mutuales, financieras y cooperativas de ahorro y crédito.
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Otra opción es mediante la página de la Sugef (www.sugef.fi.cr). Allí debe dirigirse a la pestaña “Reportes”, y luego elegir la opción de “Consulta Reporte Crediticio Ciudadano”. Debe tomar en cuenta que para realizar el trámite, la persona debe tener el dispositivo de firma digital.
El trámite en entidades financieras como el Banco Popular o BAC Credomatic es gratuito, pero debe tener en cuenta que la consulta del historial crediticio es personal e intransferible para cada cliente. En el caso del Banco Nacional, la gestión tiene un costo de ¢3.000.
¿Cuántos niveles de calificación existen?
La Sugef tiene establecidos tres niveles en el denominado Comportamiento de Pago Histórico (CPH). En palabras sencillas, este es el historial de atención de las obligaciones crediticias que tiene un deudor con entidades reguladas del sistema financiero.
La escala de clasificación de clientes se divide en: CPH1 (tienen un historial bueno de pagos y son los menos riesgosos); CPH2 (cuyo comportamiento de pagos es aceptable, es decir, existe riesgo moderado); y CPH3 (personas con un récord crediticio deficiente que las ubica en el rango de alto riesgo).
Caer en la categoría de CPH3 implica que a la persona se le mancha su historial crediticio por cuatro años (48 meses).
La “mancha” del historial crediticio no puede eliminarse antes de que se cumplan los cuatro años, aunque la clasificación de alto riesgo (CPH3) se mantiene por dos años (24 meses) y se evalúa cuando se cumple el plazo total para determinar si se mantiene.
¿Cómo se determina el nivel?
Básicamente, el CPH se determina por los días de atraso del deudor en la atención de sus obligaciones crediticias, dentro de una ventana de 48 meses. Aquí incide la cantidad de días de atraso, así como la suma de la morosidad reportada, ponderada por cada mes y dividida entre el número de periodos reportados por la entidad (atraso medio).
Para que una persona caiga en el nivel de alto riesgo (CPH3), debe cumplir con cualquiera de los siguientes escenarios en al menos una de sus operaciones crediticias directas, en un plazo de 48 meses: cuando se cancela la deuda, total o parcial, como producto de un proceso de cobro judicial o que haya sido asumida formalmente por un fiador o avalista.
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También cuando el deudor haya recurrido a la dación de bienes en el pago de sus obligaciones crediticias, con excepción de las personas que hayan entregado bienes que produzcan la extinción total de la deuda, en el caso de créditos de vivienda residencial. Este último fue un cambio reciente en la normativa.
De igual forma, la Sugef estableció un nuevo método de cálculo del puntaje histórico de pago, en el que se determinó que las operaciones más recientes tengan un peso relativo mayor que las antiguas. Bajo la metodología anterior, se asignaba igual peso a los datos de morosidad, independientemente del momento en que se generaran dentro de un plazo de 48 meses.
Implicaciones
La principal implicación para los deudores que caen en el nivel de alto riesgo y reciben una “mancha” en su historial es que durante 48 meses tendrán mayores dificultades para realizar transacciones crediticias, pues deben enfrentar tasas más altas o mayores garantías para su operación, por lo que prácticamente no podrán aspirar a un préstamo.
Miguel Mora, subgerente de Operaciones del Banco Popular, explicó que este es uno de los elementos que utiliza el banco para calificar un deudor, porque, en palabras sencillas, mide que tan buen pagador ha sido un cliente durante los últimos cuatro años.
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“Si un cliente tiene una calificación negativa, significa que tiene un mayor riesgo de no pago y el sistema financiero debe realizar mayores gastos por estimaciones, con la respectiva afectación en sus utilidades. En consecuencia, las entidades financieras evitan mantener en sus carteras clientes con una mala calificación”, afirmó Mora.
Laura Moreno, vicepresidenta de Relaciones Corporativas de BAC, coincidió en que los deudores que tengan calificaciones de riesgo altas, no pueden ser sujetos de crédito de momento. Por esa razón, es muy importante mantenerse con un buen historial.