El panorama de los activos digitales y la tecnología de blockchain en Costa Rica cambió durante el 2020 y 2021, un efecto más de la pandemia. La red de usuarios en compra y venta de criptomonedas se incrementó, sin embargo, su presencia en las transacciones sigue siendo débil en el día a día.
Debido a lo anterior, en el Banco Central de Costa Rica consideran que por el momento no hay suficientes usuarios y han optado por dar espacio a las monedas digitales para que surjan sin reglamentos, y tan pronto comprueben que pueden representar un riesgo considerarían poner el tema de la regulación sobre la mesa.
Actualmente en el país, por ejemplo, hay un grupo del sistema de mensajería Telegram en el que personas dedicadas a la compra y venta de criptomonedas intercambian recomendaciones y aprendizajes. Además, hay 48 establecimientos que reciben bitcoines como método de pago.
Otto Mora, especialista consultor en estructuras de datos en blockchain (cadena de bloques) y representante de la Asociación Blockchain Costa Rica, explicó que la comunidad de bitcóin creció 50% en el último año, pero asegura que debido a la forma en la que está estructurada es más común utilizarla como reserva de valor que como moneda digital.
Mora aseguró que al ser una cantidad limitada es más llamativo usarlo como método de ahorro que como moneda, de manera que ve lejos la posibilidad de que en el país se pueda ir a un café y pagar sus alimentos con este tipo de activos.
Además, advirtió que hay muchas barreras con sistemas de integración de pagos y en las entidades bancarias del país hay demasiados obstáculos para poder hacer transacciones relacionadas con bitcóin.
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Por su parte, Vernan Mesén, corredor de bolsa del grupo financiero Acobo, expresó que pese a que hay comercios que aceptan el pago de bienes y servicios con criptomonedas, los usuarios deben mantener sus cuentas en mercados de intercambio de criptomonedas, en el extranjero.
“En general, en Costa Rica el desarrollo de las criptomonedas dependerá de la evolución tanto regulatoria a nivel mundial como de la posición del Banco Central ante su implementación en la sociedad”, destacó Mesén.
Entre las compañías que aceptan pagos en esta unidad de cuenta virtual está WeWork, empresa en el sector de arrendamientos de espacios de trabajo, que anunció, el pasado 20 de abril, que comenzará a aceptar criptomonedas. En asociación con BitPay y Coinbase, la firma ampliará su flexibilidad al recibir pagos en criptomonedas para transacciones entrantes y salientes.
Sandeep Mathrani director de WeWork explicó que al entender la creciente demanda de opciones y conveniencia, el coworking aceleró su enfoque en aprovechar la tecnología para llevar la flexibilidad al siguiente nivel.
“La fortaleza de WeWork está en nuestra capacidad de evolucionar. A medida que nuestra base de miembros continúe creciendo en el sector fintech, también lo hará nuestra capacidad para adaptarnos a sus necesidades y atender una nueva economía”, expresó Mathrani.
Rodrigo Cubero, presidente del BCCR advierte que en Costa Rica hay información escasa sobre el uso del bitcóin, pero la poca evidencia que hay sugiere que la utilización sigue siendo muy baja por lo que aún no consideran necesario una normativa.
Cubero agregó que el bitcóin es, principalmente, utilizado con fines de inversión especulativa, pero no tan frecuentemente para usarla como dinero por lo que desde el Central tampoco consideran que represente un riesgo financiero ni de sustitución del colón costarricense.
Resultados internacionales
Una muestra reciente de las abruptas fluctuaciones que puede llegar a tener la negociación de criptomonedas la protagonizó el bitcóin, cuyo precio se desplomó cerca de 11% el miércoles 12 de mayo, luego de que Elon Musk anunció que Tesla deja de aceptar este activo como medio de pago.
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La reacción del bitcóin al comentario del empresario fue inmediata, y pasó de $57.385 a $51.148. El jueves aumentó su pérdida y cerró en $49.382, de acuerdo con el sitio Coindesk.
Pero también ha protagonizado fuerte revaloraciones. Entre octubre del 2020 y abril de 2021, el precio del bitcóin subió 470%: pasó de valer $11.000 a $62.460.
Mora explica que si bien las criptomonedas representan un riesgo debido a su volatilidad, la falta de regularización es la que expone a los usuarios a más riesgos además de que evita que el negocio se expanda a un mayor ritmo.
“La situación (falta de regulación) ha hecho necesario que fundemos gremios como la Asociación Blockchain Costa Rica, de manera que se haga una promoción activa de los usos y beneficios de estas tecnologías”, agregó, por su parte, Nikolajs Sulima, integrante de la Asociación Blockchain Costa Rica.
Colombia, por ejemplo, inició un plan piloto de regularización de los criptoactivos por medio de alianzas para hacer transacciones con topes específicos. El piloto permitirá poner a prueba las herramientas tecnológicas de intercambio que pueden potenciar las que actualmente utiliza la banca tradicional.
El superintendente financiero de ese país, Jorge Castaño, aseguró al diario Portafolio que la prueba no compromete al Estado en el reconocimiento de una actividad que es volátil, pues en Colombia, aunque no se ha legislado sobre la negociación de criptoactivos, tampoco se ha prohibido.
Cubero destacó que a diferencia de otros países Costa Rica presenta una ventaja competitiva en cuanto al proceso de bancarización y plataformas digitales como Sinpe Móvil. Lo anterior facilita las transferencias por lo que una moneda digital o alguna de las herramientas previamente mencionadas puede que no tenga un gran impacto en el país.
Vernan Mesén, de Acobo, aseguró que los riesgos de la no regulación son principalmente la posibilidad de desacuerdos entre partes sin un mediador formal, autorizado e imparcial que proteja la industria y su funcionamiento, igualmente, al ser un negocio de carácter privado, se han dado situaciones alternas al mundo cripto, principalmente en el tema de estafas o compañías fantasmas.
¿Reactivación económica?
Tanto Mora como Sulima comentaron al semanario El Financiero que al emitir una norma o reglamento sobre la utilización de criptomonedas podría contribuir significativamente al proceso de reactivación económica.
De acuerdo con los especialistas el país pierde oportunidades e inversiones de innovación en la industria mundial de blockchain, cuando podría estar liderando en la región centroamericana y avanzar en la transformación digital de servicios financieros.
“Blockchain sirve también, entre otras cosas, para darle trazabilidad y transparencia a las compras públicas del Estado así como para darle trazabilidad al uso de fondos en programas de subsidios a poblaciones en riesgo”, agregó Mora.
Cubero, por el contrario, aseguró que pretender que el bitcóin o cualquier otra moneda digital pueda servir para dinamizar la economía es ‘exagerado’, explica también que buscar mayores eficiencias sí puede llegar a ser una solución.