El déficit financiero del Gobierno Central de Costa Rica cerró en el 2018 en un monto equivalente al 6% de la producción interna bruta (PIB), informaron la mañana de este lunes 21 de enero, el presidente de la República, Carlos Alvarado y la ministra de Hacienda, Rocío Aguilar, en una conferencia en el aeropuerto Juan Santamaría.
El déficit financiero del Gobierno Central es el exceso de gastos totales sobre los ingresos totales de los ministerios, principalmente que componen el Poder Ejecutivo, también incluye al Poder Judicial y Asamblea Legislativa, entre otras.
El resultado del 2018 fue más bajo que el del 2017, que fue de 6,2% de la producción y no llegó a alcanzar el registrado en 1980 cuando alcanzó un 7,2% del PIB, en la crisis de ese periodo.
La ministra también anunció que el déficit primario (exceso de gastos sobre ingresos, excluidos los intereses) alcanzó un 2,44% de la producción (3,04% en el 2017). Este déficit es importante porque es el que influye en el crecimiento de la deuda pública y es el que se busca eliminar.
Precisamente, la carga de la deuda, que es el monto de la deuda del Gobierno Central comparada con la producción siguió avanzando y pasó de 49,2% en el 2017, a 53,7% en el 2018 (estaba proyectada en 55,4% para el año pasado).
Aguilar explicó que el déficit fiscal fue menor al esperado a pesar de que se redujeron en ¢300.000 millones los ingresos previstos y que la producción creció menos de lo esperado (se previó un aumento de 3,2% y fue de 2,7%).
“Lo que se logró en esa reducción del déficit tiene que ver con las medidas administrativas que adoptó la administración en los últimos nueves meses”, enfatizó el presidente Carlos Alvarado.
“El único donde hubo crecimiento en el gasto total (…) y es el pago de intereses, por eso es tan importante que como país podamos reestructurar nuestra deuda”, añadió el presidente Alvarado, quien a las 8 a. m. de este lunes 21 de enero parte hacia Davos (Suiza), para participar en la Reunión Anual del Foro Económico Mundial.
“No significa que nos vamos a dormir en los laureles, hay que seguir con otras medidas”, añadió Alvarado.
Medidas tomadas
Los factores que contribuyeron fueron una reducción de gastos debido a la aplicación de las medidas anunciadas en mayo pasado.
Estas medidas incluyeron el congelamiento del valor de incentivos profesionales de empleados públicos, tales como las anualidades y carrera profesional, aumentos salariales fijos en sustitución de incrementos porcentuales sobre la base salarial, disminución en el uso de plazas vacantes y recortes de algunas partidas presupuestarias, generando un ahorro estimado de ¢76.000 millones o $16 millones, según detalla Hacienda en la exposición de motivos del proyecto de eurobonos.
Juan Carlos Pacheco, exdirector de Crédito Público del Ministerio de Hacienda y exviceministro de Hacienda, indicó que las cifras muestran la compleja realidad de la situación fiscal en donde por más esfuerzos de tipo administrativo que ha llevado a cabo Hacienda, el déficit continúa siendo excesivamente elevado y la deuda continúa una trayectoria insostenible.
“Para mí es una confirmación de que no se puede reducir sensiblemente el déficit sin reformas estructurales adicionales”, señaló.
“Niveles de deuda del 53% del PIB con una perspectiva claramente en crecimiento, confirman lo que las calificadoras de riesgo están observando, que nuestro nivel de deuda corresponde más a países con calificaciones de B+, y que de no haber más cambios estructurales una rebaja adicional será inevitable”, añadió Pacheco.