La deuda del Gobierno respecto a la producción muestra una importante reducción este año. Hasta noviembre, representaba 63,4% de la producción interna del país (PIB); 4,6 puntos porcentuales por debajo del cierre de 68% de diciembre del 2021.
En números absolutos, la deuda del Gobierno Central ascendió a ¢28.370.430 millones (63,4% del PIB 2022) o $46.948 millones. Dicho resultado se ubicó por debajo de la meta evaluativa acordada con el FMI a diciembre 2022 (que el saldo de la deuda no fuese mayor a los ¢29.566.000 millones), informó este 22 de diciembre, el Minsiterio de Hacienda.
Desde hace 13 años Costa Rica no experimentaba una reducción del endeudamiento del Gobierno. “Doblar” esta curva es lo que se ha buscado desde hace muchos años con las medidas de ajuste fiscal pues eso lleva al país a una situación menos vulnerable.
Sin embargo, el monto sigue siendo alto, pues según la regla fiscal contenida en la Ley de Fortalecimiento de la Finanzas Públicas, por encima del 60% es el escenario más delicado, en el cual se debe limitar tanto el crecimiento del gasto corriente como de capital.
“A pesar de los buenos resultados fiscales obtenidos en el presente año, persisten retos estructurales en las finanzas públicas, como el nivel de deuda actual que supera 60% del PIB, el pago de intereses que supera 4% del PIB e importantes vencimientos de deuda, en colones y dólares, que se aproximan en los próximos años”, indicó el Ministerio de Hacienda en el comunicado.
Uno de los principales factores que ha contribuido a esta reducción es la generación de superávit primario, esto es que los ingresos del Gobierno, que provienen, principalmente, de la recaudación de impuestos superan a los gastos, excluyendo los intereses.
A noviembre dicho superávit se ubicó en ¢1.011.743 millones (2,3% del PIB 2022). En el mismo periodo del 2021 este indicador había representado un 0,2% del PIB y este indicador también supera la meta acordada con el FMI.
El déficit financiero, que es el exceso de gastos totales sobre los ingresos totales, alcanzó ¢875.225 millones de colones (2,0% del PIB 2022). En el mismo periodo del año anterior fue de 4,1% del PIB.
“A un mes de terminar el 2022, el comportamiento de los ingresos, el control del gasto, los balances fiscales (primario y financiero) y la relación deuda a PIB siguen mostrando buenos resultados. Sin embargo, tenemos grandes retos para la consolidación fiscal”, indicó Nogui Acosta, ministro de Hacienda.
Entre los retos enumeró mantener el cumplimiento estricto de la regla fiscal, hacer frente a los fuertes vencimientos de la deuda en los próximos años, disminuir la alta cantidad de recursos destinados a pagar intereses y cumplir las metas pactadas con el FMI.
Otros desafíos son lograr la mejor colocación posible de nuestros títulos de deuda externa en los mercados internacionales; poner en marcha la apertura del mercado local de deuda interna a inversionistas extranjeros así como la implementación del Programa de Creadores de Mercado para la deuda interna.
Finalmente, la incursión y colocación de deuda pública con principios sustentables y continuar con la gestión de pasivos por medio del mecanismo de canjes de deuda y subastas inversas, indicó la institución por medio de un comunicado.
¿Puede seguir bajando?
El economista Fernando Rodríguez, exviceministro de Hacienda, consideró que el endeudamiento del Gobierno podría continuar bajando en los siguientes años, pero añadió que el país debería cambiar la estrategia para lograr eso y también evaluar el costo de oportunidad de reducciones tan pronunciadas.
“Digo que hay que cambiar la estrategia porque creo que debería enfocarse en el crecimiento. Es claro que la economía nuestra está en un proceso de desaceleración y eso va a crear un panorama más complejo para poder sostener reducciones adicionales en la relación deuda PIB”, dijo Rodríguez.
También mencionó que no se puede seguir sujetando el gasto de capital a limitaciones importantes porque si no se recupera el desgaste de la infraestructura pública se va a afectar la capacidad de producción.
Para Rodríguez hay que ver por dónde se pueden ir flexibilizando espacios para invertir y cederle más al crecimiento que al ajuste fiscal, porque el crecimiento beneficia las finanzas del Gobierno.
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Añadió que la reducción de la deuda es positiva en términos de señal cuando el país se prepara para ir a los mercados financieros internacionales a contratar deuda. Esta situación ayuda a tener mejor perfil de riesgo, lo cual podría ayudar a bajar los costos de financiamiento.
El Gobierno tiene autorización legislativa para vender bonos el próximo año hasta por $1.500 millones en el primer semestre y $1.500 millones en el segundo semestre.