Los bonos de deuda costarricense colocados en el mercado extranjero (eurobonos) reportan una estrepitosa y rápida caída en el precio de hasta 13 puntos en el último mes.
Entre las razones que explican la baja en la cotización de las emisiones ticas están, primero, el fuerte rechazo de sectores a la propuesta del Gobierno de negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI), la posterior retirada del plan y las protestas callejeras.
La depreciación en el precio de los títulos internacionales implica que los inversionistas exigen mayores rendimientos por cada nueva emisión de deuda del país.
Economistas consultados por La Nación y Elian Villegas, ministro de Hacienda, coincidieron que los factores de incertidumbre interna son las que más pesan en la evolución del precio de los eurobonos; así como la falta de acuerdo para enfrentar la crisis fiscal.
Los especialistas agregaron que hay factores externos que influyen en los bonos ticos, como la nueva ola de coronavirus en economías desarrolladas y las elecciones en Estados Unidos.
Sin embargo, el efecto es marginal comparado con la inestabilidad a lo interno del país. Por ello, urgieron a los actores políticos, empresariales y sociales a acudir a la vía del diálogo para lograr acuerdo en busca de la reducción de la deuda pública y aplacar los temores de los inversionistas a la inestabilidad de Costa Rica.
Los eurobonos redujeron su valor entre 4,8 y 12,9 puntos porcentuales (p.p.) para las seis emisiones de títulos externos con vencimientos entre el 2023 y el 2045, muestran los datos proporcionados INS Valores.
Por ejemplo, el bono con vencimiento al 2045 reportó un precio de 93,55%, el pasado 21 de setiembre, en la primera jornada bursátil, después de la presentación del plan para negociar con el FMI.
Mientras que, exactamente un mes después, se ubicó en 80,65%, es decir, una caída de 12,9 puntos.
Las emisiones costarricenses mostraron, este 21 de octubre, un leve ascenso en el precio. Pero la lectura de los analistas es que el movimiento no es resultado de ninguna mejora a lo interno, pues la incertidumbre sobre el país aún persiste.
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“A raíz de la situación política y social que se ha presentado en las últimas semanas en el país, y las noticias que llegan a los mercados internacionales, es razonable que se haya dado una situación de caída en el precio de los bonos”, reconoció el ministro de Hacienda.
Pero Elian Villegas destacó que en el mercado interno priva la confianza de los inversionistas. Además, afirmó que para este año Hacienda ya no tendrá que captar dólares.
El Gobierno costarricense tiene colocados en el extranjero títulos por un saldo de $5.500 millones.
Efectos inmediatos
Los eurobonos costarricenses, como el resto de emisiones internacionales, tuvieron una rápida caída en precios cuando se decretó la pandemia global, en marzo pasado.
En los meses posteriores, la cotización de bonos ticos comenzó un proceso de recuperación.
Sin embargo, empezó a depreciarse luego del rechazo a la propuesta de medidas que el Gobierno anunció, el 18 de setiembre, para negociar con el FMI la obtención de un financiamiento por $1.750 millones.
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El retiro del plan anunciado por el mandatario Carlos Alvarado, el 4 de octubre, acrecentó la caída de los bonos, así como las protestas callejeras en diferentes partes del país.
La propuesta del Poder Ejecutivo proponía reducir la deuda pública del 70% del producto interno bruto (PIB), prevista para este año, al 50% de la producción en el 2034. La iniciativa se fundamentaba principalmente en nuevos impuestos.
“Ante un panorama donde ni siquiera se genera el diálogo, se genera una incertidumbre entre inversionistas y eso ocasiona que traten de vender sus posiciones (bonos), provoquen una sobreoferta en los mercados, con lo cual se da el ajuste en el precio”, explicó Freddy Quesada, gerente de INS Valores.
El especialista enfatizó que cuando hay una mayor percepción del riesgo país, los tenedores internacionales entran en nerviosismo y se traduce en los resultados de las últimas semanas.
Para Jorge Martínez, economista de la Bolsa Nacional de Valores, los inversionistas internacionales ven que la solución del problema fiscal de Costa Rica está lejos y, por eso, se ponen nerviosos.
“Los inversionistas no le dan la razón ni a uno ni a otro, solo ven que no hay acuerdo y que estamos lejísimos en que nos pongamos de acuerdo. Ven que el problema fiscal en cualquier momento estalla y limitaría la capacidad de pago del Gobierno de Costa Rica”, explicó Martínez.
En tanto, el economista Vidal Villalobos fue claro en que los inversionistas foráneos reflejan percepciones sobre el país: confianza o miedo.
“En este momento, el sentimiento que se deja ver en los mercados internacionales con relación a la situación fiscal y social del país es de miedo”, enfatizó.
Las agencias calificadoras Fitch Ratings y S&P confirmaron, desde inicio de mes, que el retraso en la aplicación de reformas, para reducir el déficit fiscal y el endeudamiento público, implicará que el Gobierno enfrente presiones para obtener recursos para hacer frente a sus gastos el próximo año.
Diálogo urgente
La situación fiscal del país es delicada y lo que menos se necesita es turbulencia política, protestas callejeras y personas alimentando la vorágine de la polarización, enfatizó el economista José Luis Arce.
Agregó que es vital cerrar el déficit primario (exceso de gastos sin incluir el pago de intereses de la deuda) y buscar los requerimientos de financiamiento del Gobierno para el próximo año.
“Es crucial que el presidente (Carlos Alvarado) se decida a poner sobre la mesa el programa de ajuste y que el Poder Legislativo y los grupos de interés actúen responsablemente para negociar un ajuste que abra la puerta al financiamiento de 2021”, afirmó el especialista.
Dichas medidas, destacó Arce, serían suficientes para calmar los temores internacionales y estabilizar el precio de la deuda.
El ministro de Hacienda comentó que el Gobierno está enfocado en la construcción de una nueva propuesta balanceada para generar la seguridad para los mercados internacionales y confianza a los costarricenses en la economía.