Los patrones de estacionalidad en el mercado cambiario costarricense, que influyen en la oferta de dólares y en el tipo de cambio, son menos marcados en los últimos ocho años a raíz de modificaciones significativas en la estructura productiva de la economía del país, según un análisis reciente del Banco Central de Costa Rica (BCCR).
Históricamente, las operaciones de compra y venta de dólares realizadas por personas por medio de los intermediarios cambiarios, conocidas como transacciones en ventanilla, mostraban patrones estacionales a lo largo del año, con épocas donde los bancos registraban mayores superávits.
El superávit de divisas se refiere al exceso de dólares que los bancos tienen debido a que compran más divisas al público de las que venden. Esto incluye las transacciones ejecutadas en cajeros físicos y plataformas electrónicas, como cajeros automáticos y banca por Internet.
Según el Banco Central, entre el 2007 y 2015, el mercado cambiario tenía una regularidad en la que durante el primer y cuarto trimestre de cada año había una mayor abundancia de dólares, lo que llevaba a que las entidades financieras registraran mayores superávits y el precio del dólar respecto al colón tendía a bajar, en comparación con el segundo y tercer trimestre donde la abundancia era menor.
Además, se observaba un superávit significativo cerca del día 15 de cada mes; y el comportamiento de la abundancia de dólares en las ventanillas de los intermediarios cambiarios era ascendente en el transcurso de la semana.
Sin embargo, entre 2016 y el 2023, los patrones de estacionalidad en el mercado cambiario muestran pequeños ajustes, ya que han sido menos marcados en estos años, según el más reciente Informe de Política Monetaria del Banco Central publicado, el 1.º de noviembre.
“Las estacionalidades son menos fuertes, siempre hay estacionalidades, con un primer y cuarto trimestre superavitario, y en medio, un periodo relativamente seco (de dólares), pero son menos fuertes”, explicó Róger Madrigal, presidente del Banco Central.
El jerarca del ente emisor destacó que estos cambios en los patrones estacionales se deben a la transformación de la estructura productiva de Costa Rica, especialmente debido al impacto de las exportaciones de servicios.
Madrigal afirmó que la estacionalidad usualmente se relacionaba con la temporada alta del turismo y con la producción agrícola. Añadió que, si bien esto se mantiene, la exportación de servicios es más constante durante el año, lo que da lugar a que se atenúe la abundancia de divisas por factores estacionales y los trimestres sean más uniformes.
El economista Vidal Villalobos, de Grupo Prival, destacó que anteriormente la estacionalidad estaba muy marcada, sobretodo por el turismo y la liquidación de la cosecha del café. Sin embargo, con el crecimiento de las zonas francas se suavizó el fenómeno, por una llegada más constante de dólares.
Esta exportación de servicios no necesariamente depende de la época del año, a diferencia del turismo o la agricultura. Por esa razón, al ser una fuerza relacionada con el cambio en la estructura productiva el superávit de dólares es más regular, según Madrigal.
Alonso Alfaro, economista jefe del Banco Central, enfatizó en que durante los últimos dos años, los superávits de dólares han incrementado considerablemente, lo que también forma parte de la transformación estructural de la economía del país hacia los servicios.
En tanto, Carlos Fernández, exgerente del Banco de Costa Rica (BCR), destacó que si se continúa fortaleciendo el turismo y se mantiene el crecimiento de las zonas francas y la producción, es posible que se mantenga esa dinámica de una mayor abundancia de dólares en el mercado.
El Banco Central elaboró el estudio sobre los patrones de estacionalidad utilizando datos de operaciones cambiarias del público en ventanilla desde enero de 2007 hasta agosto del 2023, divididos en dos subperiodos: 2007-2015 y 2016-2023.
La separación de los subperiodos se realizó considerando la prevalencia de una balanza de bienes y servicios superavitaria a partir de 2016. También se analizaron por separado los bienios 2020-2021 y 2022-2023 para determinar el impacto de la pandemia y la posterior recuperación.
Cambios en el mercado
El análisis del Banco Central revela que, de febrero a agosto, el superávit promedio diario en el período 2016-2023 supera al del período anterior, lo cual se alinea con el comportamiento positivo de la cuenta de bienes y servicios en los últimos años.
Además, en octubre, que tradicionalmente es un mes menos superavitario, esta tendencia se acentuó en los últimos ocho años. Durante los últimos dos años, la abundancia de dólares es mayor en febrero y marzo en comparación con los otros meses del año.
En cuanto a los patrones de estacionalidad, en los segundos trimestres del período 2016-2023, el superávit se mantiene cercano al promedio anual, a diferencia del período 2007-2015. El comportamiento hacia finales de año es más similar, aunque con una diferencia particular en octubre.
“El superávit del mercado de cambios presenta una menor volatilidad a lo largo del año. Lo anterior es coherente con el cambio estructural de la economía costarricense, cada vez más diversificada y orientada al sector externo, en particular en industrias de servicios cuya demanda externa es más uniforme durante el año”, explicó el BCCR en su informe.
Dentro de cada mes, se muestra que el superávit promedio diario aumenta durante las primeras dos semanas, disminuye en la tercera semana y se mantiene estable en la siguiente. Sin embargo, la abundancia durante los primeros 15 días del mes es mayor en el período más reciente.
Según el Banco Central, el cambio más visible en relación con el comportamiento a lo interno del mes es que, a diferencia del período 2007-2015, donde el superávit mostró un comportamiento creciente a lo largo de la semana, en los últimos años el máximo se alcanza los días jueves.
¿Cómo impacta el tipo de cambio?
El tipo de cambio en Costa Rica se establece por las fuerzas de oferta y demanda de divisas en el mercado cambiario, por lo que una mayor o menor abundancia de dólares puede tener un impacto en el comportamiento del precio de la moneda extranjera.
Madrigal explicó que cuando se realizó el estudio, años atrás, se pensó que el mismo mercado iba desaparecer la estacionalidad. Esto porque cuando hay abundancia o escasez de la divisa, hay un incentivo natural para que las personas adquieran dólares cuando el precio es bajo, para vender luego a un precio mayor, añadió.
El presidente de la autoridad monetaria afirmó que eso genera una especie de arbitraje en el tiempo y que, en Costa Rica, el proceso de adaptación del mercado cambiario a estos fenómenos estacionales, que se les conoce de esta forma porque suceden en un mismo periodo repetidamente cada año, no se ha dado con mucha fuerza.
“En diciembre el tipo de cambio tendía a una presión hacia la baja por una mayor afluencia de dólares. Y usualmente, de abril hasta la segunda semana de noviembre, había alguna presión para que subiera el tipo de cambio. Eso, en esencia, se conserva”, aseguró Madrigal.
De acuerdo el funcionario, conforme la economía se vaya transformado hacia los servicios, los fenómenos estacionales se irían uniformando más en el futuro, hasta que eventualmente lleguen a desaparecer los patrones de abundancia durante las épocas del año.
Por su parte, Villalobos manifestó que, desde su perspectiva, siempre se mantendrá la ciclicidad en los niveles de oferta de dólares. Sin embargo, enfatizó en que al tener una fuente más estable de divisas por servicios y zonas francas, los patrones serán menos acentuados.
De darse ese comportamiento descrito por Villalobos, lo que se propiciaría sería comportamiento más estable del tipo de cambio a lo largo del año.