Fitch Ratings mejoró la calificación de riesgo soberano de Costa Rica basado en los resultados positivos en las finanzas públicas atribuidos a la adopción de la regla fiscal, así como en el crecimiento económico y el aumento en la liquidez, según informó la agencia por medio de un comunicado en su sitio web.
La nota de Costa Rica avanzó un peldaño desde BB- a BB, y se mantiene con perspectiva estable, de acuerdo con la escala de calificación de Fitch. La BB indica que la deuda está en la categoría de “especulativa”, sin embargo, se ubica a dos pasos de alcanzar el grado de inversión, que se inicia a partir de BBB.
La agencia estadounidense destacó varias áreas donde Costa Rica presentó mejoras en el último año. En primer lugar, resaltó un marco fiscal afianzado, de la mano de la regla fiscal y los objetivos con el Fondo Monetario Internacional (FMI), pactados a inicios del 2021.
Además, resaltó la mejora de la flexibilidad de financiamiento tras la colocación de los eurobonos en el 2023; una caída en la deuda, que alcanzó el 61,4% del producto interno bruto (PIB) al cierre del 2023, y catalogó de “robusto” el crecimiento económico de la mano de las exportaciones.
Adicionalmente, señaló el aumento en las reservas en dólares del Banco Central de Costa Rica (BCCR) y la apreciación del colón.
“A partir de 2023, las reservas cubren aproximadamente 4,4 meses de pagos externos actuales y el 140% de la métrica de adecuación de reservas del FMI”, señala el calificador.
Aún así, Fitch subrayó algunas áreas de mejora, como el estancamiento político y la alta carga de intereses que paga el Gobierno Central.
Nogui Acosta, ministro de Hacienda, explicó que las mejoras que destaca Fitch deben ser sostenidas en el tiempo; y destacó que el aumento en la calificación es la oportunidad que tiene el país de alcanzar el grado de inversión, la categoría más segura de la agencia.
Pablo González, analista de Mercado de Valores, explicó que Fitch apuntaba a otorgar una calificación BBB con grado de inversión, pero reconoció desafíos importantes para Costa Rica, como la falta de acuerdos ágiles en política, la delincuencia e inseguridad social y el alto pago de intereses en el ámbito fiscal. Por ello, decidieron bajar dos notas a las obtenidas por los modelos.
El ajuste aprobado por Fitch ocurre casi un año después de que la misma agencia, el 2 de marzo del 2023, elevó la calificación de riesgo de B a BB-, es decir, de muy especulativa a especulativa.
Meses atrás otras agencias calificadoras también mejoraron la nota de Costa Rica. El pasado 27 de octubre, S&P Global Ratings la ajustó de B+ a BB- con perspectiva estable. A principios de noviembre anterior, Moody´s también varió la calificación, de B2 a B1 con perspectiva positiva.
Vidal Villalobos, asesor económico de Grupo Prival, prevé que S&P y Moody’s suban la calificación a lo largo del año, probablemente en un escalón, debido a que “falta mucho por mejorar para llegar al grado de inversión”. Explicó que las calificadoras suelen dar ese escalón a países similares si la deuda es alrededor del 45% del PIB.
El fundamento
Fitch brindó varios indicadores que fundamentan la mejor nota de riesgo de Costa Rica. Según la agencia, “la calificación de Costa Rica se sustenta en fortalezas estructurales en relación con la categoría ‘BB’, incluidos sólidos indicadores de gobernanza y un ingreso per cápita elevado en comparación con sus pares”.
Destacó el compromiso fiscal y el superávit primario del 1,6% del PIB. Según la firma, el enraizamiento de la regla fiscal, los estrictos objetivos fiscales establecidos bajo la ley de eurobonos y el programa del FMI son fundamentales en la mejora del perfil crediticio de Costa Rica.
La agencia pronosticó un superávit primario del 1,85% en el 2024, con un déficit fiscal de 2,7%, y destacaron que es probable que se dé una mayor consolidación por la restricción del gasto y la caída en los pagos por intereses.
De igual forma, destacaron el regreso del Gobierno a los mercados internacionales, con la emisión de $3.000 millones de eurobonos, lo que redujo la presión en el mercado interno.
Según la firma, las necesidades de financiamiento del 2024 deben estar bien cubiertas por la emisión de otros $1.000 millones de eurobonos, fuentes multilaterales (como el préstamo con el FMI) y algunos financiamientos adicionales en el mercado interno.
Fitch pronostica un crecimiento económico del 3,7% en 2024 y del 3,5% en 2025, impulsado por los sectores de exportación, el nearshoring y los fuertes flujos de inversión extranjera.
Luis Vargas, economista del Colegio de Ciencias Económicas, enfatizó en que la mejora es una oportunidad para reducir el costo del crédito al que Hacienda tenga acceso, así como mejores perspectivas para la colocación de los eurobonos en los mercados internacionales, debido a que los inversionistas perciben mayor seguridad al invertir en Costa Rica.