La agencia Fitch Ratings redujo la calificación en moneda extranjera a largo plazo de Costa Rica, de “BB” a “B +”, lo cual implica una rebaja de dos niveles. La perspectiva de la calificación es negativa, anunció la empresa, este 15 de enero.
Fitch explicó que la rebaja refleja los déficits fiscales persistentemente amplios de Costa Rica, y las amplias necesidades de financiamiento a corto plazo debido a un fuerte calendario de amortización y restricciones de financiamiento del presupuesto.
Con esta degradación, Fitch se convierte en la tercera calificadora de riesgo internacional que recorta la calidad crediticia de la deuda costarricense, en menos de dos meses.
La primera en hacerlo recientemente fue Moody’s, que el pasado 5 de diciembre recortó a B1 de Ba2 las calificaciones de emisor a largo plazo y de bonos senior no garantizados del Gobierno de Costa Rica; le siguió Standard & Poor’s, que la redujo de BB- a B+ y la puso en perspectiva negativa, el 21 de diciembre anterior.
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Estas tres rebajas podrían afectar la colocación de $6.000 millones en eurobonos que pretende el Gobierno, para lo cual requiere la aprobación del proyecto de ley presentado a la Asamblea Legislativa, el 19 de diciembre pasado.
Para el 2019, el país requiere un financiamiento equivalente al 13,3% de la producción, aún mayor que el del 2018, y por ello busca la aprobación para colocar bonos externos.
Fitch eliminó el Rating Watch Negative en la deuda soberana que se había asignado en noviembre del 2018, un estado que las agencias de calificación otorgan a una empresa mientras deciden si reducen la calificación crediticia.
No obstante, mantiene la perspectiva negativa, lo cual indica hacia dónde se podría mover la calificación en el futuro.
“La Perspectiva Negativa refleja riesgos inclinados a la baja debido a la incertidumbre actual que rodea el financiamiento gubernamental en medio de altas tasas de interés y vencimientos de deuda más cortos, a pesar de la implementación de la legislación de reforma fiscal y el reembolso de una facilidad de liquidez a corto plazo del Banco Central”, manif.estó la agencia, en un comunicado.
Fitch reconoce que el nuevo Gobierno aprobó con éxito una reforma fiscal a fines de diciembre, para abordar los desequilibrios fiscales. Sin embargo, considera que el rendimiento de la reforma a corto plazo será limitado.
La agencia detalló que el gobierno prevé que la reforma rendirá un monto equivalente al 4,2% del PIB para 2023 y estabilizará la deuda del gobierno central en 65% del PIB.
“Sin embargo, Fitch ve riesgos a la baja para la capacidad de las autoridades para lograr tales ahorros. Además, el tamaño del ajuste necesario para estabilizar la deuda podría resultar mayor, especialmente si los costos de los préstamos se mantienen en los altos niveles actuales o si el crecimiento económico tiene un desempeño inferior”, señaló la agencia.
Se consultó a las autoridades nacionales sobre esta decisión. En el Banco Central informaron de que el presidente Rodrigo Cubero se encuentra en reuniones fuera de la institución.
Se espera la opinión del Ministerio de Hacienda.