¿Qué pasó con el ROP para que en el estado de cuenta pasara de mostrar ganancias, a finales del 2021, a pérdidas en junio pasado? La causa de ese resultado adverso no es una sola y más bien interviene una combinación de factores, como el aumento de la inflación, el alza en las tasas de interés en Costa Rica y el extranjero; la guerra entre Rusia y Ucrania, y los efectos de la pandemia.
En las explicaciones de la caída están de acuerdo tanto la Superintendencia de Pensiones (Supén), las operadoras de pensiones complementarias (OPC) y economistas consultados por La Nación. Estas razones son las que empujaron las inversiones del Régimen de Pensiones Complementarias (ROP) a una pérdida en la rentabilidad real anual, al cierre del primer semestre, de entre -2,34% y -4,25%, algo que no ocurría desde hace 15 años.
El momento de la recuperación de los rendimientos es el tema en el cual aún no hay claridad. En parte, porque se verá influido tanto por variables locales como internacionales, pues en el extranjero está colocado un tercio de los ¢9.117.463 millones administrados por las OPC, es decir, $4.000 millones, a junio pasado.
De cara a los 2,9 millones de afiliados al sistema, la actual coyuntura sí tendrá un efecto negativo en las personas que decidan moverse de OPC, pues materializan la pérdida de corto plazo reflejada en el estado de cuenta al hacer efectiva su transferencia.
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En el caso de quienes se jubilen en la actual coyuntura, las operadoras consultadas por este diario explicaron que los rendimientos de mediano y largo plazo aún son positivos y, dependiendo del tipo de beneficio escogido, se mitigará el efecto actual reflejado en los portafolios de inversiones de las OPC.
Los rendimientos de tres, cinco y diez años, así como el histórico (el calculado desde el 2000) aún se mantienen en terreno positivo, durante los últimos 12 meses, pero sí registra una tendencia a la desaceleración.
Además, el pensionado no hará un retiro total de sus recursos, con lo cual, cuando los rendimientos vuelvan a recuperarse, lo verá reflejando en su cuantía mensual, destacó Alejandro Solórzano, gerente de Vida Plena.
La última vez que los fondos de pensiones complementarios enfrentaron una coyuntura similar fue en el 2008. En enero de ese año, los rendimientos reales (descontando la inflación) anuales del ROP de las seis operadoras cayeron a terreno negativo. Las ganancias volvieron a las carteras 20 meses después, es decir, en agosto del 2009, según las estadísticas publicadas por la Superintendencia.
Contexto del resultado
El elemento de mayor peso en el resultado actual de las inversiones de los fondos de pensiones es el aumento generalizado en los precios de los bienes y servicios, pues al valorar la rentabilidad en términos reales, o sea, al descontar la inflación, las ganancias se reducen.
Adicionalmente, la subida de las tasas de referencia del Banco Central de Costa Rica y la Reserva Federal de Estados Unidos afecta los portafolios de las OPC, pues en estos mercados es donde están la mayoría de las inversiones de las operadoras.
La caída de los precios de los instrumentos de inversión en el mercado local y extranjero está motivado por el alza en las tasas de interés, el aumento de la inflación, los problemas en las cadenas de suministro y el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, explicó la Supén, en su informe de coyuntura sobre el sistema nacional de pensiones.
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Para el economista Alberto Trejos, los afiliados están ahora muy conscientes de que, en los últimos meses, su pensión perdió valor, pero no recuerdan que, hace 25 meses, los fondos ganaron un montón de valor.
“Un fondo de pensiones está diseñado para obtener la máxima ganancia posible del cliente a largo plazo porque las inversiones son a 20 años o 30 años. Entonces, los fondos compran activos que, aunque suben y bajan mucho (de rendimiento), en promedio dan más. El cliente debe ver a muy largo plazo porque le conviene la ganancia total”, comentó Trejos.
El retorno a la estabilidad en los regímenes de pensiones complementarios se alcanzaría conforme la inflación empiece a reducirse; en el caso de Costa Rica eso ocurriría en el 2024, según el más reciente Informe de Política Monetaria del Banco Central.
Además, conforme se dé el vencimiento de inversiones y dichos flujos de recursos se inviertan en nuevos instrumentos, a tasas acordes a la coyuntura, se generará una perspectiva favorable para los afiliados, destacó Róger Porras, gerente de Popular Pensiones.
“A pesar de ciclos económicos en los cuales se presenta una afectación al desempeño de los fondos administrados, estos son compensados por los ciclos de mejores perspectivas, por este motivo es de suma importancia analizar los fondos de pensiones como un instrumento de inversión de largo plazo. Por ejemplo, el año anterior se presentaban rentabilidades cercanas al 19%”, recordó Porras.
En un contexto de tanta incertidumbre ningún instrumento de inversión o estrategia logrará corregir la tendencia actual, porque se trata de un fenómeno global, pues los instrumentos de los emisores, sean locales o externos, se comportan de la misma manera, subrayó Héctor Maggi, gerente de la OPC de la Caja Costarricense de Seguro Social.
“Los mejores analistas recomiendan, en estas situaciones, esperar y dejar que el mismo instrumento recupere su normalidad, a medida que el mercado se recupere”, destacó Maggi.
Los administradores del ROP insistieron en que, la decisión más dañina para el propio trabajador sería efectuar un cambio de entidad administradora pues, en ese momento, se materializa la minusvalía que es un registro contable de la valoración que se hace de los portafolios en la actualidad.
“Las operadoras mantienen su vencimiento, por lo cual se recibe la totalidad del principal invertido y de sus respectivos intereses, indistintamente si en la vigencia del título se dieron minusvalías o plusvalías”, recalcó Hermes Alvarado, gerente de BN Vital.