Los rendimientos de los fondos de pensión complementaria cerraron el 2022 con variaciones negativas, pero cinco de las seis operadoras que administran recursos del Régimen Obligatorio de Pensiones (ROP), lograron detener la caída.
A diciembre pasado, las rentabilidades reales de las inversiones de los fondos del ROP estuvieron entre -9,40% y -14,56%, según la información estadística publicada en la página web de la Superintendencia de Pensiones (Supén).
Sin embargo, en los dos últimos meses del 2022, la profundización de las pérdidas se detuvo en BAC Pensiones, BCR Pensiones, BN Vital, Vida Plena y la operadora de pensiones complementaria (OPC) de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS). La excepción fue Popular Pensiones que continuó con la caída, al cierre del año pasado, pero a un ritmo menos acelerado.
Los fondos de pensiones iniciaron, el último trimestre del 2021, un proceso de desaceleración en los rendimientos. Pero el fenómeno se agravó, durante el año pasado, como consecuencia de la invasión de Rusia a Ucrania; y por el alza en las tasas de interés de los bancos centrales a nivel global, con el objetivo de frenar la inflación.
Las variaciones negativas de los rendimientos se iniciaron a partir de mayo del 2022, lo cual empezó a reflejarse en las minusvalías registradas en los estados de cuentas de los 2,9 millones de afiliados al ROP.
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La leve reversión registrada al cierre del 2022, se explica por la desaceleración en los incrementos de las tasas de interés, en Costa Rica y el extranjero, debido a que la inflación empezó a moderarse, afirmó Hermes Alvarado, gerente general de BN Vital.
“Los rendimientos se recuperan a medida que las tasas locales pausen sus incrementos y tiendan a bajar en el medio plazo, se controle el nivel de inflación y el tipo de cambio normalice su tendencia de largo plazo de depreciación”, subrayó Alvarado.
Precisamente, el movimiento del tipo de cambio es lo que impacta el portafolio del ROP de Popular Pensiones, pues el 48% de los recursos administrados por la entidad están invertidos en títulos valores, en el mercado internacional y en Costa Rica, en moneda extranjera.
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“El colón se ha apreciado, prácticamente, un 20%, y como nuestras inversiones en dólares las tenemos que reflejar en colones, pues es ahí donde hacemos esa minusvalía”, explicó Óscar Benavides, gerente general a.í. de Popular Pensiones.
A diciembre pasado, las seis OPC administraban ¢9.305.945 millones a sus clientes. Sin embargo, el monto ascendía a ¢9.854.296 en marzo pasado, previo a registrarse las mayores minusvalías. La baja fue de ¢548.351 millones, según datos de Supén.
¿Es sostenible?
Una de las principales interrogantes en el mercado de pensiones es si se está frente al inicio de la recuperación en los rendimientos de las inversiones.
Tanto Rocío Aguilar, jerarca de la Supén, como los gerentes de las OPC, consideran que para el segundo semestre del 2023 se saldría de las rentabilidades negativas en el ROP. Sin embargo, dependerá de que las tasas de interés y la inflación empiecen a reducirse, y que no haya nuevas afectaciones económicas en Costa Rica y el extranjero.
“A partir de octubre y noviembre vimos un comportamiento de mejora en los rendimientos, por supuesto, no implica que la situación se haya revertido. Conforme la inflación se controle, es posible retornar a los niveles anteriores (...) Es posible que en el 2023, salvo que aparezca alguna otra crisis, ss posible que recuperemos parte de la caída en rendimientos del periodo anterior”, subrayó Aguilar, el pasado 16 de diciembre en conferencia de prensa.
Para Alejandro Solórzano, gerente general de Vida Plena, se empieza a entrar en un periodo de normalización, después de un 2020 con una inusual rentabilidad en el ROP y un 2022 con bajas tasas.
“Esperamos es que el efecto de shock de la economía ante eventos como la pandemia y la guerra sean corregidos (...) Hay espacio para que durante el segundo semestre (del 2023) se den ajustes en la tasa de interés local que ajusten los precios de los activos locales mejorando la rentabilidad de los fondos”, consideró Solórzano.
Alvarado consideró que la mayor incertidumbre para las inversiones de los fondos de pensiones llegará desde los mercados externos por conflictos geopolíticos, especialmente con la guerra entre Rusia y Ucrania.
Mientras que la primera colocación de eurobonos por $1.500 millones, daría un alivio a la presión en tasas ejercida por el Gobierno, pero sin tener efectos cambiarios, pues los recursos se usarán para pagar el vencimiento de deuda externa, consideró el jerarca de BN Vital.
Fondos voluntarios y FCL
En el caso de los fondos de pensiones voluntarias y el Fondo de Capitalización Individual (FCL), las inversiones hechas por las OPC con los recursos de sus clientes también continuaron en negativo y dejaron de profundizarse. Esto ocurrió en todas las operadoras.
Los rendimientos de los fondos voluntarios fueron de entre -1,87% y -11,64% en su variación real interanual en diciembre pasado. Pero en octubre anterior, durante su punto más bajo, eran de entre -3,36% y -12,07%, según el registro de la Supén.
En el caso del FCL, la rentabilidad finalizó el 2022 entre -4,34% y -13,70% de variación real interanual. Mientras que para octubre, del mismo año, era de entre -4,97% y -14,47%.
En el régimen voluntario y el Fondo de Capitalización Laboral, las inversiones de Popular Pensiones están cerca de alcanzar variaciones positivas, a diferencia del ROP.
El gerente interino de esta administradora explicó que tal situación ocurre porque la cartera de inversión de los voluntarios está, principalmente, en instrumentos en colones y no cuentan con valores emitidos en el mercado externo.
“En diciembre ya empiezan a bajar un poco las tasas de interés acá, en el mercado local, y eso hace que estos fondos empiecen a revertir las minusvalías por valoración y, más bien, reflejen plusvalías por valoración”, recalcó Benavides.
Al cierre del 2022, las seis operadoras administran a sus afiliados ¢579.163 millones del FCL. Mientras que eran ¢408.571 millones, en fondos voluntarios en colones, y $183,6 millones, en moneda extranjera, según la Superintendencia de Pensiones.