La mayoría de los $1.500 millones de eurobonos fueron comprados por fondos de pensiones, aseguradoras y fondos de inversión, principalmente del extranjero.
Este tipo de inversionistas adquirió el 80% de los recursos colocados por Costa Rica, este 12 de noviembre, según informó Rodolfo Cordero, ministro interino de Hacienda. El resto fueron entidades bancarias y fondos de cobertura.
Cordero catalogó el resultado del proceso de emisión de deuda externa como exitoso, pues la demanda de títulos costarricenses fue cinco veces mayor, es decir, por $7.600 millones.
Por otra parte, la mayoría de los bonos los obtuvieron inversionistas de Estados Unidos y Europa.
Melvin Quirós, director de Crédito Público, detalló que inversionistas costarricenses hicieron ofertas por $250 millones, pero solo se asignaron $70 millones.
Quirós explicó que los recursos ingresarán a las cuentas de Hacienda, en el Banco Central, el próximo martes 19 de noviembre.
“Hubo una participación muy fuerte de inversionistas europeos, nos alegra bastante, porque es un mercado al cual quisiéramos acceder con más frecuencia dado que los inversionistas tienen una posibilidad de invertir a menores costos”, explicó Quirós.
El Gobierno de Costa Rica regresó a los mercados internacionales con una emisión de $1.200 millones al 2031 (11 años y fracción), a una tasa de 6,25%, y $300 millones restantes en un instrumento que vence en el 2045, al 7,25%.
Quirós comentó que, dos días de haber cerrado la transacción, los bonos han demostrado una estabilidad en el precio, tendiendo levemente al alza, producto de la demanda que quedó sin asignación durante el proceso de colocación.
“Los bonos al 2031 y al 2045 se negocian a un precio cercano al 100.5 y al 100.4 (en porcentaje), respectivamente, muestra de un adecuado cierre del proceso de negociación y de una gran confianza de los inversionistas”, recalcó el funcionario.
Con esta transacción se culminó el largo camino, de casi un año, desde que el Gobierno propuso el proyecto inicial, en enero del 2019, para captar $6.000 millones en un plazo máximo de seis años, aunque al final solo logró la aprobación de estos $1.500 millones.
A estos recursos se une, también, un crédito de apoyo presupuestario con el Banco Interamericano de Desarrollo, por $350 millones, cuyos recursos ya ingresaron, y otro crédito, que se analiza en la Asamblea Legislativa, por $500 millones, con la Corporación Andina de Fomento (CAF).
Uso de los recursos
El Ministro interino explicó que los $1.500 millones permiten al Gobierno terminar el 2019 con financiamiento suficiente, e iniciar el 2020 con un prefondeo de recursos.
“La ley de los eurobonos nos dicta efectuar cambio de financiamiento interno por externo, cancelaciones de obligaciones en el mercado interno y cerrar necesidades de gastos del Gobierno”, explicó Cordero.
El objetivo de Hacienda es utilizar la mayoría del dinero para pagar vencimientos de deuda en dólares.
Entre noviembre de este año y diciembre del próximo, Hacienda debe pagar a inversionistas $1.300 millones por concepto de deuda interna y externa, según los datos de la entidad.
Quirós recalcó que el objetivo de la entidad es usar $500 millones de los eurobonos al cierre de este año. Dicha cantidad de recursos incluye un vencimiento de $140 millones, la próxima semana, y necesidades de gasto corriente como salarios, aguinaldos o transferencias.
“Todo lo que esté incluido en la ley de Presupuesto Nacional puede ser susceptible para el uso de los eurobonos (...) la idea es, en lo posible, no colonizar los recursos para que no haya efecto en el tipo de cambio”, recalcó Quirós.
En el caso de los créditos del CAF y el BID, Hacienda tiene menos flexiblilidad en el uso, en comparación con la emisión de deuda externa, pues deben usarse solo para cancelar deuda interna cara, es decir, con rendimientos altos.
El Ministro interino reconoció que, pese al fondeo obtenido, en las próximas semanas acudirán de nuevo al Congreso para presentar otro proyecto de ley para colocar $4.500 millones en los mercados internacionales, en los próximos años.