El Gobierno Central cerró el 2022 con un superávit primario, lo que quiere decir que los ingresos fueron mayores a sus gastos, esto sin incluir el pago de intereses. Una mejor recaudación y el control del gasto favorecieron este resultado, que no se observaba desde el 2008.
La información financiera del Gobierno fue adelantada por el presidente del Banco Central, Róger Madrigal, en la presentación del Informe de Política Monetaria 2023-2024, este martes 31 de enero. En la exposición, el jerarca indicó que el resultado primario del Gobierno Central, en el 2022, fue de 2,1% del Producto Interno Bruto (PIB), basado en cifras preliminares del Ministerio de Hacienda.
Un desempeño financiero así no ocurría desde el 2008, cuando el superávit primario registrado fue de 2,3% de la producción. Entre el 2009 y 2021 se presentaron déficits primarios, siendo el menor el del 2021, que únicamente fue de 0,3%.
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Nogui Acosta, ministro de Hacienda mencionó a La Nación que estas cifras son el resultado de una mejora en la recaudación de impuestos y en el control del gasto.
“Hemos adelantado dos años el punto de inflexión en la reducción de la deuda. Esperamos que con este proceso podamos tener pronto una reducción en las tasas de interés, en el costo del financiamiento de los proyectos productivos y en las necesidades de los costarricenses”, mencionó el jerarca de Hacienda.
Madrigal calificó como “importante” el resultado del déficit primario tras varios años, y sobre los intereses indicó que el Gobierno se encuentra trabajando en reestructurar pasivos para reducir el porcentaje de 4,6% de la producción.
A pesar de esto, el resultado financiero del Gobierno Central presentó un déficit del 2,5% del PIB, mientras los intereses significaron un 4,6% de la producción para el 2022.
Por otro lado, el jerarca del BCCR también destacó la reducción del endeudamiento del Gobierno durante 2022, que pasó de representar 68% del PIB a 63,8%, entre 2021 y 2022.
Sobre el comportamiento de la deuda, Madrigal opinó que el resultado representa un “esfuerzo muy grande que han hecho las autoridades fiscales por muchos meses”, para lograr esa reducción de 4,2 puntos porcentuales (p. p).
Juan Robalino, director del Instituto en Investigaciones en Ciencias Económicas de la Universidad de Costa Rica (IICE-UCR), consideró que el balance fiscal es bastante positivo, y que esto podría reducir las presiones sobre las tasas de interés locales.
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A pesar de eso, Robalino consideró que el Gobierno Central tendrá una restricción “importante” en su consumo, lo que afectará el crecimiento de la economía. Según mencionó, esto pasará “por la forma en que está escrita la regla fiscal, que no toma en cuenta la inflación del 2022 para definir el gasto del 2023.
Por otro lado, José Luis Arce, economista y director de Análisis y Estrategia de FCS Capital opinó que las cifras fiscales no incidirán en las tasas de interés, pues lo que ha causado la subida en ellas es la alta inflación y la restrictiva política monetaria.
Según explicó este especialista, esto también implica un impacto para el mismo Ministerio de Hacienda, el cual seguirá pagando tasas de interés altas por un tiempo aunque obtenga financiación del exterior.
Además, Arce añadió que las cifras fiscales a futuro no parecen ser tan optimistas como los últimos dos años, pues se juntaron una serie de factores que mejoraron el panorama de Hacienda.
“Los crecimientos tan fuertes de la recaudación tributaria en el 2021 y 2022 son producto de factores que no van a volver, como la recuperación pospandemia, la entrada en vigencia de la reforma del 2018 en su totalidad, la inflación alta y el tipo de cambio a la alza a mitad del 2022 elevó el ingreso tributario, pero viéndolo en términos reales la recaudación se está desacelerando”, concluyó Arce.