El Gobierno enfrentará significativas demandas de liquidez durante el primer semestre del 2024 debido, principalmente, a los pagos del capital e intereses de su deuda. A esta presión se suman la deuda pendiente en el 2023, y las tradicionales salidas de efectivo hacia el final y principio de año, por aguinaldos, salarios y salario escolar.
De acuerdo con la información proporcionada por el Ministerio de Hacienda, en los primeros seis meses del próximo año, el Gobierno deberá saldar una deuda total de ¢1,98 billones, que incluyen tanto vencimientos de la deuda interna como la externa.
Destaca junio como el mes con mayores vencimientos del próximo año, en el cual el Gobierno deberá desembolsar un total de ¢679.891 millones. Esta suma equivale a 1,49 puntos del producto interno bruto (PIB) de Costa Rica proyectado para el 2024 en el Informe de Política Monetaria de julio del 2023.
Para enfrentar la próxima cuesta de fin y principio de año, el Ministerio de Hacienda anunció la creación de una reserva de liquidez con el propósito de cumplir los cuantiosos vencimientos de deuda pendientes.
Nogui Acosta, jerarca de Hacienda, explicó a La Nación que este fondo de liquidez se concibió con el fin de cubrir los vencimientos más intensos de la deuda interna y externa, tanto en colones como en dólares, y que permitirá manejar salidas significativas de efectivo como los pagos de salarios, aguinaldos y salario escolar en los próximos meses.
Para lo que resta del 2023, los compromisos más importantes están centrados en los meses de agosto y setiembre, cuando Hacienda deberá hacer frente a vencimientos de deuda por un total de ¢321.005 millones y ¢272.023 millones, respectivamente.
Mauricio Castro, economista de la Bolsa Nacional de Valores (BNV), explicó que la emisión de eurobonos en marzo, la exitosa captación de fondos en subastas de deuda interna y el aumento en los ingresos asociados con los rendimientos de la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas son los tres factores que permitieron la creación de esta reserva de liquidez.
Acosta amplió que la mayoría de los recursos utilizados para establecer la reserva de liquidez provienen de las colocaciones realizadas por Hacienda en el mercado interno, junto con los mayores ingresos, tributarios y no tributarios, en moneda local. En el caso de los fondos en moneda extranjera, la mayoría proviene de desembolsos de préstamos externos y de la emisión de eurobonos.
Hasta el 31 de julio del 2023, el fondo de liquidez del Ministerio de Hacienda ascendía a ¢1.175.000 millones (¢1,175 billones), distribuidos en ¢525.000 millones en moneda local y ¢650.000 millones en dólares, equivalentes a aproximadamente $1.188 millones al tipo de cambio de ese día en el Monex, de ¢546,73.
Condiciones más favorables
Gabriel Alpízar, gerente de Tesorería del Banco de Costa Rica, sostuvo que las condiciones financieras del país son más favorables en comparación con años anteriores. Esto permitirá al Gobierno cumplir con los vencimientos actuales y futuros en mejores condiciones y con menor riesgo.
Alpízar indicó que, aunque las presiones de liquidez que se anticipan para el Gobierno son nominalmente altas, no son algo que la Tesorería Nacional no haya podido solventar anteriormente.
Como informó La Nación a mediados de julio, el Gobierno registra sus mayores niveles de liquidez en la última década, otra razón que llevó a Hacienda a abrir dicha reserva. Según Nogui Acosta, al tener mayor liquidez, el Gobierno no captará recursos a cualquier precio, además de que será posible mejorar el costo de la deuda y ampliar sus plazos.
Por su parte, Castro aclaró que la creación del fondo de reserva permite a Hacienda aprovechar las condiciones del mercado para aprovisionar recursos.
“Esta reserva de liquidez es una provisión de recursos que le evita salir a buscar recursos frente a gastos extraordinarios de fin o inicio de año, presionando por recursos en el mercado de colocaciones”, explicó.
Según Alpízar, a mediano plazo es necesario considerar que la mayor parte de la deuda se vence en los próximos cinco años, lo que sí podría generar presión. Según las cifras de Hacienda, entre el 2024 y 2028 el Gobierno debe cancelar el 47% del total de los vencimientos del país, aproximadamente ¢13 billones.
Sin embargo, el gerente del BCR explicó que hay emisiones de eurobonos pactadas para 2024 y 2025, por lo que sí tendría los recursos suficientes para poder atender esos vencimientos futuros.
¿Cómo podrían reaccionar los mercados?
Leonardo Cabrera, gestor de negociación de Mercado de Valores, explicó que con la cancelación de vencimientos de deuda del Ministerio de Hacienda se tiende a generar una presión al alza en los precios de los bonos, por lo que los rendimientos suelen caer.
Cabrera amplió que Hacienda ha convocado constantemente a canjes de deuda del 2023 y 2024 por bonos del 2028, 2035 y 2023, además de realizar subastas internas. Según el especialista en finanzas, estas acciones son apetecidas por el mercado, y han hecho que el Ministerio baje la presión de los vencimientos del 2024.
Lo mismo explicó Gabriel Alpízar, quien indicó que el ejercicio de canje de deuda se suele hacer tres o dos meses previo al vencimiento oficial de la deuda de Hacienda, y permite que el proceso de pago “no sea tan fuerte”.
El pasado 4 de agosto, el Ministerio de Hacienda realizó el canje de títulos de deuda interna más alto de los últimos cuatro años, por un monto de ¢233.625 millones, en este caso con vencimientos del 2028, 2034 y 2045.
Por el lado del mercado cambiario, Alpízar concluyó que si el Gobierno usa el dinero de los eurobonos para cancelar sus pasivos en dólares, el efecto sobre el tipo de cambio solo se vería afectado por expectativas, pero no en gran medida.