El Ministerio de Hacienda deberá recurrir a la emisión de eurobonos o a créditos de apoyo presupuestario para enfrentar los elevados vencimientos de deuda a inicios de 2025. Entre enero y marzo del próximo año, Hacienda deberá cancelar ¢1.035.161,68 millones, principalmente en los dos primeros meses. Esto equivale al 41% de la deuda programada para el próximo año.
El primer mes del próximo año, recibirá al Gobierno con vencimientos por ¢459.846,61 millones. En febrero sube a ¢466.481,20 millones y, para marzo, se reduce a ¢108.833,87 millones, según el perfil de vencimientos de deuda del Gobierno Central publicado el sitio web de Hacienda.
Nogui Acosta Jaén, jerarca de la entidad, confirmó esta información a La Nación el 13 de noviembre. Aseguró que, aunque la entidad aplica una estrategia de canjes de deuda para reducir la acumulación de grandes pagos, será necesario optar por una de esas dos vías. En ambos casos, la Asamblea Legislativa debe aprobar una reforma al proyecto de eurobonos para permitir emisiones en 2025, además de autorizar los contratos de los créditos internacionales.
Acosta señaló que estas fuentes de financiamiento son imprescindibles, ya que el mercado de deuda local únicamente proporciona ¢300.000 millones por mes, insuficientes para cubrir las necesidades del primer trimestre. Por este motivo, instó a los diputados a aprobar la reforma para emitir eurobonos por $1.000 millones, que ajusta las metas fiscales para realizar colocaciones en 2025 y 2026. También sugirió que se aprueben los créditos internacionales de apoyo presupuestario, incluso estableciendo condiciones sobre el uso de los fondos.
“Ocupamos una de esas dos vías, porque si no, vamos a tener que empezar a subir tasas para que la gente me preste la plata a mí en el mercado interno. Se ha hecho un esfuerzo para bajar tasas, y no esperamos que se suban por un tema puntual en donde los diputados ya de por sí autorizaron el endeudamiento”, expresó.
En 2025, el Gobierno deberá cancelar vencimientos por ¢2.529.336,67 millones, respecto a los ¢2.403.336,67 millones de este año. Los mayores pagos se concentrarán en 2029, cuando se liquidarán ¢2.634.184,49 millones.
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Actualmente, la Asamblea Legislativa analiza dos créditos internacionales de apoyo presupuestario. Uno por $500 millones con el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF), adscrito al Banco Mundial, y otro por 100 millones de euros con la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD).
Además, el 19 de noviembre, la Comisión de Asuntos Hacendarios dictaminó el proyecto de ley para postergar dos emisiones de eurobonos por $1.000 millones. La iniciativa flexibiliza las metas fiscales, reduciendo el superávit primario requerido del 1,85% al 1,3% del producto interno bruto (PIB) para este año y aumenta el límite de pago de intereses del 4% al 5,1% de la producción.
Isaac Castro, ex viceministro de Hacienda, explicó que el Gobierno presenta altas torres de vencimiento a inicios de año porque establece escalones y meses focales para el pago de su deuda. Explicó que la razón de la concentración, durante los primeros meses del año del 2025, se debe a que, antes de la reforma fiscal del 2018, se hicieron emisiones por montos muy altos con una sola fecha de vencimiento cuando el Ejecutivo tenía más presión por obtener recursos.
En eso coincidió Juan Pablo Arias, asesor económico de la Bolsa Nacional de Valores, quien detalló que la acumulación de fuertes vencimientos, especialmente en enero y febrero del 2025, es producto de que no se previeron esos fuertes pagos cuando se hizo la colocación de deuda en años anteriores. Él adelantó que en 2026 la situación será similar, por lo que se está volviendo sistemático acumular fuertes responsabilidades a inicios de cada año.
Nogui Acosta aseguró que el Ministerio tiene recursos para cumplir con las obligaciones de los próximos 30 días. No obstante, reconoció que la caída en la recaudación tributaria complica el panorama, ya que los ingresos no crecen al ritmo que tenían posterior a la reforma fiscal, y algunos proyectos legislativos han reducido los ingresos por impuestos.
A pesar de estos desafíos, Castro opinó que Hacienda tiene una posición sólida para enfrentar los vencimientos, incluso recurriendo al mercado interno. Según él, los inversionistas locales suelen renovar los títulos y existe apetito por bonos, algo que se refleja en la demanda de títulos por medio de los canjes de deuda.
Financiamiento externo
Arias destacó que los mercados internacionales enfrentan un entorno especulativo, influido por el retorno de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, el próximo 20 de enero. Esto podría afectar las tasas de interés de los bonos del Tesoro, que sirven como referencia para países emergentes como Costa Rica.
Por ello, afirmó que aún no hay certeza sobre el mejor momento para emitir eurobonos en 2025, aunque anticipó condiciones más favorables que las vistas en 2024.
Tanto Castro como Arias coincidieron en que Hacienda debe maximizar las oportunidades del mercado local, que ofrece tasas bajas y liquidez. Señalaron herramientas como el Programa Creadores de Mercado y la política monetaria del Banco Central, que ha reducido las tasas en sus últimas decisiones.
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Isaac Castro añadió que, con una adecuada gestión de la deuda, el mercado local podría superar los ¢300.000 millones mensuales mencionados por Acosta.
A setiembre de 2024, los ingresos tributarios del Gobierno disminuyeron como porcentaje del PIB en comparación con 2023, lo que incrementa la necesidad de financiamiento para hacer frente a algunos pagos de deuda. Arias recordó que desde 2020, el cierre fiscal se realiza en diciembre, desplazando ingresos importantes hacia marzo con la liquidación de renta, aunque el Gobierno aún recibe pagos parciales en junio, setiembre y diciembre.