El Gobierno Central presentó un superávit primario (los ingresos superaron los gastos sin intereses) del 1,7% del producto interno bruto (PIB) al mes de setiembre, una cifra equivalente a ¢810.386 millones.
Tal resultado significa que el Ejecutivo superó en ¢353.386 millones la meta acordada con el Fondo Monetario Internacional (FMI), para setiembre de 2023, que estipulaba un balance primario de al menos ¢457.000 millones. Pese a ello, la Administración reiteró que los ingresos continuaban reportando una desaceleración.
Así lo informó el Ministerio de Hacienda en la publicación de las cifras fiscales con corte al noveno mes del 2023. El informe atribuye el superávit primario, principalmente, al control del gasto primario, que experimentó un aumento del 0,9%, llegando al 9,6% del PIB proyectado para el 2023.
Durante esta semana, las autoridades costarricenses mantienen reuniones tanto virtuales como presenciales con la misión del FMI, liderada por el economista chino Ding Ding. En estas reuniones, el organismo multilateral evalúa la situación económica y supervisa el progreso en los compromisos financieros adquiridos con Costa Rica.
Este es el tercer año consecutivo en que el Gobierno Central alcanza un superávit primario en setiembre, algo que no sucedía desde el periodo entre 2006 y 2008. Este resultado se sitúa como el segundo mejor registrado en los últimos 18 años en términos de millones de colones y el quinto mejor en términos del PIB en ese mismo periodo.
Nogui Acosta, ministro de Hacienda, explicó que se logró cumplir con las metas trazadas por el Gobierno Central y con los compromisos adquiridos por el país ante el FMI gracias al control del gasto.
“Los resultados alcanzados a setiembre van en línea con la ruta fiscal trazada, misma que tiene como objetivo lograr al 2025 que la relación deuda-PIB se sitúe por debajo del 60%, y al 2035 se ubique en torno al 50% de la producción”, explicó Acosta
Mauricio Castro, economista de la Bolsa Nacional de Valores, explicó que los objetivos del superávit actualmente tienen una holgura importante; sin embargo, el reto de la administración está en mejorar los ingresos tributarios, controlar los disparadores del gasto y reducir el nivel de deuda en el mediano plazo.
El gasto total alcanzó ¢6,36 billones (millones de millones) al cierre de setiembre, lo que equivale al 13,6% de la producción del 2023. Esta cifra representa un aumento del 2,1% en comparación con el mismo periodo del año anterior, que fue de ¢6,22 billones, equivalente al 14,1% de la producción.
Según Hacienda, el crecimiento del gasto en ¢131.942 millones respecto a setiembre del 2022 se debió, principalmente, al pago de intereses de la deuda, que representó el 69% de dicho aumento. Le siguieron en importancia las remuneraciones (23,7%) y las transferencias corrientes (6,8%), mientras que el restante 0,5% se distribuyó entre partidas de bienes y servicios, gasto de capital y concesión neta.
El gasto total sin incluir intereses alcanzó ¢4,51 billones (9,6% del PIB 2023) y experimentó un crecimiento del 0,9% en comparación con el mismo periodo del 2022.
Por otro lado, la relación deuda a PIB, a setiembre, se situó en 60,4%, una disminución de 3,4 puntos porcentuales (p. p.) en comparación con el cierre de 2022, que fue del 63,8%. Este resultado también cumplió con la meta establecida por el FMI para setiembre.
La deuda del Gobierno Central al mes pasado ascendió a ¢28,2 billones ($52.137 millones), considerando un tipo de cambio de ¢541,5.
Ingresos del Gobierno desaceleran
En cuanto a los ingresos, el Ministerio de Hacienda informó de que tanto los totales del Gobierno Central como los tributarios presentaron una desaceleración “significativa” en su crecimiento.
La tasa de aumento de los ingresos totales pasó de 15,7%, en el 2022, a 1% en el 2023. Los ingresos tributarios también crecieron menos, con una tasa que pasó del 16,4% el año pasado a 2,9%, en el 2023.
Los ingresos totales alcanzaron la cifra de ¢5,32 billones (11,4% del PIB en el 2023). Esto es ¢50.754 millones más que el mismo periodo en el 2022, cuando alcanzaron ¢5,27 billones, aunque representan un porcentaje menor del PIB, ya que para setiembre del 2022, se situaron en 11,9% de la producción.
En los ingresos totales a setiembre 2022, el Ministerio de Hacienda no considera ¢197.005 millones de recursos extraordinarios registrados por transferencias corrientes, en aplicación del reglamento de la Ley de Fortalecimiento del Control Presupuestario de los Órganos Desconcentrados del Gobierno Central.
El reglamento establece que los órganos desconcentrados deben solicitar el cierre de las cuentas y el traslado al Fondo General en calidad de recursos del Tesoro Público, de los saldos que se mantengan en su Caja Única al cierre de cada año.
Finalmente, los ingresos tributarios alcanzaron ¢4,76 billones, equivalente al 10,2% del PIB en el 2023, respecto a los ¢4,63 billones del 2022 (10,5% del PIB), lo que representó una diferencia neta de ¢134.377 millones.
Del total de ingresos tributarios; 39,4% correspondió al impuesto sobre ingresos y utilidades (renta); 35,9% al valor agregado (IVA), y el restante 24% se distribuyó entre los demás impuestos.