El Gobierno Central superó, el pasado mes de julio, la primera meta pactada en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El Ministerio de Hacienda informó, este viernes 20 de agosto, de que entre enero y julio, las finanzas gubernamentales tuvieron un superávit primario (exceso de gastos, excluidos los intereses, sobre los ingresos del Gobierno) de ¢100.453 millones, cuando el compromiso con el Fondo era cerrar con un déficit primario máximo de ¢390.000 millones.
Adicionalmente, el saldo de endeudamiento total fue de ¢26.384.898 millones en julio anterior, cuando el techo acordado con el FMI era de ¢26.625.0000 millones. Es decir, el resultado estuvo ¢240.102 millones por debajo de lo acordado.
“Teníamos un compromiso con el Fondo que se cumplió el pasado 31 de julio. Era que el déficit primario no podía ser superior a ¢390.000 millones.
“(...) Sin embargo, al llegar el mes de julio el monto que tenemos no es negativo, sino un superávit primario de más de ¢100.000 millones. Estamos cumpliendo los compromisos cuantitativos que adquirimos con el FMI”, recalcó Elian Villegas, jerarca de Hacienda.
Para el economista José Luis Arce, Hacienda no puede ser autocomplaciente con el resultado obtenido a julio anterior, pues es producto de aumentos extraordinarios en los ingresos tributarios del Gobierno Central, que no se repetirán.
“Si se excluyen esos elementos de una sola vez en los ingresos, es claro que los espacios fiscales logrados son limitados y deberían ser más realistas y entender que el proceso de ajuste en las finanzas gubernamentales apenas ha empezado tímidamente y que se debe consolidar”, destacó Arce. Agregó que aún están pendientes las reformas estructurales en los ingresos, gastos y exoneraciones.
Entre tanto, Alberto Franco, economista de Ecoanálisis destacó que el mercado financiero, internacional y local, dieron una lectura optimista al resultado fiscal del país.
“Los mercados han reconocido esa mejora en la forma de menores tasas de interés exigidas sobre los títulos emitidos por el Ministerio de Hacienda, y una reducción en los spread (diferenciales)”, destacó Franco.
Costa Rica firmó un acuerdo con el organismo multilateral para obtener un financiamiento por $1.778 millones por tres años.
El 1. ° de marzo anterior, el Directorio Ejecutivo del FMI aprobó el acuerdo así como el primer desembolso $296,5 millones, el cual Hacienda ya incorporó en el cuarto presupuesto extraordinario enviado al Congreso.
El acuerdo con el Fondo implica otros compromisos como la aprobación de la Ley de Empleo Público que recibió el primer debate en la Asamblea Legislativa y superó la revisión constitucional por parte de la Sala IV.
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Otros proyectos pendientes de discusión son la Ley de Renta Global, la eliminación de exoneraciones (incluye renta al salario escolar y sin afectar fondos de pensiones), y un aporte temporal de utilidades de empresas públicas.
Con estas iniciativas se pretende alcanzar un superávit primario del 1% de la producción para el año 2023, el cual permitiría iniciar una reducción sostenida de la deuda total en el mediano y largo plazos.
En julio anterior, el endeudamiento gubernamental fue equivalente al 69,1% del producto interno bruto (PIB) y sobrepasa el nivel de riesgo del 60% de la producción recomendado en la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas.
Resultado financiero
La información difundida por Hacienda muestra que el Gobierno tuvo un déficit de 2,54% del PIB (¢969.205 millones) hasta julio anterior.
Este fue el resultado más bajo obtenido, desde el 2012, cuando dicho indicador significó el 2,4% de la producción.
A partir de ese año, el déficit fiscal comenzó a elevarse hasta alcanzar el 4,51% del PIB en el 2020, es decir ¢1.630.809 millones.
Hacienda destacó que, en los últimos 12 meses, se registró una reducción de ¢661.603 millones en el déficit, es decir el equivalente a un 1,83% de la producción.
Villegas enfatizó que el déficit se redujo, durante este año, a raíz del esfuerzo hecho por el Poder Ejecutivo en contención del gasto y por un aumento en la recaudación tributaria.
Los ingresos tributarios, acumulados a julio pasado, ascendieron a ¢3.107.452 millones, es decir 8,14% del PIB.
Dicha recaudación fue la más elevada de los últimos 15 años y obedece a un aumento en los ingresos por el impuesto sobre el valor agregado (IVA) y renta. En ambos casos, el pago de los contribuyentes creció por encima del 37% en los últimos 12 meses.
En renta, la recaudación fue de ¢1.217.749 millones, entre empresas y personas. Mientras que los ingresos por IVA fueron de ¢1.129.982 millones, detallan las cifras fiscales.
Por otra parte, el acumulado del gasto a julio pasado ascendió a ¢4.562.891 millones, equivalente a 11,95% del PIB, e implicó un incremento del 7% con respecto a los ¢4.263.410 millones (11,79% del PIB) al mismo periodo del 2020.
La variación se vio afectada por la incorporación de los egresos de 51 órganos desconcertados en el Presupuesto Nacional este año.
El jerarca de Hacienda explicó que el pago de los intereses de la deuda es el egreso que más influye en la evolución ascendente del gasto.
Entre enero y julio de este año, el Gobierno pagó ¢1.069.658 millones en dicho rubro, es decir, un 17% más frente a los ¢912.481 millones cancelados en el mismo periodo del año anterior.