Las reservas del Gobierno para enfrentar sus gastos diarios enfrentaron una fuerte reducción durante el año pasado.
Los depósitos del Ministerio de Hacienda en el Banco Central pasaron de un promedio de ¢520.000 millones, en el 2013, por ejemplo, a solo ¢130.000 millones en el 2018. Es decir, una cuarta parte de lo que solían ser.
La estrechez fiscal drenó, durante el año pasado, el dinero disponible en las cuentas corrientes del Gobierno, se detalla en los estados financieros del Banco Central de Costa Rica (BCCR).
El deterioro refleja las dificultades del Gobierno para financiarse.
Hacienda mantiene en el BCCR depósitos de dinero en colones, dólares y euros, explicó por escrito la Tesorería Nacional.
Los recursos que ingresan a dichas cuentas provienen de la recaudación de impuestos y de las captaciones de deuda efectuadas por el Gobierno.
Estas reservas se utilizan para hacer frente a gastos diarios como pagos de salarios, pensiones, servicios y deuda pública.
Pese a los apuros vividos el año anterior, el ente emisor estimó, en el Programa Macroeconómico 2019-2020, que la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas, las medidas de contención del gasto y los eurobonos, generen un ajuste fiscal.
La proyección del Banco Central es que en cuatro años se logre un resultado primario positivo, sin tomar en cuenta el pago de intereses de la deuda.
“Este ajuste fiscal permitiría alcanzar un superávit primario al 2023, suficiente para lograr un punto de inflexión en la pendiente de la razón deuda pública a PIB a partir de 2024”, destacó el BCCR.
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El deterioro en las finanzas públicas, durante el año pasado, se acrecentó por la baja en la recaudación tributaria, debido a la desaceleración de la economía, y las dificultades de Hacienda para captar recursos en el mercado bursátil por los altos rendimientos exigidos por los inversionistas.
También influyó la falta de ¢600.000 millones, en el Presupuesto del 2018, para pagar vencimientos de bonos de deuda de corto plazo emitidos durante la administración de Luis Guillermo Solís.
Estrechez fiscal
Los estados financieros del BCCR muestran que, en el último trimestre del 2018, fue cuando las reservas del Gobierno tuvieron los saldos más bajos.
En específico, en noviembre se cerró con ¢4.612 millones, mientras que en octubre y diciembre con poco más de ¢15.000 millones en cada mes, según los datos del ente emisor.
El mes de setiembre del año pasado fue una de las excepciones en los saldos de Hacienda debido al préstamo de ¢500.000 millones otorgado, el día 26, por el Banco Central. Aunque la reserva al día 30 se redujo a ¢350.000 millones, según el ente emisor.
José Rafael Brenes, director General de la Bolsa Nacional de Valores, explicó que los depósitos de Hacienda en el BCCR es la caja del Gobierno.
“Ahí es coyol partido, coyol comido. Es la caja registradora de Hacienda. Entonces, cuando el Ministerio de Hacienda dice que no hay plata, es porque no hay. De hecho, cuando no se hizo el pago de transferencias a servicios esenciales, era porque no había plata, no porque no se quería pagar”, enfatizó Brenes.
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Para el economista José Luis Arce los depósitos del Gobierno en el Banco Central, es el equivalente a una cuenta corriente o de ahorra que cualquier persona tiene en un banco.
“Los saldos muy pequeños, muestran que el Gobierno está pasando ciertas congojas para financiarse. Si uno ve cuatro o cinco años atrás los saldos no son tan bajos. Se puede ver que eso (el deterioro) empezó alrededor del 2017”, dijo Arce.
El economista destacó que los desajustes en las finanzas públicas aún no han desaparecido porque el perfil de vencimientos de deuda a corto plazo es relevante.
Rodrigo Cubero, presidente del BCCR, destacó que los vencimientos de deuda del Gobierno generan la necesidad de financiamiento este año y en el 2020.
“Las necesidades de recursos son muy altas para el Gobierno aún”, dijo el jerarca del Banco.
Las proyecciones del ente emisor son que el resultado económico del país se resentiría sino se contara con los eurobonos.