El Gobierno inició el año con un superávit primario (los ingresos superaron los gastos sin intereses), lo cual no sucedía desde hace 14 años.
Según informó el Ministerio de Hacienda, este jueves 17 de febrero, en el primer mes del año los ingresos totales alcanzaron ¢612.346 millones y los gastos totales, sin intereses, ¢568.928 millones, para un superávit primario de ¢43.417 millones (que representa un 0,10% del producto interno bruto -PIB-).
El superávit primario es importante porque es una de las tres variables que determinan el crecimiento de la deuda pública respecto a la producción. Los otras dos son la tasa de interés de la deuda y la tasa de crecimiento de la economía.
Precisamente la reactivación económica influyó en el aumento en los ingresos del Gobierno. Según Hacienda, los ingresos totales aumentaron un 26,45% con respecto al mismo periodo del 2021 y los ingresos tributarios un 19,85%. La recaudación del tributo sobre la renta aumentó un 13,60% y la del impuesto al valor agregado un 18,60%.
Por su parte, el gasto total sin intereses creció 2,73% en comparación con el mismo periodo del 2021. Entre los gastos más importantes están los de remuneraciones, que aumentaron 1,45% y las transferencias corrientes, las cuales registraron un alza de 3,13%.
No obstante, el pago de intereses se mantiene con un fuerte crecimiento. En enero del 2022 ascendió a ¢162.793 millones, un 41,83% más respecto al monto registrado en enero 2021, lo cual obedece al alto endeudamiento del Gobierno.
Al primer mes del año, el endeudamiento del Gobierno Central ascendió a ¢27.477.920 millones (64,20% del PIB nominal estimado para todo el año 2022).
Si al gasto se le añade el pago de intereses, entonces los egresos totales superan a los ingresos y se convierte en un déficit financiero. El Ministerio de Hacienda informó que dicho déficit, a enero del 2022, cerró en ¢119.376 millones (0,28% del PIB).
“En este nuevo año se ven también los frutos del proceso de ajuste fiscal en el que esta Administración ha estado inmerso. El esfuerzo realizado para controlar el gasto público se concreta al alcanzar la cifra más baja de gasto de los últimos doce años. Con un presupuesto que es ya de por sí bastante limitado y que además tiene una serie de gastos que no se pueden reducir (gasto social, presupuesto del MEP, presupuesto del Poder Judicial, y otros), se hace más meritorio lograr una reducción del gasto público”, indicó el ministro de Hacienda, Elian Villegas.
“Esperamos que las nuevas autoridades sigan la hoja de ruta convenida con el FMI y mantengan la responsabilidad fiscal y la disciplina necesaria en la reducción del gasto público”, añadió Villegas.
Sobre el tema de las finanzas públicas, este 17 de febrero, Gabriel Torres, analista principal de riesgo soberano de Moody’s para la región, comentó que el próximo gobierno que tomará el mando el 8 de mayo mantenga el esfuerzo fiscal que se inició con el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), aprobado en julio del 2021 por la Asamblea Legislativa con 44 de los 57 votos.
“La clave aquí es si el próximo gobierno va a mantener este esfuerzo fiscal que inició con el acuerdo que se aprobó el año pasado”, indicó este 17 de febrero en un encuentro en el cual se revisaron los eventos crediticios soberanos en América Latina y el Caribe.
Torre consideró que el 2021 fue un buen año para las finanzas públicas, con un déficit fiscal de 5%, menor de lo que se esperaba, pero consideró que 5% todavía es alto y el monto de la deuda ligeramente está por encima del 70% del producto interno bruto. “Se espera que va a llegar al máximo en los próximos años, pero la gran prueba será para la próxima administración”, comentó Torres.