El Instituto Nacional de Electricidad (ICE) subastará ¢20.000 millones en bonos verdes de oferta pública, en el mercado local, con el objetivo de captar recursos para refinanciar una porción de la deuda por la construcción de la planta hidroeléctrica Reventazón. La venta se efectuará este jueves 4 de noviembre en la Bolsa Nacional de Valores.
Con esta colocación, la entidad se convierte en la primera empresa de servicios públicos que realiza una emisión de valores de este tipo; además de la segunda institución pública en hacerlo, pues la primera fue el Banco Popular, en mayo anterior, cuando ofertó ¢50.000 millones.
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En el caso del ICE, los bonos tienen un plazo de vencimiento de siete años y una tasa de interés bruta de de 7,33%. El pago de interés a los inversionistas se hará de manera semestral. El monto máximo a emitir aprobado por la Superintendencia General de Valores es de ¢30.000 millones, informó la empresa en un comunicado de prensa.
La emisión recibió una calificación de riesgo nacional de AA+ por parte de Fitch Ratings, es decir, que el emisor de valores tiene un riesgo muy bajo de incumplimiento, según la metodología de la agenda.
La planta Reventazón, ubicada en Siquierres, entró en operación en el 2016 y tiene una capacidad de generción 1.560 Gigavatios (GW). La construcción de dicha obra fue de $1.567 millones, el doble de los $757 millones previstos al inicio, según lo determinó la Contraloría General de la Republica, en setiembre del 2018.
Los bonos verdes son una alternativa de financiamiento e inversión que tienen un enfoque sostenible en su actividad. En el caso del ICE, es porque la mayoría de la electricidad se produce con fuentes limpias como la hidroeléctrica, eólica, térmica y geotérmica.
Ese tipo de emisiones son temáticas y su propósito es financiar proyectos de inversión o refinanciar activos que garanticen el cuidado del ambiente.
“Estos productos financieros tienen un componente de reputación ambiental, en el cual el Instituto es un líder a nivel regional y un referente en el mundo. Esperamos obtener resultados muy favorables, en seguimiento a nuestra Hoja de ruta para la sostenibilidad financiera”, dijo Hazel Cepeda, gerente general del ICE.
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En tanto, Roberto Venegas, presidente de la Bolsa Nacional de Valores indicó que esta nueva emisión verde demuestra cómo poco a poco más empresas en Costa Rica se interesan por este tipo de financiamiento.
“Al mismo tiempo (las emisiones) brindan a los inversionistas la oportunidad de invertir en instrumentos que aparte de ser rentables contribuyen con el cuidado del medio ambiente”, sostuvo Venegas.
A finales del setiembre, el ICE vendió emisiones sostenibles por $300 millones en el mercado internacional, recursos que se utilizarán para el pago de deuda que vence a finales de este año.
El bono ligado a sostenibilidad (SBL, por sus siglas en inglés) tiene como meta que la empresa instale 502.000 medidores inteligentes, al 31 de diciembre del 2025, es decir, un aumento del 80,4% desde la base de 278.312 medidores instalados al 2020. De no lograrse la meta, el Instituto debe pagar una tasa de interés adicional de 25 puntos base a los inversionistas.