El régimen de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) podrá destinar hasta ¢200.000 millones (el equivalente a $375 millones) de su reserva para invertir en proyectos de infraestructura pública.
La Junta Directiva de la Caja aprobó, en marzo anterior, la nueva Política de Inversiones del IVM que permite colocar hasta un 10% de la reserva del fondo en obra pública, confirmó Jaime Barrantes, gerente de Pensiones de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
Además, los directivos dieron luz verde para destinar hasta el 1% del dinero del IVM a la adquisición de títulos valores emitidos fuera del país, es decir, ¢20.000 millones ($37 millones).
Al cierre del 2015, los recursos del sistema ascendían a ¢2 billones, según los estados financieros de la entidad.
Barrantes detalló que ahora deberán reformar el Reglamento de Inversiones del IVM para aplicar las autorizaciones.
Además, la Gerencia de Pensiones debe definir e informar a la Junta Directiva los proyectos y las eventuales inversiones fuera de Costa Rica, recalcó el directivo Mario Devandas.
Tanto Barrantes como Devandas confirmaron que el objetivo principal será la obra pública, por el eventual impacto positivo en el impulso de la infraestructura de Costa Rica.
En los fideicomisos de obra pública se invierten recursos y se recibe, en un plazo determinado, una renta mensual. El mecanismo se ha utilizado para construir sedes universitarias y plantas de generación de energía, entre otros proyectos.
El más reciente es la edificación de dos sedes de los Bomberos en San José.
Generalmente son administrados por instituciones financieras. En el país, la estructuración de los proyectos los ha realizado el Banco de Costa Rica, Bancrédito y Banco Nacional.Diversificación. Barrantes detalló que la opción de destinar recursos a obra pública y en el extranjero es la forma de darle mayor amplitud al portafolio de inversiones del IVM.
Actualmente, el 96% de las reservas del IVM están invertidas en bonos de deuda del Ministerio de Hacienda y el Banco Central (BCCR).
El Gerente de Pensiones explicó que el uso de recursos hacia infraestructura pública será paulatino y dependerá del desarrollo de proyectos de fideicomisos de obra pública en el país.
Para Vidal Villalobos, jefe de Estudios Económicos de Prival Bank, los ¢200.000 millones es un monto importante para el mercado local.
En el 2015, las inversiones del fondo tuvieron menos ganancias por una millonaria pérdida con títulos en unidades de desarrollo.
La Caja también tiene dinero del IVM en bonos de bancos públicos y el sector privado, así como en préstamos hipotecarios.