La Junta de Administración Portuaria y de Desarrollo Económico de la Vertiente Atlántica (Japdeva) invierte cada vez menos recursos en infraestructura en Limón. Mientras, su gasto en remuneraciones crece.
En el 2013, la entidad usó ¢3.662 millones para obras en la región caribeña, lo cual significó 6% menos, en términos reales, comparado con el 2012, según los datos de ejecución presupuestaria de la institución y de la Contraloría General de la República (CGR).
Mientras tanto, el gasto en remuneraciones de la empresa creció, en términos reales, el 8% en el 2013, frente al año previo.
Allan Hidalgo, presidente ejecutivo de Japdeva, explicó a La Nación que la entidad destina menos recursos a la provincia por el rápido crecimiento del pago de los salarios y beneficios amparados en la convención colectiva.
Añadió que el dinero invertido se usa, en su mayoría, para el arreglo y apertura de vías cantonales en Limón.
En contraste, Rolando Blear, secretario general del Sindicato de Trabajadores de Japdeva (Sintrajap), culpa a la falta de actualización de las tarifas de los servicios portuarios, lo que a su juicio provoca que los ingresos no crezcan igual que las remuneraciones.
“El costo de la planilla y la convención es una justificación sin sustento. Nosotros (el sindicato) no administramos Japdeva. Si lo hiciéramos, habría más maquinaria en puerto Moín que nos permitiría aumentar los ingresos”, dijo Blear.
La Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep) rechazó, a comienzos del año, un ajuste tarifario solicitado por la entidad. La última alza se aprobó en el 2012.
Japdeva fue creada en 1963 para administrar los puertos del Caribe y promover el desarrollo. Se financia con la venta de servicios de los muelles. Hoy tiene 1.513 empleados, y sus trabajadores no ha variado en los últimos cinco años, según el Ministerio de Hacienda.
Evaluación. El Banco Central propuso al Gobierno y a Japdeva valorar la política de la empresa en el desarrollo de la provincia de Limón.
El ente emisor se refirió al caso de Japdeva, tras avalar un endeudamiento por $18 millones para la adquisición de maquinaria destinada a la operación de los muelles.
Además, recomendó vincular el uso de recursos al resultado financiero de la institución y a analizar si la empresa debe transferir el dinero de obras al Gobierno para mayor transparencia, según el acta 5630-2014 de la sesión de Junta Directiva del pasado 15 de enero.
Hidalgo descartó la sugerencia. “La ley dispone que Japdeva, con sus recursos, debe hacer el desarrollo en la zona Atlántica. Es Japdeva la que tiene que hacerlo, no el Gobierno”, aseguró el jerarca.
En el documento del Banco Central, del cual tiene copia La Nación , también se recomendó a Japdeva diseñar un plan que equilibre la situación financiera, a partir del 2017, cuando entraría en operación la nueva terminal de contenedores de Limón.
Japdeva cerró con una pérdida de ¢360 millones en el 2013, según los estados financieros.