La Reserva Federal (la FED) de Estados Unidos evalúa emitir su propia moneda digital, este paso representa, según lo dicho por la entidad, un avance hacia la digitalización económica. La Junta de la Reserva Federal publicó el jueves 20 de enero un documento de discusión donde se examinan los pros y contras del eventual lanzamiento de una moneda digital del banco central (CBDC, por sus siglas en inglés), además de la tecnología a utilizar.
Una CBDC es una forma digital de dinero del banco central que está ampliamente disponible para el público en general. Es un pasivo del banco central, y no de uno comercial, como ocurre, por ejemplo, con los saldos en las cuentas corrientes y las transacciones electrónicas entre ellas.
En un comunicado de prensa, la FED aclaró que el primer paso es poner en la mesa la discusión sobre si una CBDC podría mejorar el sistema de pagos doméstico y cómo podría hacerlo. “Esperamos interactuar con el público, los representantes electos y una amplia gama de partes interesadas mientras examinamos los aspectos positivos y negativos de una moneda digital del banco central en los Estados Unidos”, dijo el presidente de la Reserva Federal, Jerome H. Powell.
Por el momento la FED está recibiendo comentarios por parte de especialistas para analizar todas las posibilidades e implicaciones económicas de la emisión de esta moneda digital. El documento resume el estado actual del sistema de pagos nacional y analiza los diferentes tipos de métodos y activos de pago digital que han surgido en los últimos años, incluidas las monedas estables y otras criptomonedas.
Aunque hay muchas zonas grises por definirse sobre este instrumento, desde ya las economías del mundo –incluida la de Costa Rica– están a la expectativa de este desarrollo.
Para la economía costarricense, altamente dependiente de la estadounidense, esta decisión no tendría gran impacto económico. Sin embargo, sí abre las puertas a otras posibilidades que ya varias empresas privadas de ese país analizan, como el auge de las stablecoins o monedas estables, un tipo criptomoneda asociado al valor de una moneda denominada “fiat” (el dólar o el euro), metales como el oro, e incluso inmuebles.
Vernan Mesén, asesor financiero del grupo Acobo, explicó que la emisión de una moneda digital no cambiaría la estructura de pagos, ni tendría ningún efecto sobre la economía costarricense, pues sería solamente una oportunidad para mejorar tecnológicamente los medios de pago en ese país.
Las monedas digitales del banco central brindarían a la economía de Estados Unidos una oportunidad para mejorar sus sistemas de pago, algo así como Sinpe Móvil en Costa Rica, cuyo uso no significó un cambio en la moneda nacional, sino que se actualizó y agilizó el proceso de transacciones de manera que se evita el efectivo y a la vez el dinero se mueve fácilmente entre usuarios y cuentas.
Es importante aclarar que el objetivo de las CBDC tampoco es crear un criptoactivo como tal, sino una moneda centralizada que sea fácil de mover entre usuarios, pero no se cambiaría la estructura de pago, sino mejorar tecnológicamente los medios de pago.
No obstante, Mesén destacó que la FED sí tiene en la mira otras iniciativas similares en la economía estadounidense como las de las empresas privadas que han avanzado hacia la creación de sus propias stablecoins. “Esa es la posición que han tenido los bancos centrales buscando una manera de mejorar tecnológicamente los medios de pago y la utilización de la moneda digital”, destacó.
Adicionalmente, el economista indicó que la FED ha solicitado a las empresas privadas crear sus stablecoins con respaldo de alguna entidad bancaria para evitar riesgos a los consumidores.
Banco centrales activos
Un informe de la calificadora de riesgo Moody’s, publicado en octubre del 2021, destacó que los países están duplicando sus esfuerzos para desarrollar, en conjunto con los bancos centrales, monedas digitales. Este interés es resultado de la pandemia y el cambio al que se expusieron las preferencias de los consumidores hacia los pagos digitales.
Desde el inicio de la crisis sanitaria, el número de países que investigan, desarrollan o prueban monedas digitales para bancos centrales (CBDC) se ha disparado, señaló Moody’s. Una encuesta del 2021 entre bancos centrales, hecha por el Banco de Pagos Internacionales (BPI), encontró que el 86% de los encuestados estaban investigando activamente el potencial de las CBDC, el 60% se encuentra en la fase de experimentación y el 14% está poniendo a prueba las CBDC.
“Los beneficios de la adopción de monedas digitales desde bancos centrales varían entre jurisdicciones, y podría proporcionar una alternativa de pago patrocinada por el estado y sistémicamente segura a las vías de pago existente”, dicen los vicepresidentes de Moody’s, Farooq Khan y Melina Skouridou.