La desaceleración de la recaudación tributaria del Gobierno dio un vuelco durante este año, luego de que se implementara el impuestos sobre el valor agregado (IVA) y los cambios legales en el tributo sobre la renta.
Entre enero y noviembre de este año, la recaudación vía pago de impuestos ascendió a ¢4,2 billones, es decir, 10% más frente a los ¢3,8 billones al mismo periodo del año anterior.
La recaudación tributaria inició, desde el 2016, un proceso de menor crecimiento porcentual. En noviembre de ese año la tasa de variación interanual fue de 8,5% en comparación con el 9%, al mismo periodo del 2015; la merma se mantuvo y, el año pasado, los ingresos por impuestos crecieron en apenas 2%, muestran los datos del Ministerio Hacienda.
La entidad fundamentó la mejora de este año en la entrada en vigencia de la reforma fiscal, se detalla en un comunicado enviado este 19 de diciembre.
La inclusión de los servicios, para el caso del IVA, es el principal motor para que los ingresos de dicho tributo fueran equivalentes al 2,35% de la producción del país hasta noviembre pasado, superior al 2% del producto interno bruto (PIB), al mismo periodo del año pasado.
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En el caso de renta, los ingresos pasaron de representar el 3,9% del PIB, entre enero y noviembre del 2018, a 4,3% de la producción este año, según Hacienda.
“A un año de la aprobación de la reforma fiscal se ratifica su importancia para la sostenibilidad de las finanzas públicas de Costa Rica. El aumento en la recaudación de las empresas, así como del IVA, y las medidas de contención del gasto dan un voto de confianza a la labor de Hacienda en el último año”, sostuvo Rodrigo Chaves, ministro de esta cartera.
Ajuste en el gasto
La Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas también generó cambios en el gasto de salarios del Gobierno.
Hasta noviembre pasado, el pago de las remuneraciones fueron equivalentes al 5,84% del PIB, mientras que, en el mismo periodo del 2018, llegaron al 5,92% de la producción.
Hacienda atribuyó el comportamiento a que el cálculo de los incentivos salariales, como las anualidades, ahora se hace de forma nominal en vez de porcentual.
Pese a la mejora en la recaudación, el déficit fiscal mantuvo su incremento y se ubicó en 5,93% del PIB, entre enero y noviembre, comparado con el 5,55% al mismo periodo del año anterior.
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“La razón del mayor deterioro en el déficit financiero recae en el crecimiento sostenido del pago de intereses por colocaciones en el mercado interno”, explicó Chaves.
El pago de los intereses de la deuda fueron equivalentes al 3,77% de la producción, a noviembre pasado, mientras que en el 2018, fueron del 3,23%.
El déficit primario, sin incluir el costo de los intereses de la deuda, sí se redujo.
En el acumulado de 11 meses, durante este año, fue equivalente al 2,16% de la producción. En tanto que, en el mismo plazo del 2018, ascendió a 2,32%, informó Hacienda.