Una abundancia de dólares en el mercado, que tendió a moderarse en la segunda mitad del año, es uno de los factores clave que influye en la relativa estabilidad del precio del dólar, en torno a los ¢540, desde abril del 2023. Si bien la divisa ha subido y bajado, la cotización se mantiene en un nivel más uniforme en comparación con el inicio del año.
Entre el 1.º de abril y el 16 de octubre, se contabilizan un total de 134 sesiones en el Mercado de Monedas Extranjeras (Monex), que es administrado por el Banco Central de Costa Rica (BCCR). En 78 de estas sesiones (58%), el precio del dólar cerró en un rango entre ¢540,15 y ¢549,78.
En 51 ocasiones, se situó entre ¢539,99 y los ¢532,04, este último su valor mínimo en lo que va del año, al cual llegó el 12 de octubre anterior. Por otro lado, en este mismo periodo, la cotización de la divisa superó los ¢550, solo tres veces, con un máximo de ¢554,99 según los registros del Banco Central.
Las medidas de tendencia central, como el promedio, la moda (el valor que más se repite), o la mediana (el punto medio entre un conjunto de datos) evidencian el comportamiento. En esas 134 sesiones, el promedio del precio del dólar fue de ¢541,61; la moda se situó en ¢538,67; y la mediana fue de ¢541,32.
Adriana Rodríguez, gerente general de Acobo Puesto de Bolsa, señaló que este rango relativamente estable en el que ha fluctuado el dólar en los últimos meses se percibe con cierto alivio, pues la incertidumbre respecto al mercado cambiario tendría un costo de oportunidad muy alto en inversión, expansión y hasta sobre los niveles de empleo.
Sin embargo, desde el punto de vista empresarial, la situación también genera inquietud. Carlos Montenegro, director ejecutivo de la Cámara de Industrias de Costa Rica, afirmó que la estabilidad es un factor que en condiciones normales favorece el cálculo económico y, por lo tanto, la planificación; pero recordó que este comportamiento ocurre en un marco de apreciación del colón, lo que resta competitividad.
“Menores ingresos en colones por ventas en dólares, aunado a mayores costos locales pagados en colones, o una mayor competencia de producto importado, afectan la capacidad de competir de empresas que ahora tienen que planificar en un peor entorno para hacer negocios, invertir y contratar personal”, explicó Montenegro.
Desde el segundo semestre del 2022, el mercado cambiario experimenta un aumento significativo en la disponibilidad de divisas, que se intensificó a inicios del 2023. El Banco Central explicó en varias ocasiones que esta dinámica está relacionada con transacciones reales de la economía, como el flujo de dólares provenientes del turismo o de inversión.
En julio, agosto y setiembre, la abundancia de dólares en las entidades se mantuvo más equilibrada en comparación con meses anteriores, según los datos del Banco Central. En marzo pasado, los bancos alcanzaron un máximo histórico en la cantidad de dólares en su posesión, y desde entonces, esta cifra disminuyó.
De acuerdo con la información que publica el Banco, en julio, agosto, y setiembre las entidades financieras se quedaron con $512,6 millones; $531,9 millones; y $553,7 millones, respectivamente, cifras que, aunque más acordes con el segundo semestre del año pasado, siguen siendo elevadas en comparación con el 2022.
Rodríguez señaló que agosto y setiembre son los meses relativamente menos superavitarios del año, lo que significa que la diferencia entre los dólares comprados por los bancos al público y los vendidos es menor. En lo que va de octubre, con corte al 16, las entidades registran un superávit de $290,1 millones.
Mauricio Castro, analista económico de la Bolsa Nacional de Valores, explicó que el relativo equilibrio en las ventanillas bancarias ha sido impulsado, principalmente, por un ligero aumento en la demanda (ventas en ventanilla), mientras que la oferta de divisas (compras en ventanilla) se mantiene al alza.
Los excedentes de dólares que las entidades financieras registran son canalizados al mercado cambiario, donde el Banco Central se presenta como un importante comprador. Castro informó de que en los últimos cinco meses, las compras de la entidad en Monex representan aproximadamente el 50% del exceso reflejado en las ventanillas bancarias.
Este panorama de mayor estabilidad en las ventanillas bancarias en comparación con los primeros meses del año, en parte, explica la relativa estabilidad del tipo de cambio del dólar en torno a los ¢540. Hace más de un año, la divisa comenzó una tendencia a la baja en su precio.
Castro también mencionó que la relativa estabilidad en el precio del dólar se debe a una oferta de divisas más estable por parte del sector exportador, la demanda por la acumulación de reservas y las obligaciones del Banco Central, así como a condiciones internacionales que podrían estar aumentando la demanda interna de dólares.
Luis Vargas, economista del Colegio de Ciencias Económicas, añadió que, además de una reducción en los excedentes de dólares en ventanilla en comparación con los meses anteriores, la emisión de eurobonos, y los créditos internacionales también han disminuido la necesidad del Gobierno Central de adquirir dólares, lo que explica la estabilidad del precio del dólar.
Patrones estacionales
Al observar los flujos semanales de dólares en las entidades financieras del país, se puede notar que los picos más altos de superávit se producen a mediados de cada mes. Es decir, en esas fechas los bancos se quedan con más divisas en relación con las demás semanas del mes.
Por ejemplo, en la semana del 11 al 15 de setiembre, las entidades financieras registraron un superávit de $226 millones en tan solo cuatro días, pues el día de la Independencia es feriado. A la semana siguiente, del 18 al 22, la cifra disminuyó hasta $89,9 millones.
Según los economistas consultados por La Nación, esto se debe a que las personas y empresas que generan ingresos en dólares deben afrontar gastos en colones, como salarios, obligaciones mensuales con empresas locales y los pagos de impuestos mensuales.
A raíz de esto, esas personas y empresas con ingresos en dólares recurren a las entidades para comprar colones y cumplir con todas sus obligaciones mensuales, lo que aumenta significativamente la oferta de moneda extranjera en el mercado local.
¿Qué esperar para estos meses?
Respecto a las perspectivas para los próximos meses, es importante destacar que el comportamiento del tipo de cambio del dólar respecto al colón es impredecible. Sin embargo, existen eventos que podrían influir en su cotización.
Mauricio Castro mencionó que los ajustes en las tasas de interés de referencia de la Reserva Federal de los Estados Unidos podrían tener un impacto en el precio del dólar, ya que, dependiendo de su magnitud, podría incentivar la dolarización de activos, y, por ende, un incremento en la demanda de la divisa.
Además, la colocación de eurobonos por parte del Ministerio de Hacienda en el último trimestre y cualquier agravamiento de conflictos geopolíticos o crisis fuera de las fronteras podrían influir en el tipo de cambio, según el economista de la BNV.
Luis Vargas agregó que podrían existir presiones tanto al alza como a la baja en el precio del dólar. Por un lado, la emisión de eurobonos y el buen desempeño de las exportaciones y la inversión extranjera directa podrían aumentar la abundancia de dólares y presionar a la baja el precio del dólar.
Por otro lado, Vargas agregó que el aumento en los precios de materias primas como el petróleo y sus derivados, así como la temporada de compras como el “viernes negro” y fin de año, podrían aumentar la demanda de dólares y ejercer presión al alza sobre el tipo de cambio.