Las nuevas proyecciones de déficit del Gobierno para el 2021, incluidas en el Programa Macroeconómico que publicó el Banco Central el 30 de enero pasado, sumado a la actualización que realizó el Banco Central de la medición del Producto Interno Bruto (PIB) disminuyó el dato de las necesidades de financiamiento del Gobierno Central respecto a la producción anunciadas para este año.
En noviembre pasado, el Ministerio de Hacienda había informado que para el 2021 se requerían recursos equivalentes al 15,7% de la producción para cubrir el déficit financiero del Gobierno (exceso de gastos totales sobre ingresos totales) y pagar las deudas correspondientes a este año (la amortización).
En el Programa Macroeconómico para el 2021 y 2022 las necesidades de financiamiento para este año, estimadas por el Ministerio de Hacienda, bajan a un 13,5% del PIB. Según el PIB estimado por el Banco Central para el 2021 eso equivale a unos ¢5 millones de millones.
El ministro de Hacienda, Elian Villegas, explicó que la razón de la disminución es que ahora se prevé un menor déficit (antes se estimaba un 8,8% del PIB y ahora un 7% del PIB para el 2021) y porque se considera un nuevo PIB, con base en el año 2017, que es 3,5% más grande que el anterior.
El déficit de 7% del PIB previsto para este año implica una baja respecto al cierre del 8,7% del PIB del 2020 (en estos resultados se considera el nuevo PIB y la incorporación de los órganos desconcentrados al Gobierno Central).
La reducción, detalla el Banco Central en el Programa Macroeconómico, sería el resultado de la recuperación de la actividad económica prevista para este bienio, las reformas fiscales contempladas en el convenio de financiamiento con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la continuación de la estricta aplicación de la regla fiscal contemplada en la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas, vigente desde el 2018.
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Más recursos externos
Las necesidades de financiamiento del Gobierno influyen en la vida de la población por el impacto que tienen sobre las tasas de interés. Cuánto más recursos tenga que conseguir el Gobierno en el mercado interno más compite con otras entidades que también buscan recursos y presiona al alza las tasas de interés, lo cual afecta la producción y el empleo. Además, conseguir los recursos es necesario para mantener los servicios públicos (educación y salud, entre otros).
En el documento del Programa Macroeconómico se explica que la proyección de necesidades de 13,5% del PIB para el 2021 resulta igual que la del 2020, pero variaría la composición del financiamiento. En el 2020 un 10,8% del PIB se financió con deuda interna y un 2,7% del PIB con externa y en el 2021 un 8,8% del PIB se financiaría con recursos locales y un 4,7% del PIB con externos.
El documento detalla que los recursos externos se tomarían de créditos de apoyo presupuestario con organismos multilaterales ($2.513 millones), los cuales deben ser aprobados por la Asamblea Legislativa.
Sin el acuerdo con el FMI la posibilidad de obtener dichos recursos externos se complica.
“Si bien las proyecciones fiscales en este ejercicio incorporan las medidas adicionales necesarias para ese ajuste, la ausencia, insuficiencia o atraso excesivo del ajuste podrían manifestarse en mayor dificultad para acceder a créditos multilaterales de apoyo presupuestario y en general al financiamiento externo, y a una mayor incertidumbre y una presión al alza sobre las tasas de interés locales, con un efecto negativo sobre la demanda agregada y el crecimiento”, advirtió el Banco Central en el comunicado de prensa.
“Un deterioro en las perspectivas de las finanzas públicas podría llevar también a presiones sobre el tipo de cambio, y por esa vía sobre la inflación, y generar tensiones en el mercado financiero”, añadió la entidad.
Para el 2022 las necesidades de financiamiento del Gobierno bajarían a 12,4% del PIB y los recursos se obtendrían en un 8,4% del PIB de deuda interna y 4% de deuda externa mediante créditos de apoyo presupuestario (por 1.033 millones), así como por la colocación de bonos de deuda externa prevista a partir de 2022 ($1.000 millones por año hasta el 2025).
Impacto sobre tasas internas
Villegas estima que obtener recursos por un monto equivalente al 8,8% del PIB en el mercado interno en el 2021 es factible, sin generar presiones sobre las tasas de interés.
“Estimamos que buscar ese 8,8% del PIB internamente es factible, creemos que es una posibilidad real, eso está dentro del histórico, dentro de necesidades de papel que tiene el mercado costarricense, entonces hay que considerar que nosotros tenemos una industria financiera importante, que esa industria financiera requiere contar con un activo, que es precisamente con el que hace su trabajo, que son los bonos del Gobierno”, dijo Villegas.
El economista José Luis Arce opinó que los préstamos externos previstos son necesarios si se quiere evitar presiones sobre el mercado interno.
“La gran pregunta es si el Gobierno tendrá la habilidad política para negociar en la Asamblea Legislativa y sobre todo la humildad y transparencia para ser capaz de convencer a los legisladores de la oposición. Y además los diputados deben ser responsables y no usar estos temas como herramientas electorales”, dijo Arce.
No obstante, incluso con esos préstamos, Arce considera que la presión sobre las tasas internas se presentará por varias razones.
“El crédito bancario, esperaría uno que se recupere, compitiendo por recursos en el sistema; el aumento en los depósitos asociado con la crisis se irá erosionando y trasladando a depósitos a plazo fijo lo que reducirá el espacio de financiamiento del Gobierno con la banca y otras fuentes de financiamiento del Gobierno como empresas públicas y fondos de pensiones seguirán sin retornar al 100% de su capacidad de generar recursos para ser invertidos en hacienda. En este contexto, 8% del PIB interno es mucho y no puede asumirse que lo que pasó en el 2020 puede volver a suceder tan fácilmente”, dijo Arce.
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Arce había explicado que en el 2020 el Gobierno logró financiar un alto porcentaje en el mercado interno (10,8% del PIB, según los datos más recientes) sin presionar las tasas de interés internas porque se dieron circunstancias especiales. Los bancos contaban con mucha liquidez porque los depósitos crecieron mucho, especialmente los depósitos a la vista y mientras el crédito se estancó. Entonces los intermediarios, públicos especialmente, le prestaron recursos al Gobierno. No obstante, el escenario es diferente en el 2021.