Las primeras proyecciones de las agencias calificadoras de riesgo tras el impacto económico del coronavirus no son positivas para Costa Rica.
Moody’s proyecta que el déficit fiscal cerrará el año en un nivel de 8,1% del producto interno bruto (PIB), la cifra es superior al 6% que estimó la misma agencia en febrero, antes del apagón económico para frenar la propagación del coronavirus.
El dato es mucho mayor al 5,3% que proyectó el Banco Central de Costa Rica (BCCR) en su Programa Macroeconómico 2020-2021, también antes del impacto de la pandemia.
Pilar Garrido, ministra de planificación y coordinadora del equipo económico del Gobierno, aseguró que si se logran obtener recursos del plan “Proteger” para frenar las crisis, se continúa con créditos de apoyo presupuestarios y se renegocia la deuda, el déficit financiero, en su proyección más optimista podría cerrar el año en el 6,5% de la producción nacional.
Sin embargo, la ministra aceptó que la estimación más pesimista ronda el 9% del PIB. Una cifra que coincide con los datos de Moody’s y de otras calificadoras.
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Standard & Poor’s también ofreció sus primeras estimaciones, el pasado 26 de marzo, y proyectó un déficit fiscal del 8%.
Mientras que Euroasia Group espera que el faltante entre los ingresos y gastos más intereses en las arcas del Gobierno alcance niveles de entre 9% y 10% del PIB al cierre del año.
Crecimiento económico y deuda
En su reporte del 3 de abril Moody´s alertó que el crecimiento económico de Costa Rica caerá a -1,5% para 2020 con una recuperación al 3% en 2021.
Sin embargo, advirtió que los riesgos son negativos conforme la pandemia avanza en el mundo y genera incertidumbre en diferentes industrias y sectores de la economía.
La agencia destacó el impacto del cierre de la actividad turística nacional que representa el 13% del empleo total del país y más del 13% de la producción.
La cancelación de más de 10.000 reservaciones en hoteles para el segundo semestre del año y el aumento en el desempleo −todavía no cuantificado− son factores que golpearán el crecimiento económico del país este año.
Sobre la deuda pública, Moody’s espera que llegue al 66% del PIB en 2020 y que alcance el 70% de la producción para el próximo año.
“La implementación de la reforma fiscal de 2018 probablemente enfrentará demoras y resistencia política debido a la contracción económica en 2020. Como resultado de la dinámica fiscal adversa y una desaceleración en la economía, nuestra expectativa es que la relación deuda/PIB se estabilice después del 2024”, agregó el documento.
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La entidad apuntó que la respuesta política para mitigar los efectos económicos del coronavirus aumentará la carga de la deuda y las necesidades financieras.
Destacó la aprobación de un paquete de estímulos fiscales e inyecciones de dinero por parte de la Asamblea Legislativa para ayudar a personas y empresas afectadas.
Una de las mayores preocupaciones de la calificadora es que no existe claridad sobre las cifras exactas de recursos que necesitará el país para enfrentar sus diferentes gastos provocados por el coronavirus.
En 2018 Costa Rica tuvo una crisis de liquidez que obligó a la aprobación de la reforma tributaria con una regla fiscal que limita el crecimiento del gasto público para contener el déficit financiero.
“Aunque la reforma fiscal logró aumentar los ingresos como porcentaje del PIB al 15% en 2019, el déficit financiero fue del 7% como consecuencia de los altos intereses que paga el país”, agregó el reporte.
Sobre el impacto del coronavirus en los ingresos fiscales, la agencia espera una caída en la recaudación por una desaceleración en el consumo y por la puesta en marcha de la moratoria en los impuestos.
El pasado 10 de febrero Moody’s rebajó la calificación de riesgo de Costa Rica por el debilitamiento en las finanzas públicas y por el sorpresivo déficit fiscal del 7% reportado al cierre del 2019.