Moody’s elevó la calificación de riesgo crediticio de Costa Rica a raíz de la mejora en el perfil de la deuda nacional y los menores costos de financiamiento del país, según señaló la agencia calificadora en un análisis publicado en su sitio web.
De esta forma, las calificaciones de Costa Rica como emisor en moneda local y extranjera pasaron de B1 a Ba3, ubicándose en perspectiva positiva*. Esto quiere decir que la perspectiva de la deuda mejoró en un escalón. La nueva calificación implica que el país puede enfrentar inestabilidad debido a incertidumbre y a su exposición a condiciones adversas.
“La decisión de mejorar la calificación se basa en nuestra evaluación del perfil fiscal fortalecido de Costa Rica, que se está beneficiando de una mejora en la capacidad de pago de la deuda como resultado de una gestión más sólida de la deuda y menores costos de endeudamiento, junto con una reducción constante en los índices de deuda pública impulsada por un crecimiento económico más fuerte de lo esperado, que se verá reforzado por las tendencias favorables derivadas de nearshoring”, dice el documento.
Adicionalmente, la agencia detalló que el Gobierno Central logró superávits primarios (ingresos superiores a los gastos sin incluir el pago de intereses), lo que permitió reducir los indicadores de deuda. Esto se atribuye a importantes recortes de gastos y mayores ingresos derivados de la reforma fiscal de 2018.
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Nogui Acosta, ministro de Hacienda, señaló que con esta mejora en la calificación, Costa Rica envía una señal a los mercados nacionales e internacionales sobre el crecimiento de la economía.
Freddy Quesada, gerente de INS Valores Puesto de Bolsa, calificó la noticia como positiva y explicó que es una confirmación sobre la buena gestión de deuda pública que ha hecho el país por una reducción en su costo y una diversificación en las fuentes y los plazos de colocación.
Moody’s advirtió en su comunicado sobre los riesgos que podrían empeorar la situación, como el alto pago de intereses, que sigue siendo “una fuente de rigidez fiscal”, y la baja recaudación impositiva del Gobierno, que aumenta las presiones sobre el gasto y amenaza con comprometer la trayectoria fiscal delineada. Adicionalmente, destacó que el país debe moderar el gasto para cumplir con los superávits primarios planteados en el Marco Fiscal de Mediano Plazo (MFMP).
La entidad también alertó que si existe una reversión de la política fiscal puede conducir a déficits fiscales más amplios que se desvíen materialmente del MFMP, lo que daría como resultado un crecimiento de la deuda. También avisó sobre el riesgo político de no aprobar eficientemente medidas fiscales correctivas.
“Dado el historial del país de estancamiento político que obstaculiza las reformas o la pronta adopción de medidas fiscales correctivas, la presión a la baja sobre el perfil crediticio podría ser resultado de un estancamiento legislativo, la falta de aprobación rápida y oportuna del financiamiento externo o la incapacidad política para respaldar las medidas que han llevado a una mejora continua de los indicadores de deuda.
Mauricio Moya, Gestor de Inversiones del Grupo Financiero Mercado de Valores, explicó que los retos siguen siendo un factor importante que Hacienda debe considerar para alcanzar el grado de inversión, especialmente por el pago de intereses y la poca negociación legislativa para alcanzar acuerdos en relación con la gestión de deuda y el achicamiento del superávit primario.
La agencia otorgó, en el 2010, el grado de inversión a Costa Rica, pero se perdió en el 2014 a raíz del empeoramiento de las finanzas públicas.
Fitch, otra agencia calificadora de riesgo, también advirtió a inicios de setiembre que un retroceso en la política fiscal de Costa Rica podría derivar en un aumento en la deuda pública y mayores restricciones en la capacidad del gobierno para financiarse. La agencia estadounidense expresó esta preocupación a raíz de un proyecto de reforma a la ley de eurobonos, enviado por el Poder Ejecutivo al Congreso.
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Fundamento de mejora
Moody’s proyecta que los costos de endeudamiento continuarán disminuyendo, lo que respaldaría una dinámica favorable. Esto se debe a la baja en los rendimientos de los bonos emitidos por el Gobierno y a la expectativa de que el Banco Central de Costa Rica (BCCR) reduzca la Tasa de Política Monetaria (TPM) en los próximos meses.
Según el último documento de cifras fiscales del Ministerio de Hacienda, al comparar los resultados de las curvas soberanas a julio de 2024 con respecto a diciembre de 2022, se observa una reducción en los rendimientos de hasta 340 puntos base (p.b.) en colones y 80 p.b. en dólares.
Moody’s también señaló que el país podría enfrentar condiciones que mejoren la situación financiera más allá de lo previsto. Un mayor crecimiento económico, impulsado por un incremento en la inversión extranjera directa, aceleraría la reducción de la carga de la deuda soberana y fortalecería la solidez fiscal.
Además, la posible aprobación de una reforma constitucional impulsada por el Ministerio de Hacienda permitiría emitir deuda externa con mayor flexibilidad, eliminando la necesidad de que esta deba aprobarse en un proyecto de ley separado, como ocurre actualmente.
*Nota del redactor: Este artículo se editó el viernes 20 de setiembre, para corregir que la perspectiva de deuda con Moody’s se ubica en perspectiva positiva.