La bolsa de Tokio se desplomó este lunes y el índice Nikkei sufrió la mayor caída en puntos de su historia, lastrada por el repunte del yen y la preocupación por la economía estadounidense, que provocó también fuertes caídas en Seúl y Taiwán.
El Nikkei 225, principal selectivo del parqué japonés, que ya había caído un 5,8% el viernes, se desplomó un 12,4%, o 4.451,28 puntos, para cerrar en 31.458,42 puntos batiendo su récord de pérdidas, que se remontaba al desplome bursátil de octubre de 1987.
El índice Topix, más amplio, cayó por su parte 12,23% hasta los 2.227,15 puntos.
La divisa japonesa, que en julio se cambiaba a casi 162 yenes por dólar, repuntó el lunes hasta 141,73 por billete verde, un nivel que no se veía desde principios de enero, desde los 146,52 yenes registrados el viernes en Nueva York.
Un yen más fuerte es un factor negativo para los exportadores japoneses.
El reciente repunte se ha visto impulsado por las decisiones políticas del banco central de Japón, que la semana pasada aumentó sus tasas de interés por segunda vez en 17 años y podría hacerlo de nuevo próximamente mientras la reserva federal estadounidense dio a entender que bajará las suyas posiblemente a partir de septiembre.
“El sentimiento de los inversores se vio afectado por los datos sobre el empleo de EEUU en julio, que fueron inferiores a lo esperado, lo que hizo temer que la economía estadounidense se ralentice más de lo previsto”, explicó la firma de corretaje IwaiCosmo Securities.
En las otras plazas asiáticas, el índice Taiex de Taiwán caía más de 8% y el KOSPI de Seúl, un 9,6%.
Las bolsas chinas cayeron más moderadamente: el índice Hang Seng de Hong Kong cedía 2,7%, el índice compuesto de Shanghái un 1,4% y el índice de Shenzhen un 1,8%.