Los fondos de pensiones complementarias reportaron una disminución en sus rendimientos a raíz de la variación en el tipo de cambio y la aparición de la cepa ómicron de la covid-19. Dicha reducción se inició en octubre anterior y continuó el mes siguiente por la baja en el precio del dólar, lo cual afectó la valoración de las inversiones en moneda extranjera del Régimen Obligatorio de Pensiones Complementarias (ROP).
En noviembre, la baja en la rentabilidad llegó, principalmente, por un efecto internacional debido a la incertidumbre provocada en los mercados cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) notificó el día 26 acerca de la nueva cepa de coronavirus detectada en Sudáfrica. Todos estos ajustes pusieron freno a la tendencia al alza que traían los rendimientos.
Así explicaron las Operadoras Complementarias de Pensiones (OPC) la reducción porcentual reportada en las inversiones durante los últimos dos meses. A pesar de ello, los retornos anuales siguen siendo altos.
La información del ROP, publicada con corte a noviembre por la Superintendencia de Pensiones (Supén), muestra que la rentabilidad real anual (descuenta el efecto de la inflación) de los fondos administrados por las seis operadoras se ubicó en un rango entre un 13,03% y el 16,46%. Estos significó una disminución de 1,48 a 2,96 puntos porcentuales (p. p.), respecto a setiembre de este año.
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De hecho, algunas OPC ya comenzaron a informar a sus clientes sobre el efecto reportado. Ese fue el caso de BAC Pensiones que destacó a sus afiliados el efecto adverso generado a corto plazo, pero que en el largo plazo muestra un beneficio en los ahorros de las personas.
Las seis operadoras complementarias tienen invertidos ¢8.655.509 millones, de 2,8 millones de trabajadores, en títulos valores emitidos en el mercado local e internacional. Fuera de Costa Rica está el 30% del monto total, es decir, ¢2.557.677, muestran los datos de Supén.
Variables clave
Róger Porras, gerente de Popular Pensiones, explicó que el anuncio de la variante ómicron sacudió de forma negativa la inversiones bursátiles internacionales, dado los posibles efectos en la economía global, en momento en que se está en una recuperación.
“Es importante recordar que las inversiones de los fondos de pensiones son de largo plazo y que estas volatilidades van a estar presentes ante eventos como los mencionados; no obstante, la rentabilidad acumulada de los fondos del ROP para este año ha llegado a niveles cercanos al 20%”, sostuvo Porras sobre el efecto actual en los fondos.
Para Laura Moreno, vicepresidenta de Relaciones Corporativas de BAC Credomatic, las variaciones de las inversiones son más perceptibles en periodos cortos, pero el impacto de esos cambios tiende a ser menor a medida que las inversiones se analizan a largo plazo.
“En el mes de noviembre, varias clases de activo (tipos de inversiones) presentaron disminuciones en los precios en comparación con niveles de semanas anteriores. Específicamente, en los mercados internacionales, se tuvo el impacto de la reacción del mercado al darse a conocer la variante ómicron del coronavirus, que impactó el mercado accionario y los mercados de renta fija”, destacó la vocera.
En el caso de las inversiones efectuadas en el mercado costarricense, monto que asciende a ¢6.097.832 millones, la influencia en los rendimientos fue principalmente por la variación en el precio del dólar.
El tipo de cambio tuvo, en octubre y noviembre, unas semanas de ascenso y posteriormente una disminución a raíz de factores estacionales.
“La disminución que se presentó en el tipo de cambio a finales de mes, resultó en una disminución del valor de activos denominados en dólares, tanto locales como internacionales, al convertirlos a colones, a un tipo de cambio menor al del mes anterior”, destacó la vocera del BAC.
Hermes Alvarado, gerente de BN Vital, también mencionó otros factores internos que pesaron en el rendimiento de la cartera de inversión del ROP.
El más relevante, señaló, es que la agenda de proyectos pactados con el Fondo Monetario Internacional (FMI) sigue sin aprobarse en el Congreso, lo cual crea incertidumbre en las finanzas del Gobierno, que es el principal emisor de bonos de deuda en Costa Rica.
Alvarado agregó, también, la expectativa en relación con los resultados de la campaña electoral.
José Manuel Ávila, gerente Comercial de BCR Pensiones, explicó que el efecto en la baja del precio de la moneda estadounidense se reflejó en el valor del portafolio durante noviembre, porque la información de los fondos administrados está denominada en colones, por lo cual debe registrarse el diferencial cambio.
Esta situación genera que cuando el precio de la divisa baja, se da una disminución en los rendimientos, pero cuando se eleva tiene un efecto de incremento en la rentabilidad.