El pago de la deuda del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) reportó un fuerte incremento en los últimos tres años.
La empresa estatal canceló ¢177.780 millones de intereses y comisiones de sus créditos y bonos de deuda en 2017, es decir, 87% más frente a los ¢95.111 millones pagados en el 2014.
La vertiginosa alza en el costo financiero provocó que el año pasado el Grupo ICE cerrara con una pérdida de ¢51.706 millones, mientras que en el 2016 tuvo una ganancia de ¢30.377 millones, según los estados financieros auditados de la compañía publicados el 29 de mayo anterior.
La entidad tuvo, el año anterior, ingresos por ¢1,35 billones, es decir una reducción de 1,6% frente a los ¢1,38 billones en ventas de energía y servicios de telecomunicaciones del 2016.
El resultado de la compañía pública incluye la información del ICE, la Compañía Nacional de Fuerza y Luz (CNFL), Radiográfica Costarricense (Racsa), Cable Visión Costa Rica y Gestión de Cobro del Grupo ICE S.A.
Razones del alza
El Instituto atribuyó el desequilibrio financiero a que, el año pasado, no se reconoció –en el cobro de tarifas a sus clientes– la totalidad de la inversión hecha en las plantas hidroeléctricas Reventazón y Balsa Inferior, recalcó Jesús Orozco, jefe de la División de Finanzas del Grupo ICE.
La inversión en ambas obras tuvo un costo alto. El proyecto Reventazón, del ICE, está valorado en $1.567 millones, $810 millones más de los estimado en el 2008.
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Mientras que Balsa Inferior, construida por la CNFL, pasó de un costo previsto de $94 millones, en el 2008, a $361 millones.
Ambas iniciaron su operación en el 2016 y, a partir de ese momento, comenzó el pago de los títulos de deuda emitidos y créditos contratados para edificar los proyectos.
Orozco explicó que cuando un proyecto nuevo entra en operación por normativa contable, el pago del financiamiento debe reconocerse como gasto, lo cual incrementa el costo financiero.
"Los gastos financieros también se vieron impactados por la entrada en operación de otros activos, principalmente del sector eléctrico durante el 2017, que habían sido financiados", enfatizó el funcionario.
Distribución de la deuda
El Grupo ICE cerró el 2017 con una deuda financiera de ¢2,6 billones, 41% más frente a los ¢1,8 billones reportado por la institución en el 2013, según los estados financieros.
Los bonos de deuda tienen el peso más relevante en la estructura de pasivos para construcción de obras del ICE, pues representaron el 44% de la deuda, seguido del 37% de los créditos y el 19% de arrendamientos financieros.
Este último se incrementó, a partir del 2016, por los Fideicomisos PH Reventazón cuyo alquiler se extendrá hasta el 2033.
En el caso de los bonos, los vencimientos se efectuarán entre el 2019 y el 2043.
Las emisiones con vencimientos más cercanos serán entre el 2019 y el 2027 por un monto de ¢318.388 millones, es decir el 27% de los títulos de deuda, se detalla en los estados financieros de la empresa.
El Jefe de la División de Finanzas del Grupo ICE detalló que el apalancamiento de la institución se mantiene a niveles moderados.
"El ICE siempre busca las opciones para mantener una estructura óptima de sus pasivos y su situación financiera siempre le ha permitido atender con toda normalidad el pago de sus obligaciones financieras", recalcó Orozco.
La agencia Fitch Ratings destacó que el 90% de la deuda financiera de la empresa está relacionada con proyectos de electricidad.
"Cerca de 85% de la deuda está denominada en dólares, lo que expone a la empresa a las fluctuaciones del tipo de cambio", señaló la agencia calificadora en marzo pasado.
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La deuda total del Grupo ICE fue 5,5 veces mayor a la ganancia operativa de la empresa en 2014 y se elevó a 6,2 veces más el año pasado, según los cálculos de Fitch.
La calificadora prevé que en los próximos años dicha relación comience a disminuir una vez que se reconozca en tarifas la deuda por la construcción de proyectos hidroeléctricos.
Instituto es la empresa pública más endeudada
El Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) es la entidad pública con el endeudamiento más elevado.
Así se detalla en un análisis efectuado con la Contraloría General de la República (CGR) sobre el comportamiento de la deuda del sector público no financiero, es decir, se excluye a los bancos.
El ente contralor detalló, en su Memoria Anual 2017, que el sector público no financiero tuvo una deuda de ¢3,1 billones el año pasado, compuesta principalmente por el ICE.
El análisis también tomó en cuenta la deuda de la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope), la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) Acueductos y Alcantarillados, entre otras.
El pasivo financiero del Instituto representó el 83% de las obligaciones del sector público no financiero, lo quien significaron ¢2,6 billones, según los estados financieros del Instituto.
"Para el año 2017, el ICE disminuye sus pasivos internos y el crecimiento que se refleja en la deuda externa responde principalmente a variaciones de tipo de cambio", detalló la Contraloría.
La alta deuda del ICE, frente a otras entidades públicas, se fundamenta en las fuertes inversiones realizadas principalmente en el sector de electricidad.
La empresa pública también destina recursos al negocio de las telecomunicaciones, pero representan solo el 10% del pasivo financiero de la empresa, es decir ¢264.000 millones, según estimaciones de la agencia Fitch Ratings.
El análisis de la CGR determinó que el sector público no financiero tuvo, en el 2017, un saldo de deuda de ¢21,2 billones de los cuales el Gobierno Central representó el 75,5% del total, el Banco Central el 9,5% y el resto de entidades públicas –incluida el ICE– 15,5%.
Entrevista con Jesús Orozco
Jefe de Finanzas del ICE: "Tarifas no reconocen totalidad de inversiones"
Jesús Orozco, jefe de Finanzas del Grupo ICE, argumenta que la empresa pública sufre un descalce en sus finanzas porque no se ha reconocido en tarifas la totalidad de las inversiones de los proyectos hidroeléctricos Reventazón y Balsa Inferior.
- El Grupo ICE pasó de una ganancia de ¢30.377 millones, en el 2016, a una pérdida de ¢51.706 millones el año pasado. ¿Cuáles fueron las razones?
- Principalmente se debe a un tema tarifario, ya que en el año 2017 no fue reconocido en las tarifas la totalidad de los proyectos PH Reventazón y Balsa, así como otros gastos de operación. Lo anterior originó un descalce entre los ingresos recibidos y los costos asociados tanto a los proyectos indicados, como a la operativa normal del negocio.
"Al comparar los resultados con el 2016 también influye el reconocimiento tarifario a la CNFL en ese año por gastos incurridos en el 2015, lo cual mejoró el resultado operativo del 2016".
- Los costos financieros (intereses y comisiones de deuda) aumentaron 40% el año pasado frente al 2016 y enviaron el resultado del Grupo a negativo. ¿Por qué?
- Es importante aclarar que la normativa contable establece que el costo financiero de un préstamo adquirido para la obtención de un activo, se debe reconocer como gasto, a partir del momento en que el mismo entra en operación.
"El incremento en los costos financieros está relacionado principalmente con el financiamiento asociado con la Planta Hidroeléctrica Reventazón que entró en operación a finales del 2016.
"Los gastos financieros también se vieron impactados por la entrada en operación de otros activos, principalmente del sector eléctrico durante el 2017, que habían sido financiados".
- ¿Es un problema financiero para el ICE que su peso de la deuda estruje cada vez las finanzas?
- El ICE siempre busca las opciones para mantener una estructura óptima de sus pasivos y su situación financiera siempre le ha permitido atender con toda normalidad el pago de sus obligaciones financieras y además ha cumplido con los indicadores financieros establecidos en los diferentes contratos de préstamos con los bancos.