El Banco Central de Costa Rica (BCCR) y el Ministerio de Hacienda proyectan que el pago de intereses de la deuda del Gobierno Central alcance su punto máximo en el 2024, para luego disminuir gradualmente en los próximos años.
Nogui Acosta, ministro de Hacienda, confirmó a La Nación que el 2024 sería el punto de inflexión para el pago de intereses. La estimación es de un máximo de 4,9% del PIB, para posteriormente empezar a descender en los próximos años.
“El pago de intereses llega a su máximo en este 2024, porque se incorporan más títulos (de deuda) con una menor tasa. Esperamos que eso dé una oportunidad para abrir el gasto en 2025″, indicó el jerarca.
Aunque no se proporcionaron cifras precisas para 2025 y 2026, el Ministerio de Hacienda espera actualizar las proyecciones la próxima semana.
El Informe de Política Monetaria del Banco Central, presentado a finales de enero del 2024, refleja esta previsión. En el documento se estima que el pago por intereses de la deuda del Gobierno Central representará, aproximadamente, el 5% del PIB, equivalente a ¢2,48 billones.
Según el documento, el comportamiento del pago de intereses a la baja se atribuye a la generación de superávits primarios en el financiamiento y a la disminución del costo financiero promedio, a partir de 2025, según el BCCR.
A pesar de la proyección del BCCR de una cancelación de intereses equivalente al 5% del PIB para el 2024, la ley de eurobonos limita este pago al 4,9% de la producción. Acosta afirmó que las proyecciones del Ministerio de Hacienda se mantienen en este valor, sujeto a posibles riesgos macroeconómicos.
Mauricio Castro, analista económico de la Bolsa Nacional de Valores (BNV), destacó la importancia de reducir el gasto en intereses, ya que esto liberaría recursos presupuestarios para inversiones públicas o sociales. Además, señaló que el incumplimiento en el pago de intereses podría dañar la imagen del país.
Castro señaló que tras las reformas fiscales del 2018 y el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Gobierno aún tiene pendiente mejorar el gasto en intereses, lo cual coincide que debería empezar a ocurrir a partir del próximo año.
Daniel Ortiz, economista y director de Consejeros Económicos y Financieros (Cefsa), catalogó como una “buena noticia” que el pago de intereses caiga después de este año, pero explicó que esto se dará siempre y cuando el tipo de cambio se mantenga en los niveles actuales.
Riesgos
Daniel Ortiz y Mauricio Castro coincidieron en que existen riesgos potenciales que podrían alterar el punto de inflexión en el pago de intereses durante el 2024 y provocar un aumento en los años siguientes.
Una de estas amenazas es el tipo de cambio. El economista de Cefsa explicó que si bien la caída en el precio del dólar reduce el pago de intereses de la deuda, un cambio en la tendencia del precio de la divisa podría revertir esta situación.
Castro también señaló otro riesgo potencial: que las tasas de interés, tanto en dólares como en colones, no disminuyan al ritmo esperado. Esto podría resultar en que Hacienda continúe pagando altos rendimientos por sus colocaciones de títulos de deuda.
El representante de la BNV agregó que otro riesgo potencial sería que las calificadoras de riesgo no mejoren la nota de Costa Rica. Esto resultaría en un país menos atractivo para invertir, lo que dificultaría aún más la reducción de las tasas de interés.
No todos los riesgos están relacionados exclusivamente con los pagos de intereses más bajos, sino también con la capacidad de aumentar los ingresos a corto plazo. Castro destacó la importancia de que el Gobierno avance con la reforma del Impuesto sobre la Renta, lo que reduciría la dependencia del endeudamiento del Ejecutivo.
Altos vencimientos de intereses
El comportamiento del pago de intereses como porcentaje del PIB está vinculado con los vencimientos de los bonos que el Gobierno Central debe cumplir, los cuales serán menores en los próximos años.
Así lo indican las cifras del perfil de vencimiento de intereses tanto de deuda interna como de deuda externa con corte al 30 de noviembre del 2023, que sugieren que solo en febrero, Hacienda deberá hacer frente a ¢320.512,7 millones. En total, durante todo el 2024, la entidad deberá pagar ¢2,3 billones en intereses.
El pago de vencimientos de intereses influye directamente en la relación deuda-PIB, que comprende los vencimientos y los intereses que el Gobierno Central debe abonar en relación con la producción del país.
Según Ortiz, una disminución en el pago de intereses, junto con un aumento en los ingresos y un buen manejo de los vencimientos de deuda, son indicadores positivos para lograr un escenario más flexible en la regla fiscal, a corto plazo.
Reducir el indicador deuda-PIB por debajo del 60% permitiría al Ejecutivo mayores libertades presupuestarias, como elevar las inversiones o aumentar salarios. Sin embargo, esto no es inmediato.
Ortiz coincidió en que, si las condiciones macroeconómicas actuales se mantienen, el indicador podría caer por debajo del 60% para el 2025, tal como lo estima el Banco Central. Sin embargo, sería hasta el Presupuesto Nacional del 2027 cuando las restricción se reduzcan, pues este se elaborará con base en el resultado financiero del 2025.
*Colaboró el periodista Luis Enrique Brenes