La propuesta para modificar la fórmula de cálculo de las pensiones del régimen de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) disminuiría el monto de la jubilación futura entre un 3% hasta un 12% para más de 1,5 millones de trabajadores.
Así se expone en el documento presentado por la Gerencia de Pensiones a la Junta Directiva de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), este jueves 20 de mayo, y del cual tiene copia La Nación.
El monto mensual descendería porque la Gerencia de Pensiones planteó cambiar las dos principales variables de la fórmula, es decir, el sueldo promedio cotizado por la persona y el cálculo del monto de la pensión.
Si la Directiva de la Caja aprobara el cambio, el nuevo modelo comenzaría a regir 18 meses después de enero del 2025, es decir, en junio del 2026.
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Con las reglas vigentes del IVM, el salario de referencia de la persona es el promedio de los últimos 240 salarios reportados a la Caja, traídos a valor presente, es decir 20 años de cotización.
En la reforma se plantea que el sueldo de referencia sea el de los mejores 300 salarios reportados, o sea 25 años, de toda la carrera laboral de la persona, traídos a valor actual.
“La pensión hoy se calcula con los 20 años cotizados. La propuesta es aumentar a 25 años, o sea toda la carrera laboral, pero de los mejores 25 años reportados. Esto hará que muchas personas con buenos ingresos, al inicio de su carrera laboral, se tomen en cuenta”, explicó Jaime Barrantes, gerente de Pensiones de la CCSS.
En el caso del monto de la pensión, la Gerencia de Pensiones planeó modificar el salario de ubicación. Este es un indicador que permite a la institución determinar si el monto de jubilación será equivalente al 52,5% o el 43% del promedio de los últimos cinco años de sueldos reportados.
La reforma mantiene la distribución porcentual de los rangos de pensión, pero propone que la cuantía de la jubilación sea equivalente al promedio de los salarios reportados en 25 años, traídos a valor presente.
Debido a que la propuesta prevé más años de cotización de los trabajadores, la fórmula de postergación también cambia.
Actualmente, la persona recibe un porcentaje adicional del 1% por cada año cotizado, después de 20 años.
En la propuesta se mantiene el porcentaje, pero la postergación será después de los 25 años de permanecer en el régimen.
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Por ejemplo, una persona que cotizó 35 años con un salario promedio de ¢500.000, obtendría 52,5% de los mejores 25 años y un 10% por la década de más cotizada, para un total de porcentaje de pensión de 57,5% del salario referencia, según la entidad autónoma.
Con estos dos cambios, así como con la eliminación gradual de la pensión anticipada, la Caja prevé alargar la vida del IVM hasta el 2053, en vez del 2037, como se previó en el último estudio actuarial hecho al sistema, en julio del 2019.
Efecto del nuevo cálculo según monto de la pensión mensual
Los cambios en la fórmula de cálculo de la pensión del IVM implicarían una reducción en la jubilación futura de los cotizantes.
FUENTE: Gerencia de Pensiones, CCSS || INFOGRAFÍA / LA NACIÓN.
Escenarios de la reforma
Para establecer el impacto de la nueva fórmula de cálculo de las jubilaciones, la Gerencia de Pensiones tomó como referencia montos de pensiones, otorgadas en diciembre del 2020, y les aplicó los parámetros en discusión.
El equipo técnico de la entidad autónoma tomó cinco ejemplos de pensiones de mujeres, y otros cinco de hombres; de ingresos bajos, medios y altos; y les calculó la cuantía con las reglas propuestas.
El resultado fue que, en el caso de las mujeres, la cuantía de la jubilación se reduce entre el 3,1% y el 7,6% para quienes se retiren a los 60 años, comparado con el beneficio autorizado en diciembre anterior.
En el caso de los hombres, el monto caería entre el 3% y el 12,4%, para quienes se jubilen a los 62 años.
En ambos casos, se determinó que las personas con salarios bajos estarían entre las más afectadas, pues el monto de jubilación quedaría por debajo de la pensión mínima, que hoy es del ¢136.875.
Dicho resultado es relevante dado que, el 40% de los 1,5 millones de cotizantes al IVM reporta un ingreso promedio por debajo de los ¢474.000 mensuales, según el último estudio actuarial hecho al régimen.
De hecho, de los 305.000 jubilados actuales, el 75% posee una pensión que es de menos de ¢276.000 al mes, según la Dirección Actuarial de la CCSS.
En términos absolutos, las mayores bajas se darían en las pensiones de ingresos medios y altos.
Por ejemplo, una mujer que recibió una pensión de ¢527.891, a finales del 2020, se le reduciría en ¢40.184, con lo cual le quedaría en ¢487.707.
En el mismo plazo, a un hombre que se le aprobó un beneficio de ¢1.035.789, se le disminuiría a ¢907.637; o sea ¢128.102 menos por mes.
“Se debe ir pensando en tener una pensión integral de lo que se va a recibir del IVM, más lo que se recibirá del segundo pilar (Régimen Obligatorio de Pensiones), es decir ver una pensión integral de tal manera, que la pensión integral de la persona no se afecte”, recalcó Barrantes.
El jerarca destacó que la reforma permitirá “oxigenar” el fondo de pensiones y darle sostenibilidad al menos hasta el 2050.
La Junta Directiva de la CCSS acordó, la noche de este jueves 20 de mayo, efectuar una socialización de la reforma planteada, por un plazo de dos meses, para tomar una decisión definitiva a finales de julio próximo.