Las tres propuestas de reforma para darle mayor sostenibilidad al régimen de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) implicarán una modificación en los requisitos de jubilación, cotización y monto de pensión para 1,46 millones de cotizantes.
En tanto, entre 22.000 y 27.000 trabajadores cumplirían las reglas para jubilarse por vejez bajo las condiciones actuales, según estimaciones de la Superintendencia de Pensiones (Supén) y el último estudio actuarial hecho por la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), de julio del 2019.
Las personas que podrían retirarse bajo las condiciones actuales representan casi el 2% de los 1,48 millones del total de trabajadores que contribuyen cada mes al IVM.
La forma de separar quiénes se pensionarán en el grupo de las nuevas reglas y quiénes mantienen los beneficios vigentes, se definirá en el momento en que la Junta Directiva de la Caja apruebe en firme alguno de los tres planes de fortalecimiento del fondo de jubilaciones.
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Jaime Barrantes, gerente de Pensiones de la CCSS, confirmó que las reglas de pensión actuales se mantendrán vigentes como mínimo 18 meses después de que la Junta los ratifique, aunque los directivos pueden ampliar dicho plazo.
“Las reformas tienen una línea de frontera, después de ese límite no se podría incluir (al cotizante). Por eso es que se trata de que las medidas se incorporen de manera más gradual”, recalcó el jerarca.
La propuesta clave, para los trabajadores más cerca del retiro, es la opción de elevar en dos años la edad de la pensión anticipada o eliminarla del todo.
Actualmente las mujeres se pueden jubilar a los 59 años y 11 meses con 450 cuotas y los hombres a los 61 años y 11 meses con 462 cuotas. Las iniciativas prevén desde elevar la edad de pensión en dos años, en ambos sexos, hasta eliminarla de manera gradual.
Independientemente de lo que decida la Directiva de la Caja, se deberá de dar como mínimo un año y medio para que las condiciones de retiro anticipado se mantengan vigentes.
Esto quiere decir que una mujer deberá tener 58 años y cinco meses con 432 cuotas, al momento de que la Directiva de CCSS deje en firme la reforma, para poder jubilarse a los 59 años y obtener las contribuciones requeridas.
En en el caso de los hombres, deberán tener 60 años y cinco meses con 444 aportes al IVM, para que se pueda jubilar a los 61 años y 11 meses con 462 cuotas, condición actual para retirarse por vejez, confirmó Rocío Aguilar, jerarca de la Supén ante consultas de La Nación.
La Directiva de la Caja aprobó, el pasado 10 de agosto, enviar a consulta con sectores sociales tres reformas para fortalecer el IVM, por un periodo de tres meses, para tomar una decisión en noviembre próximo.
Los cambios propuestos van desde elevar la cotización tripartita al fondo desde el 10,66% actual hasta 15,16%; unificar el monto de la jubilación para que sea equivalente al 45% del salario para todos los nuevos pensionados, mientras que en la actualidad es del 52%.
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El objetivo final del estudio es alargar la vida de la reserva del fondo de jubilaciones a una fecha entre el 2050 y 2053. El último estudio actuarial del IVM, de julio del 2019, prevé que la reserva del fondo se agote en el 2037.
El sistema contaba con 294.250 jubilados y una reserva de ¢2,9 billones, según los estados financieros a junio pasado.
El IVM posee 1,4 millones de trabajadores cotizantes. La Gerencia de Pensiones de la CCSS estima, hasta el momento, una pérdida de 100.000 contribuyentes como consecuencia de la crisis generada por la covid-19.
Opciones de gradualidad
El Gerente de Pensiones explicó que cada una de las tres propuestas tienen diferentes condiciones de transitoriedad que podrían ampliar el plazo para las nuevas condiciones de retiro y permitir la jubilación de más cotizantes bajo las actuales reglas.
“En una de las propuestas se planteó una transitoriedad de tres años y en otro cumplir solo los 18 meses mínimos. Otra de las opciones, que elimina la pensión anticipada en los hombre y la eleva en tres años en la mujer, se propuso dejar por fuera a las personas de 57 años en adelante”, destacó Barrantes.
El jerarca enfatizó que en cualquiera de las tres opciones de reforma, aunque impliquen mantener por más tiempo los beneficios actuales de retiro, se mantiene el objetivo de ampliar la sostenibilidad del régimen de pensiones al menos hasta el 2050.
En tanto, Mario Devandas, representante de los trabajadores en la Directiva de la Caja, confirmó que la idea de la Junta es tomar una decisión de reforma al IVM este mismo año.
“Hay algunas propuestas de que la gradualidad se amplifique para que, en vez de mantener los requisitos actuales de jubilación por 18 meses, se mantengan a quienes estén a tres años de jubilarse. Esta sería una decisión que tomaría la Junta”, dijo Devandas.
El represente de los trabajadores recordó que el periodo mínimo de año y medio, para mantener los derechos de jubilación se estableció en una sentencia de la Sala IV con el objetivo de no afectar a las personas cerca del retiro.
Durante la última reforma al IVM, en el 2017, se estableció el periodo transitorio de 18 meses para la aplicación de las nuevas reglas.
Mientras que, en los cambios impulsados en el 2005, los transitorios fueron más amplios. Por ejemplo, los cotizantes de más de 55 años se les respeto el derecho de jubilación.
A los trabajadores entre 45 años y 54 años se les aplicó una transitoriedad de los cambios. Mientras que la reforma completa fue para las personas menores de 45 años.