El precio de las acciones de Ad Astra Rocket Company cayó a la mitad de su valor inicial de venta, en los últimos cuatro años.
En el 2010, la acción común de la firma se tasó en $12. Mientras que, el pasado 27 de marzo, la empresa anunció el nuevo valor por $6,25.
Franklin Chang Díaz, presidente de la firma, informó en un hecho relevante remitido a la Superintendencia General de Valores (Sugeval) de que el cambio de precio fue estrictamente por un factor externo a la empresa y no es el resultado de los avances tecnológicos de sus proyectos de desarrollo.
La acción común da derecho a su propietario de votar y opinar sobre las decisiones que se toman en la compañía.
Ad Astra inscribió un total de 75.000.000 de acciones en el 2010 y la primera emisión fue por un monto de $750.000. Se permitía una inversión mínima de $25.000 pues dicho producto está dirigido a inversionistas sofisticados, con un patrimonio igual o mayor a $1.000.000.
En el mercado bursátil hay actualmente más de 3,1 millones de acciones de la compañía en circulación, colocadas por Aldesa puesto de bolsa. En el mercado secundario (donde se negocian acciones una vez que se colocan), en los últimos tres años, se transaron más de 101.000, según datos de la Bolsa Nacional de Valores.
Ad Astra Rocket fue fundada por el exastronauta en el 2005. La empresa inició su operación con el desarrollo del motor de plasma, pero en los últimos años diversificó sus alcances al sector de energías renovables.
Efecto externo. El científico costarricense explicó a La Nación que el precio de la empresa baja como consecuencia de un accionista mexicano-estadounidense.
Añadió que a esta persona se le obsequiaron acciones como agradecimiento por ayudarle a fundar la compañía, tras su salida de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio de EE. UU. (NASA, por sus siglas en inglés).
En el 2009, previo a la apertura de capital, Ad Astra realizó una operación financiera conocida como split, en la cual se aumentó el número de acciones. En el caso de la firma, cada acción existente se multiplicó por 3.000.
“Esta persona, de tener 90 acciones, pasó a tener 270.000 y sin ningún costo. Entonces cada vez que él pone un precio de venta por debajo del establecido, tenemos que salir a igualarlo. Pero él vuelve a bajarlo”, explicó Chang, quien no reveló la identidad del accionista por impedimento legal.
Aseguró que tal maniobra es negativa, pues es una distorsión y no refleja el valor real de la compañía.
José Rafael Brenes, gerente general de la Bolsa, comentó que es común la variación de precio en las acciones de empresas con potencial, pero aún con un modelo de negocio en desarrollo.
Los intermediarios que representan a la compañía en el mercado bursátil argumentan que la firma tiene buenos resultados en sus proyectos empresariales.
Óscar Luis Chaves, presidente de Aldesa, uno de los puestos de bolsa representantes, asegura que la búsqueda de ganancias rápidas en el mercado secundario modifica el valor de la compañía. “El mercado no corrige lo ocurrido, no se puede corregir cuando se especula”, afirmó Chaves.
Orlando Soto, gerente general del puesto de bolsa Acobo, atribuyó lo ocurrido a la presión de obtener liquidez por parte de una persona.
“Es un evento aislado y no del desempeño de Ad Astra Rocket”, aseguró Soto.