Los fondos de inversión inmobiliaria son un instrumento en el cual personas y empresas invierten colones o dólares con el objetivo de comprar bienes inmuebles para alquilar y generar un beneficio a quienes dieron dinero.
El monto mínimo para invertir en este tipo de instrumento es de $1.000 y está dirigido a ahorrantes cuyo horizonte de inversión es de largo plazo.
Este tipo de fondos son administrados por una sociedad administradora de fondos de inversión (SAFI) que es una empresa dedicada a recibir dinero de inversores para adquirir los edificios que posteriormente se arriendan.
Para operar en Costa Rica, las SAFI deben contar con la autorización de la Superintendencia General de Valores (Sugeval) y estar inscritas, junto con sus instrumentos de inversión, en el Registro Nacional de Valores e Intermediarios. Generalmente, estas sociedades pertenecen a un grupo o conglomerado financiero mayor.
Los instrumentos de inversión creados por las SAFI, al estar bajo la fiscalización de Sugeval, son de oferta pública, porque se venden y compran en la Bolsa Nacional de Valores.
A diferencia de lo que ocurre cuando se pone su dinero en una cuenta corriente, al invertir en un fondo de inversión, el cliente pasa a ser copropietario de todos los valores en los que ha invertido la entidad financiera y obtiene una participación del instrumento.
Por tal razón, la sociedad administradora está obligada a publicar en la Superintendencia la información financiera del fondo inmobiliario, el valor de la inversión, así como los inmuebles que compra o vende. También debe indicar si la adquisición del edificio se hizo con dinero de los clientes, préstamos o emisión de bonos de deuda.
La SAFI tiene la responsabilidad de asesorar a sus clientes en materia de inversiones y de comunicarles las características básicas y riesgos del fondo de inversión a donde destinará el dinero, para lo cual publica en la Sugeval un informe denominado prospecto. Pero no debe informar, de manera previa, sobre la compra o venta de inmuebles.
En este documento se detalla a qué tipo de inversiones se dirige el fondo, el tipo de instrumento que comprará, la moneda en que se invierte, la comisión por la administración del dinero; así como las condiciones para liquidar la inversión y la periodicidad de la distribución de los rendimientos.
La SAFI también administra otros tipos de fondos de inversión como los destinados a comprar títulos valores de emisores, como el Ministerio de Hacienda; o los de desarrollo de proyectos de construcción.
Al cierre del 2022, operaban 13 sociedades administradoras de fondos de inversión en Costa Rica, las cuales administraban activos por ¢3.624.864 millones. Los fondos inmobiliarios representaban el 45% del total de los recursos, es decir, ¢1.629.624 millones, según la Superintendencia.
Estas entidades tenían inscritos 92 diferentes tipos de fondos, los cuales contaban con 172.340 cuentas abiertas a inversionistas; cada persona o sociedad anónima puede tener varias cuentas en un mismo fondo de inversión.
Tipos de fondos
En Costa Rica existen dos tipos de fondos de inversión, el abierto y el cerrado, que se subdividen según sus características.
En el caso de los fondos abiertos, el cliente recibe el dinero invertido en un plazo máximo determinado en el prospecto del fondo. La persona puede vender parte o la totalidad de su inversión en cualquier momento, solo debe solicitar la liquidación de su participación.
En este tipo de instrumentos existen diferentes clases de fondos, pero el más relevante es de mercado de dinero o de corto plazo, el cual permite el reembolso de las participaciones en un periodo máximo de dos días después de hecha la solicitud.
Los fondos cerrados son aquellos en los que las participaciones no son reembolsables directamente por el fondo sino que se negocian en la Bolsa Nacional de Valores, es decir, el inversionista necesita que una persona o empresa se la compre para recuperar su dinero.
Al negociarse en Bolsa, la venta se hará por valoración a precios de mercado con lo cual se puede materializar la ganancia o pérdida de la participación del inversionista.