San José
El informe Centroamérica y República Dominicana: evolución económica en 2016 y perspectivas para 2017. Balance preliminar, publicado este lunes 20 de febrero por la sede subregional de la Cepal (Comisión Económica para América Latina y el Caribe) en México, pronostica que la actividad económica de los países de CARD (Centroamérica y República Dominicana) continuará mostrando un buen desempeño en el 2017.
El crecimiento promedio de la región CARD será de 4,5%, alto en comparación con América Latina y el Caribe en su conjunto (1,3%), pero menor respecto al año pasado, cuando alcanzó el 4,9%. Esta reducción se debe, principalmente, a una demanda externa menos favorable, en particular por un menor crecimiento de la economía de los Estados Unidos.
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Ramón Padilla, coordinador del estudio y jefe de la Unidad de Desarrollo Económico de la sede Subregional en México de la CEPAL, conversó con La Nación sobre estas perspectivas y advirtió que la región debe encender la luz amarilla, pues los factores que le ayudaron antes tienden a desvanecerse.
En seguida un resumen de la conversación.
- Ustedes señalan que los motores que ayudaron al crecimiento en el 2016 se podrían ver amenazados en el 2017 (por las nuevas políticas de Estados Unidos y precios de energía y tasas de interés al alza). ¿Cómo haría la región para crecer en el 2017 parecido al 2016 si los motores parecen no ser los mismos este año.
– El promedio de la región, sin Panamá, estaría bajando, habría una leve desaceleración, no estamos hablando de una situación de crisis, ni de emergencia, pero sí un estado un poco "amarillo" para poner atención, de que los factores coyunturales que impulsaron a las economías de la región en los últimos dos años, en el 2015 y el 2016, empiezan a perder impulso.
– Me dice que la región debería tener una "alerta amarilla". Señalan ustedes que ante la nueva coyuntura en Estados Unidos, la Cepal recomienda volver a ver más hacia nosotros mismos, hacia la integración centroamericana y diversificar más los mercados, porque hasta ahora hemos sido muy dependientes de Estados Unidos. ¿Esa luz amarilla debería llevarnos a los países a buscar otros mercados diferentes a Estados Unidos?
– La luz amarilla viene en dos sentidos. Por un lado, la demanda externa y por otro lado la demanda interna. La demanda externa, expresamente lo que usted menciona, ante la incertidumbre que hay por las nuevas políticas que podría tener el principal socio comercial de la región en inversión extranjera (...) Ante estas señales que se empiezan a dar, la recomendación en la parte externa es ver cómo se fortalece el mercado interno, pero también ver hacia otros mercados, ver la integración que hay con América Latina, con Europa, con Asia como una manera de diversificar los riesgos y tener fuentes adicionales de crecimiento de la parte externa, de las exportaciones.
"En cuanto a la demanda interna, nuestra alerta amarilla es que en el 2015 y 2016, la región tuvo un buen crecimiento a pesar de un entorno internacional adverso (...) Pero estas tasas de crecimiento estuvieron alentadas por factores coyunturales, en particular la baja en los precios internacionales del petróleo y las bajas tasas de interés, esto permitió un alza en el consumo, un alza en la inversión y la alerta amarilla que nosotros estamos identificando no es que habrá un freno a estos factores, pero sí que se van a ir desvaneciendo gradualmente".
– Hace tiempos que los vecinos de Costa Rica, Nicaragua y Panamá, vienen creciendo a tasas importantes, mayores a las de nuestro país. ¿Qué los ayuda?
– En el caso de Panamá tiene una estructura de la economía distinta a la costarricense, que es una economía muy orientada a la parte inmobiliaria, a los servicios financieros.
"La parte positiva que ha tenido Panamá es la capacidad de atraer inversión para la parte inmobiliaria, y de generar un sector de construcción y de infraestructura bastante dinámico, que es lo que le ha dado las fuertes tasas de crecimiento que hemos visto, incluido la fuerte inversión que tuvieron en el segundo canal de exclusas del canal de Panamá"
"En Nicaragua ha jugado un papel importante la inversión extranjera en diferentes áreas; la economía nicaragüense no está enfocada a servicios, sino más enfocada a la producción de bienes primarios y recientemente a bienes de manufactura, ha sido capaz de atraer una cantidad importante de inversión en la parte de manufactura y también de estar en ciertos nichos de exportación que no han sufrido tanto en el mercado internacional".
– En el área fiscal, el déficit promedio de la región cerró, en el 2016, en torno a un 2,5% de la producción interna bruta (PIB); Costa Rica cierra con el doble, ¿cómo ven ustedes la situación fiscal costarricense?
– El 2016 fue positivo para Costa Rica en materia fiscal, después de varios años de tener un déficit creciente, se logró reducir y cerró en 5,2% del PIB, frente al 5,8% del 2015. Desde nuestro punto de vista se debe a los esfuerzos en mejora administrativa, que se ve en una mayor recaudación, pero queda aún pendiente de manera urgente el tema de la reforma fiscal.